(Narrativa digital del
siglo XXI)
Y entré a un bar; me senté en medio de esa gente del bajo mundo; se me
acercó una chica muy guapa, olía a cigarro y alcohol y me dijo:
¿Me invitas una cerveza?
Le pedí una botella y me volvió a decir:
Llévame a dormir contigo, no te
cobraré me caes bien.
(Le sonreí) No busco sexo, solo
vine por una cerveza.
¿Eres gay?
Algo parecido, soy escritor.
¿Me escribirías un poema?
Claro, porque no, solo dime qué título quieres que le ponga y te la escribo.
“NO ME LLAMES PUTA”, me gustaría
que se llamara así.
Ok, mientras acabo mi cerveza,
cuéntame de ti, así quizás con suerte te escribo algo lindo.
Era muy bella, demasiado se podría decir, no entendía cómo podía ella
estar en medio de esa gente del bajo mundo, sus ojos eran muy bellos, aunque
reflejaban tristeza, y dolor.
Empezó a contarme su historia, y yo agarré un lapicero y empecé a
escribir en una servilleta
“NO ME LLAMES PUTA”.
Confundida, llagas en el alma y otras en el cuerpo de las veces que se
le escapó a la muerte; cuerpo lleno de marcas de los cientos de manos que
recorrieron sus tetas y sus nalgas, que una buena ducha no te lo quita, ya que
esas marcas son más fuertes que un tatuaje, esas se marcan en el alma; nariz
manchada con un polvo blanco, dulce medicina para no pensar en los monstruos
que se tiran encima de ella, apagando por 100 dólares su calentura lo que no
pueden conseguir como hombres.
Ave que volaba tratando de conquistar el mundo, hoy esa ave camina con
el ala rota, sin poder alzar vuelo y es burla de palomas y uno que otro
gallinazo, llamándole puta.
Puta porque sus hombres buscan en mí, lo que ellas como mujer no pueden
darles.
Puta porque en un mundo donde buscan igualdad, juzgan a la mujer
llamándole puta y al hombre nadie le dice nada.
Pero puta no solo es la mujer que se acuesta por dinero con muchos
hombres… hay putas que aun teniendo pareja van de coqueta con otro, o peor
otras se van a la cama de a gratis, eso sí es peor que puta, porque al menos yo
cobro.
No me llames puta, porque puta también es aquella que aun casada aguanta
a un hombre que ya no ama y en las noches de sexo tiene que aguantarse que se
la cojan, aún ella sin quererlo porque dicen que es legal, están casado, o peor
dicen que por los hijos lo aguantan.
Putas que vendieron su libertad y mataron su sueño, y se volvieron unas
amargadas dibujando sonrisas prostitutas para aparentar felicidad,
Putas porque mataron sus ideales por dinero, y apoyan al mejor postor,
eso sí es ser peor que puta; pero no, la sociedad no mira eso.
No me llamen puta, por solo acostarme por dinero; porque hay mujeres más
putas que vendieron su identidad…
Como la mujer adúltera que trajeron delante del señor Jesucristo, para
apedrearle, y yo me pregunto, ¿por qué no trajeron al hombre, si fueron
encontrados infraganti los dos? mundo de hipócritas, eso sí es ser putas.
No me llames puta, porque a la verdad yo lo hago a sabiendas que esto es
ser puta, en cambio ustedes lo hacen y se hacen los santos, y si ustedes siendo
putas no quieren que lo llamen así, díganme ustedes yo que soy menos puta que
ustedes, porque no puedo pedir que no me llamen puta.
Le regalé la servilleta, la leyó y me dijo: ¡Está hermoso!
Ahora entiendo por qué no buscas
sexo, escribiendo así te has de tener a quien tú quieras.
Solo me gusta una y ella ya no me
ama… (Mi rostro borró la sonrisa que dibujaba)
Terminé mi cerveza, me despedí y me dijo: Si yo fuera ella, jamás te
dejaría.
Caminé hacia la salida y le dije: Fui yo quien la dejó.
