Rocio,
esperaba con ansiedad la llegada de su cumpleaños numero quince, ya que
significaba para ella, conocer las islas exóticas del Caribe, visitar los
hermosos parajes y playas de aquel pais soñado y, ademas, vivir fantasias
reales y con libertades al extremo, para lo cual, sus padres con anticipacion
pagaron en dolares a una agencia de viajes internacionales.
Llegado el
dia, inicio el viaje en un crucero travel, exclusivo para quinceañeras
exigentes, por eso, el itinerario estaba programado para un mes completo.
Rocio,
estaba muy ilusionada y deseosa de hacer amigos, divertirse y conocer a mucha
gente en el viaje y asi fue.
Aquella
mañana de verano limeño, sus padres lo acompañaron al puerto del Callao, alli
lo despidieron con besos, abrazos y cientos de recomendaciones para que se
comporte bien y se cuide de todo peligro.
Por una
ventana del crucero, vio con mucha alegria que iniciaba a separarse del puerto,
dejando atras, no solo al puerto, sino a muchas ataduras, como el control y
vigilancia de sus padres, consejos tediosos, los estudios y ayudar a mama en
los negocios.
Durante
cuatro semanas estaria libre como el viento, ya que el viaje incluia ir a la
mejor discoteca, al cine, libar alcohol y hacer lo que mejor le plazca a ella.
Decidio
recorrer todo el crucero y asi conocer todas las areas y servicios en los nueve
pisos, al girar en una esquina, tropezo con un joven de ojos celestes, cabello
castaño y de un cuerpo formado en base a ejercicios gimnasticos. El chico era
de su misma edad y muy guapo, super galante, encantador y detallista, a ella le
parecio alguien increible, hasta creia que estaba frente a un angel.
Juntos se
rieron y sin darse cuenta empezaron a hablar y a hablar, como si se conocieran
ya de tiempos.
Ella
estaba contentisima de haberlo encontrado a ese pibe, todos los dias los
pasaban juntos y hasta se olvido de ver la belleza del mar, las gaviotas y las
playas, su unica atencion era conversar y apreciar su fisico de aquel tipo.
Hasta que, por fin ocurrio lo que ella estaba deseando, el chico le beso sus
labios dulces y angelicales. Para Rocio, ese beso era un elíxir de placer y
encanto, porque le dejo embelesada y lleno de ilusiones romanticas.
—El cielo
escucho los lamentos de mi solitario corazon y te envio a ti, al mas bello de
los angeles para que me haga compañia y me enseñe las bondades del amor, por
eso, te amo mi angel. —Le dijo Rocio.
—No me
importa si la vida me lleva a la esquina o hasta las estrellas, pero quiero que
siempre sea a tu lado. Al besarte descubri que eres la estrella que el cielo
envio para iluminar mi camino y quitar el dolor de mi alma, eres quien anima a
mi corazon y el que llena de esperanzas mi destino, eres lo que siempre soñe en
mi vida y nunca habia podido encontrar. —Le dijo el pibe.
—Mi
angelito, besar tus labios fue mi sueño desde que nos conocimos, pasar mis
dedos en tu piel, mi gran ilusion y demostrarte mi amor puro toda la vida es mi
destino.
—Todo lo
que requiero en mi vida, son tus besos de miel, tus caricias cálidas, tu cuerpo
como la flor mas bella y tus palabras llenas de cariño en mis oidos.
Todo era
poesía y dulzura en su maxima expresion, hasta el viento olia a puro amor de
adolescentes.
A partir
de ese dia, todas las mañanas al despertarse encontraba al lado de su cama un
bonito regalo, cubierto con papeles de lujo, ramos de flores y con notas que
decian:
—Para el
amor infinito de mi vida, porque tu eres que guias mi destino a seguir
multiplicandome en este mundo, por eso, te amo con la fuerza de un volcan y la
pasion de las estrellas.
Un dia le
llevo sublimes y en la nota decia:
—Rocio, tu
amor me llena de energia, tu mirada de oxigeno, tus besos de animo y tu corazon
de felicidad.
Otro día
le llevo un peluche grande, con un corazon rojo y alli estaba escrito el
siguiente verso: el sol ilumina a la luna y tu mirada ilumina mi corazon, por
eso, te amo mas que a mi vida, mi dulce Rocio.
Para Rocio,
ese chico era su pensamiento en el dia y en las noches su sueño anhelado, ella
a cada momento lo consideraba su angel celestial y estaba dispuesta a hacer
cualquier cosa, solo esperaba que lo pida el intruso.
Como dice
el adagio, todo que llega facil, no dura para siempre y nada vale el amor si no
se convierte en conciencia.
En la ultima
noche de estadia en el Caribe, el joven fue a su cuarto de Rocio y le dijo que
estaba feliz de haberla conocido y que no iba poder olvidarlo. Para el era muy
especial y honorifico, el haber compartido el viaje y la estadia.
Sin darse
cuenta y ni recordar los consejos de sus padres, esa ultima noche bendita, Rocio
le entrego lo mas valioso que tenia, su virginidad y cuerpo, la pasion ardiente
y ferviente, hizo que ambos disfruten y deleiten de sus gustos.
La mañana
siguiente, Rocio se desperto a eso de las siete de la mañana, presurosa miro a
su costado, pero comprobo que estaba sola y a diferencia de las demas mañanas,
no habia un hermoso regalo y ni flores odoriferas, sino un cofre usado de color
marron y una nota que decia:
—Se que
nunca te olvidaras de mi, porque yo descubri tu inocencia pura, mil gracias por
todo que me diste, solo te pido que me llevas una eternidad en tu corazon.
He aqui la
señal de mi amor subliminal, pero no abres hasta llegar a casa de tus padres,
ademas, no me busques, pues ya me despedi de ti.
Ella le
busco, queria beber el nectar de sus labios por ultima vez, pero no lo encontro
por ningun lado. Despues de dias de recorrido maritimo, llego al puerto del
Callao, de alli tomo un taxi, que lo condujo a su vivienda que se encontraba en
el distrito de San Isidro.
Desesperada
ascendio del vehiculo y se dirigio a su habitacion, que se encontraba en el tercer
piso, ingreso a su cuarto de prisa y se lanzo a la cama, con ansias de abrir el
cofre, que no lo habia soltado en ningun momento.
En el
interior encontro una rata muerta, atrapada en una trampa y una nota escrita
con tinta negra, que decia:
—Bienvenido al mundo del SIDA. No siempre se gana en el amor, hoy te toco perder niña ingenua, creiste ser una estrella y dueña del mundo, hasta soñabas volar muy alto, pero hoy estas bajo tierra, eso te pasa por curiosa y confiada.
Autor: Enoch Calderón Jara
Docente de Comunicación e Investigación
IESPP “Juana Moreno” Llata - 2017
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