Por Thalía J. Mejía Aguilar (*)
La política literaria no es la política de los escritores. No tiene nada que ver con su participación personal en las luchas políticas o sociales de su tiempo. Además, no tiene nada que ver con cómo representan diferentes estructuras sociales, movimientos políticos o identidades en sus libros. La expresión política de la literatura significa que la literatura hace literatura política. Y sostiene que no tiene sentido preguntarse si los escritores deben ser políticos o dedicados a la pureza de su arte, que en sí mismo tiene que ver con la política. Asume que existe un vínculo esencial entre la política como una forma particular de práctica colectiva y la literatura como una práctica definida del arte de escribir.
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La literatura también se puede utilizar en sus formas más fantásticas para abordar cuestiones políticas, sátira, celebrar y retratar en términos de grandeza y humildad. Por el contrario, las prácticas políticas, mundanas o modestas, rara vez utilizan las sutilezas del lenguaje literario.
Continuando con el rodaje, la existencia de la política de
la escritura y la política de la lectura es inevitable, como en el caso de la
política del lenguaje.
Pero cabe preguntarse cómo la política alimenta la
literatura. Cuestiona la relación quizás entrelazada que se establece entre las
prácticas políticas y lingüísticas.
Tarde o temprano determinaremos el impacto de la política a
través de la literatura, así que considere el efecto político que tiene el
texto literario.
Uno de los grandes intereses de la literatura del siglo XX
es la novela, que también busca expresar la política en un lenguaje simbólico y
figurativo. El poema con su peso izó la bandera de la lucha. Estrés y desorden
en el uso del lenguaje. En el caso de la poesía, la política implica no solo expresar,
sino debatir, cuestionar y cuestionar no solo sobre el uso del lenguaje
impuesto por el poder, sino también sobre su significado y forma. una forma
eficiente de hacerlo.
Existe cierta creencia en la libertad de la poesía en la
esfera social, en particular su frecuente dependencia de las normas
establecidas, su desapego de los métodos autoritarios y su gracia. Llamar a la
integración para traer la libertad. Una palabra para construir una sociedad que
pueda evitar sus limitaciones y ampliar su enorme potencial.
Encontramos que, en una historia tumultuosa, la relación de
confrontación y amorosa entre literatura y política es al menos tan antigua
como las dos, mientras que su separación es una invención de los tiempos
modernos que yo conozco. Sin embargo, en el género de la tragedia griega, que
está en el origen de la literatura occidental, el conflicto se intensifica. A
lo largo del estudio, se enfatizó la literatura como un ejercicio final sobre
el papel de la reforma social, pero no está destinado a hacerlo. Los escritores
son un tema que no se puede excluir del futuro de la sociedad. A continuación,
mencionaremos no solo la participación y la construcción de la imagen social,
sino también la construcción de estructuras institucionales con personalidades
culturalmente relevantes como Justo Sierra, Daniel Villegas y Carlos Fuentes.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Bórquez Núñez, V. (2015). De Literaatura y Política.
Obtenido de Escritores:
https://www.escritores.cl/ediciones/articulos2/deliteraturaypolitica.htm
Baduell, R. (15 de 03 de 2013). Política de la
Literatura. Obtenido de Refinería Literaria:
https://refinerialiteraria.com/2013/03/15/politica-de-la-literatura/
Sánchez Rodríguez, F. (01-04 de 2004). Política y
Literatura. Obtenido de scielo:
http://www.scielo.org.mx/pdf/ep/n1/0185-1616-ep-01-93.pdf
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