TE HE SIDO INFIEL, LO CONFIESO
Calma, ¿porque te alteras? ¿Te duele? O solo es tu ego lastimado,
dime...
Si, te he sido infiel, lo admito, permití que otras manos me desnuden,
me acaricien, que otros labios recorran cada rincón de mí, que otro cuerpo
penetre el mío hasta hacerme estallar de placer.
¡No me digas que soy una puta si no sabes qué fue lo que me llevó hasta
aquí! ¿Quieres saber?
¿Ya se te olvidó como mendigaba tu amor? Recuerda, cuantas veces te pedí
un beso y esquivabas mis labios, te abrazaba y te alejabas diciendo que te
asfixiaba, y en las noches cuando buscaba tu cuerpo para saciar mis ganas, solo
recibía migajas, ¿Cumplías con tu deber?
No tienes ideas cuantas lagrimas me tragué, cuantas veces lloré en
silencio por tu desamor y rechazo, me odié por no ser lo suficiente mujer para
ti, rechazaba mi cuerpo marcado por los hijos y los años.
Reconoce mi lucha por salvar lo nuestro, siempre te hablé con la verdad,
como ahora, te propuse ir terapia, viajar solos, cumplir tus fantasías, te
complacía en todo, olvidándome de mí, solo quería verte feliz y que me
quisieras, aunque sea un poco.
Y un día, de la nada, llego él, alguien del pasado, así sin más, sin
planearlo, un mensaje, una charla, y de repente comienzo a despertar su
interés; a quien no le importa mis kilos de más, si mis dientes no están
blancos, solo le importa mi compañía, lo que pienso y lo que siento.
Y no fue fácil dar el siguiente paso, porque él tampoco es libre, sin embargo,
nos dejamos llevar por nuestras emociones de años contenidas.
Y de repente me vi desnuda ante él, y no le importó mis estrías, saboreo
mis senos flácidos, acaricio mi piel reseca, la misma que te raspaba, como si
fuera la más fina de las sedas, recorrió con sus labios cada centímetro de mi piel
haciendo estremecer y llegó a mi… esa parte de mi cuerpo que te daba
"asco" besar, y lo disfrutó.... y nos perdimos en un torbellino de placer.
Y ahí me di cuenta, que aun puedo gustarle a alguien más, ser su tentación
y la inspiración de sentimientos y deseo así, como soy, sin apariencias, sin
falsas pretensiones.
Y lloré, pero esta vez de alivio, entendí que no se puede salvar lo
insalvable, que no puedo luchar por dos, que en mí no quedó el esfuerzo que
hice por mantenernos a flote, y no lo supiste valorar, te quedaste ahí
tranquilo, bajo el disfraz de la comodidad de sentirme segura, pero te
falló....
Y aquí estoy; confesándote mi "pecado", enfrentando tu ira,
rabia, insultos, juicio.... porque a pesar de mi traición, para estar en paz
tengo que ser honesta con la persona más importante en mi vida, que viene a ser
mi yo.
LO QUE ME LLEVÓ A SER PUTA
Ella abrió los ojos y se vio en
medio de una habitación silenciosa, oscuro, no podía divisar nada, se quiso levantar,
pero no podía, la habían amarrado a una cama.
- Que mierda pasa (pensó),
au-xi-li-o (su voz era demasiado baja y torpe)
Vio una chica salir corriendo
del cuarto, entraron otras dos personas, aún no entendía mucho, pero iba
tomando conciencia… pudo darse cuenta que eran doctores, y ahí estaba su amiga,
su única amiga, su compañera, con quién compartía el departamento. Ya podía
hablar mejor y dijo:
-¿Qué pasa, qué hago acá?
- Buenas tardes señorita Noemí,
¿qué es lo último que recuerda?
- (Su cabeza empezó a rebobinar
recuerdos)
–Solo recuerdo que me eché a
dormir, nada más y luego me despierto aquí.
- Lo que pasa señorita Noemí
que usted está aquí por sobredosis, ¿Ahora recuerda algo?
- (Se puso a llorar)
- Usted ingirió cocaína, y
abuso de tranquilizantes y por lo que me cuentan usted se auto médico, usted
está viva de milagro.
