La Mafia del Alma.
OSHO
ÍNDICE
Parte 1
Política y Religión.
Cuando la Religión se convierte en Iglesia.
No estoy en contra del Papa.
Guerra y Paz.
No hay Noticias.
Parte 2
¿Quién le pone el cascabel al gato?
Sobre el poder.
El político.
El sacerdote.
El hombre es su propio enemigo.
Una historia del futuro.
El loto surge del barro.
La única forma de salir es entrar.
Parte I
Las noticias que nos llegan están llenas de pesar por
el futuro
Jalaluddin Rumi
Capítulo
1
Política
y Religión
Osho, El primer
ministro Rajiv Gandhi convocará un debate nacional sobre la necesidad de
separar la política de la religión. Nos gustaría saber ¿cuál es tu visión sobre
el tema?
La política es mundana, los políticos
son los servidores del pueblo. La religión es sagrada; es la guía del
crecimiento espiritual de la gente. Ciertamente, la política es lo más bajo en
lo que concierne a los valores y la religión es lo más alto. Están lejos una de
otra. Rajiv Gandhi quiere que la religión no intervenga en la política. Yo
quiero que la política no intervenga en la religión. Lo superior tiene todo el
derecho del mundo a intervenir, mientras que lo inferior no tiene ningún
derecho. La religión ha estado elevando la consciencia humana durante siglos.
Lo que el hombre es ahora, por poca consciencia que tenga, se lo debe a la
religión. La política ha sido una maldición, una calamidad, y la política es la
responsable de todo lo que hay de malo en la Humanidad. Pero el problema es que la política tiene el
poder y la religión sólo tiene el amor, la paz y la experiencia de lo Divino.
La política puede fácilmente interferir en la religión y eso es lo que ha
estado haciendo siempre hasta tal punto que ha destruido muchos valores
religiosos que son absolutamente necesarios para la supervivencia de la
Humanidad y de la vida en este planeta. La religión no tiene un poder como el
de las armas nucleares, el de las bombas atómicas, el de las pistolas... su
dimensión es totalmente distinta. La religión no ansía poder; la religión es
una búsqueda de la verdad, de Dios. Y la búsqueda misma, hace al hombre
religioso, humilde, simple e inocente.
La
política posee todo un arsenal destructivo; la religión es absolutamente
vulnerable. La política no tiene corazón. La religión es puro corazón. Es como
una hermosa rosa; su belleza, su poesía, su danza, hacen la vida digna de ser
vivida. Le dan sentido y significado. La política es como una piedra sin vida.
Pero la piedra puede destruir la flor y la flor está indefensa. La política es
agresiva. Rajiv Gandhi está poniendo las cosas cabeza abajo. Quiere que la
religión no intervenga en política. Dice que la política debería tener el
monopolio, para así poder someter a la Humanidad, para reducir al hombre a la
esclavitud, para destruir su libertad, para destruir su consciencia, para
convertirlo en un robot, para que los políticos puedan mandar y disfrutar del
poder. La religión es el único problema para los políticos. Está más allá de su
alcance y más allá de su comprensión. La religión es la única área donde los
políticos no deberían intervenir para nada. Porque la religión es la única
esperanza. Durante siglos,
la política ha estado matando, destruyendo, a la gente. La historia de la
política es la historia de unos criminales y asesinos. En tres mil años,
los políticos han provocado cinco mil guerras. Parece ser que el instinto de
barbarie es muy poderoso en los políticos; su único placer es destruir, mandar.
La religión les crea un problema, porque la religión ha dado al mundo las más
elevadas cimas de la consciencia: un Gautama Buda, un Jesús, un Chuang Tzu, un
Nanak, un Kabir. Estos son la verdadera sal de la tierra. ¿Qué ha brindado la
política al mundo? ¿Un Genghis Khan? ¿Un Tamerlain? ¿Un Nadir Shah? ¿Un
Alejandro Magno? ¿Un Napoleón? ¿Un Iván el Terrible? ¿Un Stalin? ¿Un Adolfo
Hitler? ¿Un Benito Mussolini? ¿Un Mao Tse Tung? ¿Un Ronald Reagan? Todos son criminales. En lugar
de estar en el poder deberían estar entre rejas; son inhumanos. Además, son gente espiritualmente
enferma. El deseo
de poder y dominio sólo surge en una mente enferma. Surge de un complejo de
inferioridad. La gente que no sufre de un complejo de inferioridad no se
interesa por el poder; se esfuerza por la paz. El significado de la
vida sólo puede
conocerse en un estado de paz, nunca a través del poder. Paz, silencio,
gratitud, meditación; estos son los elementos básicos de la religión. No se
puede permitir que la religión sea dominada por estúpidos políticos. La
situación es igual que si los enfermos pretendieran dominar y dirigir a los
médicos diciéndoles lo que deben hacer y lo que no deben hacer. De acuerdo, los
enfermos son mayoría, pero eso no quiere decir que el médico deba ser dominado
por la mayoría. El médico puede curar las heridas, puede curar las enfermedades
de la Humanidad. La religión es el médico. Los políticos ya han hecho demasiado
daño y están llevando a toda la Humanidad a un suicidio global.