- Hubo un silencio, se quedó
callada y dijo:
–¿Pero porque estoy atada a la
cama?
- Usted se arrancó la
intravenosa, en dos oportunidades, ¿No lo recuerda?
- Por favor podrían desatarme,
si lo arranqué... seguro estaba inconsciente, no lo haría ni loca consciente.
- Bueno, enfermera desátela y
cualquier otra observación me avisa… (el doctor salió de la sala, después de
examinarla)
No recordaba nada, solo que fue
a dormir, si recuerda que ingirió cocaína y la pastilla y hasta la música de
Leonard Cohen, pero no que había tomado demasiadas pastillas.
- Noemí tú estás loca, ¿Es que
acaso te querías matar? Eres una estúpida… yo llegó al depa y te encuentro ahí
ahogándote, no sabía qué hacer y llamé al chico de seguridad y el me ayudó a
bajarte y traerte aquí, yo ya te creía muerta… eres una maldita pendeja, jamás
te voy a perdonar esto... No sabes cómo he estado, pensé que ya te morías…
- Ya no me regañes Ale, te juro
que no quise asesinarme, solo me atacaron recuerdos, y quería dormir, no quería
pensar, no creí llegar hasta estos extremos, te juro que nunca paso por mi
cabeza el suicidio.
- Toma esto, lo encontraron
entre tus pechos, creí que no era importante, pero lo guardé por si acaso. (Le
dio la servilleta con un poema escrito)
- Suspiró – el poema, el puto
poeta (sonrió)
- Que te pasa pendeja y esa
sonrisa, ¿algo tiene que ver ese poema con todo esto?
- Tiene que ver todo, (y le
contó la historia con el poeta) y me vinieron recuerdos, esos que ya creí
sepultados, y me puso mal.
- Bueno entonces bótalo, que
haces guardándolo, si eso te pone mal.
- Estás loca, pienso en
encontrármelo otra vez, y la verdad no sé ni para qué, tal vez para decirle,
maldito por tu culpa casi me mato (se río)
- Tú de verdad estás loca…
apropósito, ahora tú me vas a matar, llamé a tu mamá… perdón pensé que te morías.
- Tú estás loca, a esa señora
no quiero ni verla, ¿porque la llamaste? pendeja,
- Lo siento, dime, que podía
hacer, no te imaginas cómo te encontré, yo te creía muerta… lo siento, le
avisaré que ya despertaste, mientras más pronto te encuentres con ella, es
mejor y así no estés pensando mucho… (salió)
Lo último que quería en esos
momentos era ver a su madre, tenía un odio grande hacia ella, se abre la puerta
e ingresa su madre, con ojos llorosos.
- Noemí, qué pasó, por qué
quisiste suicidarte.
- Haber señora a mí no me venga
a dar sermones, ni a ponerse de madre sufrida, que no le cae, porque yo para
usted ya estoy muerta, así que ya me vio que estoy viva, puede largarse.
- Noemí, soy tu madre, no me
trates así por favor, me duele todo esto.
- Aaaa ok te duele, ¿Y no te
dolió cuando me votaste de tu casa como una perra? ¿No te dolió cuando te
suplicaba que no sabía a dónde ir y era de noche?
¿No te dolió que apenas tenía
16 años?, ¿No te dolió cuando me quedé a dormí en la puerta? En plena lluvia
esperando tu misericordia.
¿No te dolió cuando moría de
hambre? ¿No te dolió que aborté yo sola en un hospital?, ¿Para qué mierda
vienes?, ¡Si te odio con toda mi alma! (se puso a llorar)
- Noemí, lo siento soy una
idiota, perdóname, estuve cegada, no entiendo cómo pude ser tan idiota,
perdóname Noemí, no puedo seguir viviendo así, no sabes lo que es esta vida,
desde que me di cuenta que te traté mal y te hice mucho daño.