Y aún así, Rajiv Gandhi tiene el
atrevimiento de decir que: "La religión no debe interferir", ¡Cuando
toda la vida de este planeta está en peligro! No solamente lo está el hombre,
sino también los inocentes pájaros con sus trinos, los silenciosos árboles y
sus flores y todo lo que está vivo. Los políticos han logrado crear un poder
destructivo tal, que es suficiente para acabar con la vida en la Tierra. Y
siguen acumulando más y más armas nucleares. De hecho, hace tres años, había
suficientes armas nucleares para destruir siete veces a cada hombre, para
destruir siete veces la Tierra entera o para destruir siete Tierras. Un hombre sólo muere una vez; no
se necesita acumular tanto poder destructivo. Toda la política está basada en mentiras.
Precisamente el otro día –nunca creí que un hombre en su sano juicio pudiese
decir algo así- Ronald Reagan realizó unas declaraciones. Había estado negando
siempre ante el Senado que se estuvieran entregando armas a ciertos países. Y
ahora las investigaciones han demostrado que mentía, que estuvo mintiendo
continuamente durante dos años. Han entregado armas destructivas a países
pobres y no lo han hecho a pequeña escala, sino en grandes cantidades. Ante la
evidencia, Ronald Reagan tuvo que justificarse, y lo que dijo da risa, ¡es
absolutamente ridículo!
Dijo: "En mi interior sé que
todo lo que dije es verdad. Pero... Los hechos que se han descubierto revelan
que es mentira. Sin embargo, creo todavía, honradamente, que todo lo que dije
es verdad". Él está admitiendo la evidencia y simultáneamente dice:
"Creo honradamente que todo lo que dije es cierto, aunque los hechos
demuestran que no fue así”. Los
políticos viven de mentiras, viven de promesas, pero esas promesas nunca se
cumplen. Son las personas más incapaces del mundo. Su única cualidad es la de
saber engañar a las pobres masas, o, en los países pobres, comprar sus votos. Y
una vez en el poder se olvidan completamente de que son en realidad los
servidores del pueblo; empiezan a comportarse como si fuesen sus amos.
¿Qué saben ellos del mundo interior del hombre? ¿Qué saben del éxtasis, de la
divinidad? Sin embargo, quieren impedir que la religión intervenga en la
política. Pero ¿qué hay de ellos? ¿Acaso se les debe permitir que interfieran
en la religión? ¿Es que lo más bajo va a dominar a lo más alto? ¿Es que lo
mundano va a dominar a lo sagrado? Esa sería la peor de las desgracias para la
Humanidad. Tal como yo lo veo, todos los políticos deberían ser meditadores, deberían conocer algo del
mundo interior; deberían ser más conscientes, más compasivos, deberían conocer
el sabor del amor, deberían conocer la experiencia del silencio de la
Existencia, la belleza de este planeta y los regalos de la vida. Y
además deberían aprender a ser humildes y agradecidos. La religión debería ser
el amo de todos los políticos. Porque a no ser que los políticos tengan algo de
religiosidad, no hay futuro alguno para la Humanidad. La religión debe
intervenir, metiéndose con los políticos. Porque si la religión no interviene...
Los políticos son ciegos,
no tienen ojos; son sordos, no tienen una mente que esté en silencio para poder
escuchar la verdad. Pero ¿por qué dice Rajiv Gandhi que religión y
política deberían estar separadas? La política es una nimiedad. La religión
abarca toda la evolución del hombre. La política debería ser sólo una mínima
parte de la vasta experiencia religiosa. No hay necesidad de ninguna
separación. Pero cuando el
político asume el poder, se vuelve tan egoísta que no puede pensar en acercarse
a esa gente simple y humilde, pero sabía. Los problemas van en aumento.
Los políticos han demostrado su impotencia para resolverlos, pero son incapaces
de buscar el consejo de la gente que, por tener mayor claridad, pueda guiarles.
Yo no soy un político. Nunca he votado en mi vida y no lo haré jamás, porque
¿qué sentido tiene elegir entre dos chimpancés? ¿Sólo por tener distintas
banderas? ¿Por tener símbolos diferentes? Los chimpancés son chimpancés. Lo que
los políticos han de tener es un profundo respeto por la religión, por la gente
religiosa, porque lo que está claro es que las personas religiosas no pelearán
por ganar unas elecciones; ningún hombre religioso mendigará votos.
Básicamente, él no tiene deseo alguno de satisfacer su ego, ni de esconder su
complejo de inferioridad. En su silencio, en su paz; en su dicha, ha conocido
la superioridad suprema. No hay nada que supere esto, no hay nada más elevado.
Él se ha convertido en su propio templo; su dios está dentro de su ser. El político vive de la guerra,
vive creando alborotos, vive del disturbio; éstos son sus alimentos. Adolfo Hitler escribió en su autobiografía:
"Si no tienes enemigos, no podrás ser un gran líder. Incluso si no los tienes, inventa la ficción de
que tu país está en peligro, porque cuando la gente tiene miedo es fácil
convertirlos en esclavos. Cuando la gente tiene miedo está dispuesta a seguir a
los políticos". A pesar de ser un loco, de vez en cuando decía
cosas muy significativas. Una vez dijo: "Los líderes más grandes de la Humanidad nacen en
épocas de guerra". Así que a menos que haya una guerra, no podrás
ser un líder. Tan sólo para satisfacer el deseo de ser un gran líder, tienes
que matar a millones de personas. Y
tiene razón; en época de
paz, la gente no necesita seguir a nadie, la gente no convierte a su líder casi
en un Dios para que su palabra sea ley. Los políticos intentan por todos
los medios mantener a la gente atemorizada. China está acumulando armas
nucleares en su frontera con la India; Pakistán concentra ejércitos en su
frontera con la India -los políticos indios siguen insistiendo en ello. En
Pakistán siguen diciendo que es la India la que concentra sus tropas en la
frontera; en China, insisten en que la India está desarrollando armas
nucleares. Y en los Parlamentos siguen diciendo, "No estamos desarrollando
nada". Pero esto es una mentira descarada. El líder chino ha de mantener
atemorizado a su pueblo. El líder indio tiene que asustar a los indios. Los
líderes pakistaníes tienen que mantener a su pueblo atemorizado. En tu miedo está su poder.
Cuanto más te asustan, más
poderosos son. Siguen creando ficciones, dentro y fuera del país:
guerrillas hindúes y musulmanas; luchas entre la gente que habla hindi y la que
no lo habla. Quieren que sigas luchando por cualquier cosa, incluso la más
trivial. Si te tienen ocupado peleando, ellos mantienen el poder. Si dejas de
luchar, su poder desaparece. Este es un juego muy sucio. Uno de los deberes del hombre religioso es
mantenerse por encima de la política y conducir a la gente hacia valores más
creativos, hacia una mejor Humanidad. De hecho, si las religiones
comprendiesen que toda la Humanidad es una y que no se necesitan naciones,
todos estos pigmeos políticos desaparecerían. Pero lo extraño del caso es que
los políticos siguen diciendo que la religión debería mantenerse alejada de la
política, ¿por qué? ¿Por qué debe separarse la verdad de la política? ¿Por qué
ha de estar el amor separado de la política? ¿Por qué ha de separarse la
consciencia meditativa de la política? ¿Por qué separar al corazón devoto de la
política? Sí, entiendo que deberían estar separadas en el sentido de que la
religión es lo más elevado. El
político necesita tratamiento psicológico y tratamiento espiritual y debería
acercarse al hombre religioso y solicitar su consejo. Es lo que se hacía
en la antigua India. Conocemos esa época; esa edad de oro permanece viva en la
memoria. Hubo un tiempo en que los reyes iban a los bosques a presentar sus
respetos a mendigos que nada poseían y a pedirles consejo. Los reyes solían
tocar los pies de aquellos que se habían realizado en señal de inmenso respeto,
porque incluso sólo su bendición puede transformarte. La política es funcional, es práctica, pero es
incapaz de transformar al hombre en una consciencia superior. Y esto es
especialmente cierto con respecto a la India, donde la situación siempre ha
dado asco. Y eso duele. Mahatma Gandhi solía decir, antes de la independencia,
que el primer presidente de la India sería una mujer. No sólo una mujer, sino
una "sudra", de la casta más baja de los intocables. Pero cuando
llegó la libertad, se olvidó de todas
las promesas que había estado haciendo y el juego de poder comenzó de nuevo al
viejo estilo. Pandit Jawarhalal Nehru es un brahmin; no es ni mujer, ni sudra.
Nuevamente es un brahmin quien asume el poder. Y durante cuarenta años, en la
India ha estado gobernando una sola familia de brahmines. Casi se ha convertido
en una dinastía familiar. Ya no es una democracia. Simplemente observa los
hechos. ¿Cuál era la influencia que Mahatma Gandhi tenía sobre la gente de la
India? Aparentaba ser muy religioso -aunque no lo era- fingiendo ser un santo
hindú, porque los hindúes eran mayoría; ellos eran los que gobernarían al país.
Por eso insistía tanto en que la India no debía dividirse; porque en una India
indivisa, serían los hindúes los que ostentarían el poder. Nadie podría
habérselo arrebatado porque los demás estaban en minoría. Nadie se ha dado
cuenta de su táctica política utilizando incluso la religión para fines poco
escrupulosos.