- Mira tú, que bueno que
reconozcas tu error, pero sabes me vale mierda, un perdón no borra todo lo que
pasé, un perdón no borra todas estas cicatrices de mi alma, un perdón no borra
nada, preferiste mil veces a esa mierda que, a mí, ese imbécil abusaba de mí,
cuántas veces quería, y tú me echabas la culpa a mí que le coqueteaba, que te
lo quería quitar, me embarazó y dijiste, que yo me dejé embarazar para
quitártelo, ¿Es que tanta mierda puede haber en ti?… ¡doctor! ¡Enfermeraaa! O
quién puta sea, díganle que se largue a esta señora.
Entro Alejandra su amiga y le
dijo que se fuera por el bien de ella, y se marchó con lágrimas en los ojos.
-Tranquilízate Noemí, ya no
vale la pena, sabes que yo sí te necesito, somos como hermanas, tú y yo
siempre… yo te necesito amiga. Eres la que siempre me regaña, la que me cuida,
que sería de mi vida sin ti (se pone a llorar)
-Ya no seas dramática, que no
me voy a morir y tampoco quiero hacerlo, lo que quiero es largarme de aquí.
-Es verdad… me olvidé decirte,
me llamó el italiano, llegó de viaje… y quiere vernos… dinero a la vista.
-No seas pendeja, no tengo
ganas de nada, quiero ir a casa, y sacar toda la mierda que hay en mi cabeza.
-Pero es para el sábado bebé,
tú sabes dinero, mucho dinero y tú sabes que Bernardino nos da mucho dinero…
aaaa, ves que sonríes, sabes que no solo es dinero, también es un salvaje en la
cama.
-Tú estás loca en serio, pero
bueno, tengo cinco días para descansar aún, así que para cinco días ya estaré
bien, además.
- (Gritan juntas) Porque… ¡Business
son business!
SOY EL OTRO
Sí, yo soy el hombre que le
quita el sueño a tu mujer, yo soy el responsable de las ausencias justificadas
y de las risas al checar su celular. Agradece, gracias a mi tu esposa ya no te
molesta ni hace dramas, pues ahora ella me cela a mí, y sabes, me encanta ver
como ella enfurece sólo de pensar pueda dejarla por alguien más.
Y lo confieso, soy un cínico,
un cínico en potencia, pero ahora quiero que te preguntes ¿qué hiciste para que
tu esposa buscara a 'otro'?, o mejor dicho ¿qué no hiciste? Si ella decidió
correr a mis brazos fue por algo. Le di lo que no encontraba en ti, unos brazos
llenos de amor sincero y seguridad.
Hay algo en ella que me
fascina.
Y es que ella es maravillosa,
de verdad no entiendo cómo es que la dejaste escapar.
Me propuse tenerla cerca, tener
una relación con ella y al final lo conseguí.
Como todo un conquistador me dí
a la tarea de ganarme su confianza con detalles, llamadas, palabras bonitas y
todas aquellas cosas bonitas que le encantan a las mujeres. ¿Y sabes algo? La
enamoré.
La primera vez que me llamó
para preguntarme en dónde estaba, supe que ya había ganado su corazón. Si no
estaba enamorada por lo menos estaba ilusionada conmigo. Había conseguido algo
y tenía que aprovecharlo. Conseguí lo que tú hace mucho habías conseguido, pero
a diferencia tuya, yo si lo iba a aprovechar, yo la quiero de por vida conmigo.
Con un poco de trabajo conseguí
que se entregara a mí, no sólo en cuerpo, sino en alma. Nuestros cuerpos se
fusionaron; éramos una solo persona entregada a la pasión, al deseo, a aquello
que la sociedad considera prohibido.
Varias tardes la pasamos
juntos, besándonos, acariciándonos, amándonos. Apurados aprovechábamos cada
segundo, cada minuto que pasábamos juntos. Mientras tú, iluso, creías que la
tenías segura y seguías dañándola. Yo sabía que tal vez no te iba a dejar, que
su cuerpo estaría contigo, pero ¿te digo algo?, sé que su corazón me pertenece,
estoy seguro que me quiere, tanto como yo a ella.