El doctor Ambedkar quería que los
intocables tuvieran una votación sólo para ellos y yo estoy totalmente de
acuerdo con él, por la sencilla razón de que durante cinco mil años esta gente
ha sido oprimida, explotada; han destruido toda su dignidad de seres humanos. Y
ellos son la cuarta parte de la población hindú. Hacen los trabajos más duros y desagradables;
por ello deberían ser respetados, deberían ser honrados pero por el contrario,
hasta su sombra se considera intocable. Si la sombra de un intocable cae sobre
ti, debes bañarte inmediatamente para purificarte.
Ambedkar tenía toda la razón al pedir
unas elecciones separadas para los intocables, sólo de este modo se tendría la
oportunidad y la certeza de que una cuarta parte de sus miembros, alcanzarían
un puesto en el parlamento. De otro modo, jamás lo lograrían y por lo tanto
nunca podrían cambiar las leyes inhumanas que Manú creo hace cinco mil años.
Existen grandes criminales, pero Manú parece ser el peor. Adolfo Hitler
respetaba a Manú; como también lo hacía Friedrich Nietzsche -ellos no
respetaban a Gautama Buda- y Manú ha sido una maldición para este país. Ha
despojado de su humanidad a millones de personas que están viviendo como
animales. Ambedkar era absolutamente lógico y correcto al decir que se les
debía otorgar un voto separado, pero Gandhi comenzó
una huelga de hambre para forzar a Ambedkar a retirar su propuesta; si
no lo hacía, ayunaría hasta morir. Ahora bien, esto es absolutamente ilógico. Incluso aunque convenzas a
la gente con tu ayuno, eso no quiere decir que tengas razón. Esto es chantaje,
es amenazar con, "Me suicidaré si no estás de acuerdo conmigo".
Obviamente todo el país presionó a Ambedkar diciéndole, "Suspende tu
campaña, porque si no lo haces, la muerte de Gandhi traerá graves consecuencias
para ti y para los intocables. Los quemarán vivos. Quemarán sus aldeas, porque
los hindúes se vengarán alegando que los sudras han causado la muerte de
Gandhi". Ambedkar se mantuvo firme en su propósito, pero al final se
rindió ante la perspectiva de lo que podría ocurrir si Gandhi moría... a pesar
de que esto no es un argumento válido. Si yo hubiera estado en el lugar de
Ambedkar, le hubiera dicho a Gandhi: "Puedes morirte, porque tu muerte no
es un argumento válido. Es una historia tan estúpida como esta otra que he
oído". Un hombre muy feo,
quería casarse con una joven muy bella; él era de la edad del padre de la
joven. Trató de conseguirla usando el método de Gandhi: llevó su colchón, lo
colocó frente a la casa de la mujer que pretendía y declaró que ayunaría hasta
que el padre le entregara a su hija en matrimonio. Por supuesto todos
simpatizaban con el pobre hombre diciendo: "Se está muriendo. ¡Qué amor
tan grande siente! Solamente hemos oído historias así en los cuentos.
¡Es verdaderamente un Majnu, un Fardad, un Mahival!" El padre estaba muy afligido y la
joven muy asustada. Durante todo el día la casa estuvo llena de gente que
gritaba: "Su muerte será un peligro para ti. Este hombre no es violento,
sino todo lo contrario; es religioso, está ayunando". Alguien le sugirió
al padre de la joven: "Ve a ver a algún viejo seguidor de Gandhi, para que
te diga lo que debes hacer". El seguidor de Gandhi le dijo: "No hay
ningún problema. Sé de una prostituta vieja y fea... Dale cien rupias y dile
que también lleve allí su colchón y se acueste al lado del hombre y le diga:
"Ayunaré hasta la muerte si no te casas conmigo". Esa misma noche, el
hombre cogió su colchón y escapó. Esos no son argumentos. Y Ambedkar fue
obligado a retirar su campaña. Y llevó un vaso de zumo de naranja a Gandhi para
que interrumpiera su ayuno. Esto es poner la religión al servicio de la
política. Ningún hombre religioso hubiera hecho eso. La idea de que la India
debía permanecer unida no fue más que una estrategia política utilizada en
beneficio de los hindúes para que los musulmanes, o los cristianos, o los
jainas o los sikhs, nunca pudiesen alcanzar el poder. De este modo los hindúes
siguen en el poder. Son la mayoría. Jinnah, el hombre que creó Pakistán, no era
en absoluto un hombre religioso, pero también se sirvió de la religión. Creó un
movimiento con el fin de que los musulmanes obtuviesen un país independiente;
de otro modo, no conseguirían tomar el poder jamás. De pronto se volvió un gran
musulmán, un gran religioso. Y en nombre de la religión... Todo fue pura
política: ni Mahatma Gandhi, ni Mohamed-Ali Jinnah eran religiosos. Ambos querían
poder. Desde entonces han pasado cuarenta años, ¿qué han hecho los políticos
por India? Cuando se logró la independencia, la población era de cuatrocientos
millones. No han conseguido detener la explosión demográfica que aniquilará al
país sin necesidad de armas atómicas. Ahora la población se ha multiplicado;
son ya novecientos millones! Y para finales de este siglo, la India tendrá la
mayor población del mundo. Hasta ahora la tenía China, pero China se está
comportando más científicamente y está intentando reducir su población. A
finales de esté siglo, uno de cada cuatro hombres, será indio. ¿Pero qué están haciendo los
políticos? Tienen miedo de decir algo a favor del control de la natalidad, a
favor del aborto, porque no les interesa si el país sobrevive o muere; lo que
les interesa es no herir a nadie. La gente tiene sus prejuicios y los
políticos no quieren tocar esos prejuicios, porque necesitan sus votos. Si
hieren estos prejuicios nadie votan por ellos. Sólo un hombre religioso con
"una visión muy clara”, alguien que no necesite el voto de la gente, puede
decir la verdad. Los
políticos sólo son capaces de decir hermosas mentiras, mentiras consoladoras,
con el único fin de conseguir tu voto. El hombre religioso no necesita
nada de ti. Al contrario, decir la verdad puede poner en peligro su vida,
siempre ha sido así. Cada
vez que la verdad ha sido dicha, el hombre que la dijo ha sido crucificado.
Los políticos buscan el poder, no que los crucifiquen. El mundo necesita más gente religiosa que sea
capaz de decir la verdad, aunque esto signifique la crucifixión. El
hombre religioso no tiene miedo de ser crucificado por la sencilla razón de que
él sabe que la muerte no existe. A lo sumo podrán destruir su cuerpo, pero su consciencia, su alma, su
Dios interior, seguirá viviendo. La religión debería tener un estatus
superior y se debería escuchar a la gente religiosa. El Parlamento debería
invitarles constantemente a que les diesen ideas sobre cómo resolver los
problemas del país, porque por sí mismos parecen ser absolutamente incapaces de
resolver nada. Los
problemas siguen creciendo, pero el ego del político no quiere que nadie esté
por encima de él. Pero te guste o no, el hombre religioso es superior a
ti. Tú no puedes provocar una transformación en la consciencia de la gente; él
sí. Ciertamente, la religión no debería descender de lo sagrado a los asuntos
triviales de la política. Así que en este punto estoy de acuerdo: la religión y
la política deberían estar separadas. La distancia es grande. La religión es
una estrella del firmamento y los políticos son criaturas rastreras de la tierra. Están separadas.
No hay duda de que deben permanecer separadas. Pero los políticos deberían
recordar que se ocupan de asuntos mundanos. Y esa no es la verdadera meta de la
Humanidad. La gente
religiosa está haciendo un enorme esfuerzo para elevar a la Humanidad, para
elevar su consciencia, su amor, su compasión, hasta un punto donde las guerras
sean imposibles, donde los políticos no puedan engañar a la gente, donde sus
mentiras y sus promesas queden al descubierto. Esto no es intervenir en la
política, es sencillamente proteger a la gente de la explotación de los
políticos. La separación ya es un hecho. ¿Quién ha metido la idea a
Rajiv Gandhi de que la religión y la política no están separadas? La política
es algo que pertenece a las cloacas. La religión pertenece al cielo abierto y
limpio, como el pájaro volando a través del sol para llegar al centro mismo de
la Existencia. Es muy cierto que la gente religiosa no participará en la
política, pero los políticos deberían aprender a ser humildes; su poder no
debería cegarles. El poder
corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente; todos los políticos están
corrompidos por el poder. ¿Y qué poder tienen? El de matarte. Su poder es el
poder del carnicero, nada glorioso ni respetable. El hombre religioso
tiene una calidad de poder totalmente diferente. Éste radica en su presencia,
en su gran amor y reverencia por la vida, en su gratitud a la Existencia. No
deberíamos olvidar que lo inferior debe permanecer dentro de sus límites y que
se debería pedir consejo a los sabios para resolver los problemas que los
políticos son incapaces de resolver; ni siquiera tienen un cerebro adecuado
para resolverlos. Pero las intenciones de Rajiv Gandhi son totalmente
distintas. Lo que él quiere es que la política sea el único poder que domine al
mundo entero, incluyendo a la religión, y que sea la religión la que siga los
dictados de la política. Condeno absolutamente esa idea. La religión no puede
seguir los dictados de los políticos. Son los políticos los que deberían
aprender a escuchar el consejo de la gente religiosa. Los problemas son tan pequeños que cualquier
hombre con inteligencia y buena voluntad puede fácilmente resolverlos. Pero el
político no quiere resolverlos; sólo habla de resolverlos, porque su poder
depende de la cantidad de problemas que tengas. Mientras más problemas tengas y
más desgraciado seáis, más poderosos serán. Para la consciencia
religiosa, cuanto más dichoso seas, más amoroso, más alegre, más jubiloso...
quiere que tu vida sea una canción, una danza, porque ésta es la única forma de
rendir culto a la fuente de toda vida: con nuestra alegría, con nuestra danza y
nuestras canciones.