El ver cómo se las arreglaba
para salir de su casa, las justificaciones que tenía que inventar y saber que
para ella era un riesgo estar conmigo, hacía que me sintiera importante,
afortunado. Cada encuentro tenía que pasar por varios obstáculos, tenía que
superar varias pruebas. Nosotros los superábamos, así de grande era nuestro
amor.
La sociedad juzga, señala,
discrimina. Las mujeres no tienen derecho a equivocarse, se les obliga a
permanecer en un matrimonio, soportar, esperar a que sea el hombre quien las
abandone, quién las cambie por otra. Sé que ella disfrutó hacer algo que estaba
mal visto, y nada le importaba ella realmente merecía su felicidad.
En sus conversaciones me decía
lo mal que se sentía por nuestra relación, yo la consolaba pues sabía que ella
no fallaba por calentura, sabía que ella necesitaba realmente ser amada, valorada.
Sé que me odias, y que soy o
seré la causa de todos tus pesares, pero acuérdate que las relaciones son de
dos, acuérdate cuántas veces ella buscó arreglar las cosas y le diste la
espalda aun cuando el que fallaba eras tú. Si un tercero se mete, es porque
había espacio para que entrara, espacio que me dejaste tú al tratarla como ella
no merecía.
Porque mientras le dabas tiempo
a otras, ella me tenía a mí, cada vez que veías fotos de mujeres en redes, yo
la contemplaba a ella y me gané su tiempo, su sonrisa, su corazón.
Lo amo demasiado, amigo no me
culpes, pues no me siento culpable tú la dejaste ir y ella se enamoró de mí.
¿QUÉ TE HACE FALTA?
Soy Daniela, una mujer
felizmente casada con un hombre maravilloso, el mejor hombre del mundo. Nos casamos
hace 3 años; la relación marcha bien y con una vida sexualmente placentera.
Cada día, las muestras de
cariño y la entrega son parte de nuestro estilo de vida y quizá ese sea uno de
los motivos principales por los que hemos llegado hasta aquí.
Por las mañanas al cepillarme
el cabello me miraba al espejo y me preguntaba. ¿Daniela, que te hace falta? si
ya eres una mujer realizada.
Bueno, pues les quiero contar
lo que me sucedió.
Tengo una amiga, se llama
Carolina, ella tiene a su novio y pues hemos sido amigas por años. Mi esposo es
muy lindo porque deja que ella venga cuando quiera. Un día llamó a la casa y me
dijo que quería hablar conmigo, la escuché mal y le dije; ¡Con gusto caro! Al
poco rato vino a la casa llorando y me dijo, amiga creo que mi novio me es
infiel he visto que a cambiado, se la pasa con el celular misteriosamente, es
como si no existiera en esos momentos para él, creo que los planes de casarnos
ya no podrán ser.
Mi primera reacción fue
abrazarla para tranquilizarla y hacerle entender que uno pierde la cabeza con
simples especulaciones y lo mejor sería hablar con él. Terminé diciéndole que
era bella, con un gran corazón y muchas otras virtudes más que por años yo he
visto en ella y la verdad no creía que él tuviera ojos para otra mujer.
Días después sonó de nuevo el
teléfono, jamás había escuchado ese tono de voz, me intrigo tanto que en
segundos lo compare con rupturas dolorosas de mi pasado, pero nada se acercaba
a esa voz.
Llego a mi casa y está vez yo
le pedí que viniera para que me contara lo que pasó. Me dice, amiga tiene a
otra y no sé qué hacer, lo amo y no lo quiero perder. Le dije amiga vamos de
compras y salimos, le hablé de todo menos del novio. Al llegar a la casa de
ella me pregunta. ¿Qué hago? y le dije, ignóralo que no sepa que estas
sufriendo, y cuando quiera saber de ti, que sepa que has cambiado y que te va
muy bien sin él. ¡Tú no te preocupes que yo te ayudaré!