Capítulo 2
Cuando la
Religión se Convierte en Iglesia
Osho, ¿Qué es
la religión? ¿Cuál es tu opinión sobre
las religiones organizadas?
La religión es la más alta aspiración
de la consciencia humana, es la búsqueda individual de la verdad. La verdad
interna no pertenece al conocimiento común. Cada cual ha de entrar en sí mismo;
cada vez es un nuevo descubrimiento. No importa cuánta gente haya alcanzado su
Realización, su Despertar. En cuanto lo alcanzas, es absolutamente nuevo,
porque no puede tomarse prestado. La búsqueda consiste básicamente en llegar a
conocer tu interior. Tienes una parte externa, y ninguna parte externa existe
sin una interna. La propia existencia de lo externo es la prueba de la
existencia del mundo interior. El mundo interior está formado por tres capas: los pensamientos son la
más superficial, los sentimientos son más profundos, y luego está el ser, que
es tu divinidad. Conocer la propia divinidad, la propia eternidad, es la
búsqueda fundamental de la religión. Todos los sentidos te llevan hacia el
exterior: los ojos se abren para mirar lo exterior, los oídos oyen lo que
sucede en el exterior, tus manos tocan lo que hay en el exterior. Los sentidos
son las puertas para salir. Y recuerda siempre que la puerta que te sirve para
salir, también te sirve para entrar; la misma puerta por la que sales de tu
casa, es por la que entras cuando regresas. Sólo cambia el sentido. Para salir
necesitas tener los ojos abiertos; para entrar necesitas cerrarlos; has de
mantener todos tus sentidos callados. El
primer encuentro es con la mente; pero esa no es tu realidad. Aunque esté en tu
cerebro, no eres tú; es el reflejo del exterior. Todos tus pensamientos son un reflejo del exterior.
Por ejemplo, un ciego no puede imaginarse los colores porque no los ha visto;
por lo tanto ese reflejo no es posible. El ciego ni siquiera sabe qué es la
oscuridad y debido ha que nunca ha visto ni luz ni oscuridad, no hay
posibilidad de reflejo alguno. El ciego no conoce ni la luz, ni la oscuridad;
para él esos dos términos carecen de sentido. Y si analizas tus pensamientos
descubrirás que surgen en tu interior debido a la realidad exterior, de manera
que son básicamente externos. Reflejos en el lago interior de tu consciencia.
Pero debido a estos pensamientos... una multitud inmensa que se va acumulando
en ti y creando una muralla china... Tienes que ir más allá de tus pensamientos. Y la religión conoce
un solo método; con diferentes nombres, pero un solo método: la observación, el
ser testigo. Simplemente observa tus pensamientos, sin juzgarlos, sin
condenarlos, sin darles importancia... con un extremo desapego. Simplemente
observa tus pensamientos fluyendo sobre la pantalla de tu mente. Y a medida que
el observador se fortalece, tus pensamientos van disminuyendo. Si el observador
supone el diez por ciento de tu energía, entonces el noventa por ciento se
desperdicia en pensamientos. Si tu observador absorbe el noventa por ciento,
entonces sólo el diez por ciento se invierte en pensamientos. En el momento en
que tú eras cien por cien un observador, la mente queda vacía. Todo este
proceso es lo que se conoce como meditación. Al atravesar los pensamientos llegas
a la segunda capa, la de los sentimientos, la de tu corazón, que es más sutil.
Pero ahora tu observador es ya capaz de observar tus estados de ánimo, tus
sentimientos, tus sensaciones; aunque sean de lo más sutil. Y el mismo método
funciona como con los pensamientos; pronto no habrá sentimientos, sensaciones,
estados de ánimo... Habrás ido más allá de la mente y del corazón. Ahora queda
un silencio profundo; nada se mueve. Éste es tu ser. Esto eres tú. El sabor de tu ser es la verdad.
La belleza de tu ser es la
belleza de la Existencia. El silencio de tu ser es el lenguaje que la
Existencia entiende. Y recogido en tu ser, has llegado a casa, tu
peregrinaje se ha terminado, tu lucha ha cesado. Cómodamente te asientas en
silencio en tu ser. Un gran esplendor oculto se te revela porque no estás
separado de la realidad; eres uno con ella. Los árboles, la luna, las estrellas y las montañas, todo
es parte de una unidad orgánica. Tú eres también parte de esa unidad orgánica,
eres parte de Dios. La religión es el supremo logro del hombre. Más allá
de la religión no hay nada, pero tampoco hay necesidad de nada más. Tu ser es
tan extático, rebosa tanta felicidad, tanto silencio, tanta paz, tanta
comprensión, tanto éxtasis, que por primera vez la vida se vuelve realmente una
canción, una danza, una celebración. Pero la religión
organizada es algo totalmente diferente, así que siento que debo
aclararte que la religión auténtica es siempre
individual. Cuando la verdad se organiza, muere; se convierte en una
doctrina, en una teología, en una filosofía, pero deja de ser una experiencia,
porque una multitud no puede tener experiencias. Las experiencias suceden sólo
a los individuos. Es casi como el amor. Con el amor no puedes crear
organizaciones para no tener así que preocuparte, para que la organización se
encargue de todo, para que el sacerdote ame en tu lugar. Y eso es lo que le ha
sucedido a la religión. Cada
vez que un hombre descubre la verdad, inmediatamente una parte de la Humanidad
-la más astuta: los sacerdotes- lo rodea. Empiezan a recopilar sus palabras, empiezan a
interpretarlas y empiezan a proclamar que si la gente quiere saber la verdad,
ha de hacerla a través suyo; ellos son los intermediarios de Dios. Pueden
llamarse a sí mismos profetas, pueden hacerse llamar mensajeros, pueden escoger
el nombre que sea, pero la realidad es que se han colocado a sí mismos como
agentes de Dios. No conocen a Dios, pero en nombre de
Dios explotan a la Humanidad. La
religión organizada es otra forma de política. Así como he condenado
a la política como la más baja de las actividades humanas, lo mismo hago con
las religiones organizadas. Tú
puedes verlo: los sacerdotes y los políticos han estado siempre en conspiración
contra la Humanidad. Se han apoyado unos a los otros. Han dividido las cosas
entre ellos para que lo mundano sea de los políticos -ahí gobiernan ellos- y tu
vida interior pertenezca al sacerdote; ahí es él el que manda. Uno a
veces se asombra... parece increíble que en pleno siglo
veinte el Papa pueda declarar -como lo hizo hace unos meses que el comunicarse
directamente con Dios es un pecado. Debes hacerlo por el conducto
adecuado, a través del
sacerdote, porque si la gente
comenzara a
dirigirse directamente a Dios
-confesarse a Dios, rezarle a Dios- millones de sacerdotes se quedarían
sin empleo. Ellos no hacen nada; su función es engañarte. Tú no conoces el
lenguaje de Dios ni eres tan evolucionado; por una simple donación a su iglesia
o templo, ellos hacen el trabajo por ti. Todas esas donaciones van a la bolsa
de los sacerdotes. No saben nada de Dios, pero son muy eruditos: pueden repetir
las escrituras como loros. Pero su íntimo anhelo no es de Dios, ni de la
verdad. No son buscadores; son explotadores. Supe que un cura compró dos loros a los que
enseñó -con mucho trabajo- hermosos pasajes sobre Jesucristo. Y todos estaban
asombrados porque hablaban muy correctamente. Les hizo unos pequeños rosarios
-para que estuviesen constantemente rezando y también les compró unas pequeñas
Biblias... Así que tenían siempre sus Biblias abiertas mientras repasaban las
cuentas. Aunque no podían leer lo sabían todo de memoria. El cura abría una
página y decía: "Página doce". Y ellos empezaban a leer. No es que
leyeran; repetían de memoria. El cura estaba muy satisfecho y pensó que sería
bueno tener otro loro para enseñarle a decir sermones completos en vez de
recitar la Biblia y rezar el rosario. Encontró un loro cuyo dueño le aseguró:
"Su deseo será satisfecho; nunca he visto un loro tan inteligente”. Pero
no se dio cuenta de que era un loro hembra. En cuanto fue puesto en la jaula
con los otros dos loros -que estaban rezando el rosario y leyendo la Biblia-
ambos miraron a la hembra y uno de ellos dijo: "¡Jorge, deja el rosario.
Nuestras plegarias han sido escuchadas!". Tus sacerdotes no son más que loros y sus
plegarias son para obtener poder, prestigio, dinero. Son políticos disfrazados.
Hacen política en el nombre de Dios, la política de los números. Hay
ahora setecientos millones de católicos; evidentemente el Papa es el hombre
religioso más poderoso del mundo. Todas las religiones ha incrementado el número de sus fieles utilizando
diferentes métodos. A los
musulmanes se les permite tener cuatro esposas para así engendrar cuatro niños
al año. Han tenido un
gran éxito; son la segunda gran religión después del cristianismo.