Durante unas semanas nos
veíamos a diario, teníamos un horario establecido, íbamos a tomar el café, a
comer, de compras, después pasaba a dejarla a su casa para yo ir a recoger a mi
esposo a su trabajo. Un día de lo cansadas que terminamos me dice, amiga porque
no te quedas en mi casa. Yo le respondí que tenía que consultarlo con mi esposo
a lo que él respondió con un sí. Y bueno compramos de cenar su familia me
recibió de buen gusto y cuando estábamos en su cuarto me dice amiga gracias por
todo he pensado mucho en lo que me dijiste y eres la mejor. ¡En verdad mil
gracias!!
En eso ella se resbaló y cayó,
yo me asuste y le dije amiga, ella me empujó riéndose, jugando y me dijo te
preocupas por mí, gracias! con una almohada me golpeaba y la detuve, se puso a
reír, como estaba arriba de mi nos quedamos mirándonos y me dijo, no me cansaré
de darte las gracias y me beso en los labios ella se asustó al igual que yo y
me dijo disculpa no sé qué me paso, soy una tonta y confundida por tus
atenciones y cariño y yo le dije no hay problema pero que no se vuelva a
repetir porque me sentí incómoda. Nos dormimos, ya por la mañana me despertó
una corriente de aire bastante frío que al abrir los ojos pude ver qué era ocasionado
por una ventana entre abierta y que hacía mover la cortina hacia su tocador. ¡Ella
estaba desnuda mirándose al espejo a punto de vestirse y al verme que desperté
me dijo, levántate! y yo, entre mi
diciendo, no tiene modales. Vi por primera vez su cuerpo y me pareció perfecto,
su vagina completamente rasurada resaltaba ese color rosadito de su piel. Me
metí a bañar y cuando salí me asuste porque estaba escondida y me salió de
repente, ella me empujó a la cama y se acostó a mi lado, me beso de una forma
lenta pero larga, yo no moví mis labios me quede helada, me quito la toalla, me
tocó los pechos, por segundos no supe que hacer. Fue como estar paralizada por
la impresión de algo que nunca has visto y le dije espera, no soy lesbiana y
tengo esposo, me dijo perdón, pero te quiero y así lo demuestro y le dije, no
me lo demuestres así.
Me fui y yo no le hable ni ella
me buscaba. Cuando hice el amor con mi esposo sentí el beso de ella, recordaba
su cuerpo, su mirada, sus manos suaves tocando mis pechos. Yo dije, no puedo
estar así y pensaba mucho en lo que había pasado entre ella y yo.
Al día siguiente recibí un
mensaje de ella que decía quiero hablar contigo y yo le respondí pues hablemos.
Llego a mi casa y me dice, creo que me gustas Daniela y yo le dije tú a mí no,
tengo esposo y eres mi amiga.
En el transcurso que pasaba el
tiempo, el silencio en la sala se apoderó de nuestros rostros, mirándonos
fijamente no lograba entender si yo estaba molesta o porque me quede callada.
Ella movió su ceja derecha, la levanto y abrió un poco su boca como si estuviera
sorprendida por algo que vio. Después me dijo quédate en mi casa hoy, y yo le
dije no puedo y me dice, si llegas te daré un beso como el que te di o mejor
aún. Pero si no llegas ya no te buscare jamás, espero verte ahí en mi casa y se
fue.
¡Mil cosas cruzaban por mi
mente, lo pensé tanto en el día y dije, iré! quiero probar sus labios estaba loca quizás,
pero ella es muy hermosa tiene un cuerpo único y le dije a mi esposo que
pasaría la noche con ella y llegué.
Cuando abrió la puerta se
alegró y le dije aquí me tienes, pero no vengo a hacer nada sino a hablar y me
dijo está bien. Cenamos y subimos a su habitación, nos abrazamos y me dijo perdón,
pero te quiero y me beso y yo le correspondía, le toque el pecho y ella también
su lengua entró en la mía y me perdí olvide a mi esposo, me acostó y me quito
la ropa y yo a ella, me beso mis pechos y me dijo es mi primera vez con una
mujer y yo le dije que también lo era para mí. Cuando beso mi parte con su
lengua me estremeció de placer el agarre del cabello, la besé en sus labios y
la empecé a besar toda. Nuestros cuerpos se frotaban, abrí mis piernas y las de
ella.
Nuestras partes se rosaban y yo
moría de placer, en cuestión de minutos sentí como se electrizaba todo mi
cuerpo al meter sus dedos transportándome a ese maravilloso lugar que te hace
ver estrellitas, te pone temblorosa y sientes que vas a explotar. Me vine y
ella también, no paraba de besarme los pechos, su ventana que siempre estaba
entre abierta hacia que el aire pusiera mis pezones tan duros que ella con su
dedo pulgar e índice al tocarlos me hacía estremecer. Me levanté y le dije me
voy, y ella me agarro y me dijo duerme conmigo ya eres mía y lo hicimos otra
vez.
Por la mañana salió de bañarse,
yo estaba cepillando mi cabello se acercó lentamente, se puso detrás de mí,
sentí como latía más rápido mi corazón, me tomo de los brazos, me jaló del
cabello me dio un beso y las dos mirándonos por el espejo me dijo, siempre me
preguntaba que me hacía falta para ser feliz.
Ahora ella es mi amante lo hacemos
en mi casa, en la de ella. Y siento que la amo tanto como a mi esposo, me
desespero por estar con ella, por sentirla, por besarla y creo que al final
encontramos lo que nos hacía falta.
PUTA
Puta... porque se coge a otros
y le gusta que le den duro.
Porque ya no llora como una
tonta que te rogaba por un beso, por una caricia, por un detalle, por una
llamada, por un poco más de atención.
Porque viste con escote y
muchos le miran con morbo y saben llevarla a la cama sin romanticismo barato.
Puta... porque ya no se deja
manipular de un pendejo inseguro que controlaba su forma de vestir o con que
personas hablar.
Porque cumple todas sus
fantasías, las que tu no estuviste dispuesto a cumplir por tener huevos chicos.
¿La llamas así porque no disfrazó
su puntería con mojigatería?
Que va a donde quiere, con
quien quiere y llega a casa a la hora que se le da la gana.
Porque ya no cree en el amor,
ni fantasías y disfruta su cuerpo, se tocó, se hace el amor y escoge quien
tiene el privilegio de gozar de esa puta.... Así o más directo cabrón.
¡Abrió los ojos! ya no se deja
pisotear de ningún cabrón, no permite que la desvalorice por sus estrías, por
sus kilos de más, por su edad, por cuantos hombres han terminado en su cama,
por el solo hecho de ser mujer.
Que cada día está más buena,
más inalcanzable, más apetecible, más segura y más puta.
Y tú, mueres de ganas de cogerse
a esa puta, pero la perdiste por ¡Maricón!
No quiero ser tu amiga.
Ni tu mujer, ni tu novia, ni tu puta ni tu musa.
Quiero ser la pesadilla de la que te despiertas sudoroso y caliente,
como si volvieras de entre los muertos.
El huracán que destroza tu casa
y hace volar TODO en tu puto aire.
“DEJE DE SER SU P U T A”
Estaba muy enojado cuando me llamo
y me dijo: !!Eres una puta!!
“Sonreí”
_Si soy puta
_ pero no de tu esquina... conteste
Hubiera querido que viera mi sonrisa
y la felicidad que sus palabras me causaban.
No me ofendí por lo que decía,
pero a él si le dolía y le carcomía el alma... pues decía la verdad, si
era una puta.
En ese momento se dio cuenta que me le había salido de sus manos, ya no
le tenía miedo, ni lloraba, ni me lastimaban sus palabras y había perdido su
control en mí.
Creía que por siempre iba a ser de su propiedad, después de ser su
esposa, quería tenerme de amante.
¡No señor! Aquí el infiel fue usted, yo no fui la que falló y tenía
derecho a rehacer mi vida.
Usted lentamente cada día con su indiferencia me torturo, con la falta
de atención una herida enorme abrió y con su traición me mató.
Poco a poco me fue dando igual el amor que un día me juró; ahora él
sufría, porque sabía que me había perdido y ya era la puta de alguien más.
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