"Religión organizada" es sólo una expresión sin contenido, sin
significado; en ella se esconde la política de los números. Y lo sabes
perfectamente. Cuando las elecciones se acercan, tus políticos van a ver al
Shankaracharya. Durante cinco años nadie va a visitarle, pero cuando las
elecciones se acercan, entonces el primer ministro visita al Shankaracharya;
acude en peregrinación a templos situados en montañas tan altas como los
Himalayas. ¿Para qué? Repentinamente surge una gran devoción religiosa, que
declina en cuanto las elecciones terminan. Esta gente necesita los votos,
tienen que mostrar respeto a los dirigentes de las religiones. Y un
Shankaracharya se siente halagado cuando un primer ministro le toca los pies. Y
los hindúes, los seguidores del Shankaracharya, piensan que su primer ministro
es muy devoto. Cuando el
Papa viene a la India, incluso el presidente y el primer ministro con todo su
gabinete forman en fila para recibirle en el aeropuerto. ¿Para qué? La
tercera gran religión en la India es ahora el cristianismo y si muestras
respeto por el Papa significa que todos los votos de los cristianos van a ser
tuyos. Las religiones
organizadas -ya sea el cristianismo o el hinduismo o el islamismo- nunca han
buscado la verdad. En dos mil años, ¿qué verdad ha organizado el
cristianismo además de lo ya dicho por Jesús? Así que ¿qué necesidad hay de
esta organización? No ha
incrementado la religiosidad de la gente; simplemente ha repetido lo que dijo Jesús,
lo que está a disposición de todos en los libros. En veinticinco siglos,
¿cuántos budistas han ido en busca de la verdad o la han hallado? Son sólo una larga fila de loros
repitiendo, lo que Gautama Buda encontró. Y debes recordar que Buda no fue parte de ninguna religión organizada, ni
tampoco lo fue Mahavira, ni Jesús. Ellos eran buscadores individuales. Ese es
el privilegio y la dignidad del individuo. Las religiones organizadas, al igual que los políticos,
han provocado las guerras. Los nombres pueden cambiar: los políticos luchan por
el socialismo, el comunismo, el fascismo, el nazismo... y las religiones
organizadas luchan por Dios, por el amor, por su propio concepto de lo que es
la verdad. Y millones de personas han resultado muertas en los choques
entre cristianos y musulmanes, entre cristianos y judíos, entre musulmanes e
hindúes, entre hindúes y budistas. La religión no tiene nada que ver con la
guerra; es la búsqueda de la paz. Pero las religiones organizadas no están interesadas en la
paz; están interesadas en volverse más y más poderosas y dominantes.
Condeno a los políticos e igualmente condeno a las religiones organizadas,
porque no son más que política. Por esto, cuando digo que la gente religiosa
debe ser respetada, honrada y que los políticos deben acudir a ellos en demanda
de consejo, no me refiero a las religiones organizadas; me refiero a los
individuos religiosos. Y
un individuo religioso no es ni hindú, ni cristiano, ni musulmán. ¿Cómo podría
serlo? Dios mismo no es ni hindú, ni musulmán, ni cristiano, y el hombre que
conoce algo de lo Divino adquiere los colores de la Divinidad, exhala el aroma
de la fragancia divina. En el antiguo Oriente, esta gente religiosa fue
el más elevado florecimiento. Incluso reyes y emperadores acudían a ellos para
postrarse a sus pies y recibir su bendición, para solicitar consejo sobre
problemas difíciles de resolver. Si queremos que el mundo siga existiendo,
tenemos que retornar a nuestros antiguos días de infancia, cuando la persona
religiosa no albergaba intereses privados. Por eso sus ojos estaban limpios,
por eso su corazón era puro amor, su ser era en sí una bendición. Quienquiera
que llegaba a él, era curado; sus problemas resueltos; obtenía nuevos enfoques
para sus viejos problemas. Las religiones organizadas deben desaparecer del
mundo, han de abandonar su máscara de religiosidad. Son simplemente políticos,
lobos con piel de cordero. Han de desvelar sus verdaderos intenciones; son
políticos, no hay nada malo en ello. Siempre han sido políticos, pero han
estado haciendo política en nombre de la religión. Las religiones organizadas
no tienen futuro alguno. Deben abandonar su disfraz y mostrarse como políticos
y ser parte del mundo político, para que así podamos encontrar al individuo
auténticamente religioso, que es muy raro de encontrar. Pero unos cuantos
individuos auténticamente religiosos, bastan para conducir al mundo entero
hacia la luz, hacia la vida inmortal, hacia la verdad última.
Capítulo 3
No Estoy en
Contra del Papa
Osho, Tú estás
muy en contra del Papa. ¿Se debe a que la Iglesia Católica es quizás la más
organizada de las religiones?
No estoy en contra de nadie, pero sí
estoy a favor de la verdad. Voy a criticar todo aquello que vaya contra la
verdad; para mí es un deber sagrado. Que la Iglesia Católica sea la religión
más organizada, es una de las razones por las que critico tanto al Papa. Hay
también otras razones. Me gustaría detallarte todas las razones de mis
críticas. Primero, la
Iglesia Católica en particular y el cristianismo en general, no son en absoluto
una religión. Llamarla "religión organizada" es utilizar un término
equivocado. Es
una "superstición organizada". Durante estos veinte siglos después de
Jesucristo; el cristianismo ha estado defendiendo toda clase de supersticiones
y luchando contra la ciencia, contra todos los descubrimientos de la verdad. Y
quienes han promovido esta guerra entre la superstición y la ciencia, han sido
los Papas. En primer lugar, durante estos
veinte siglos los Papas han estado proclamando su infalibilidad, lo cual es
algo absurdo. Pero según su lógica, ellos representan a Jesucristo y Jesucristo
es el único hijo de Dios. Por tanto, indirectamente ellos son el instrumento de
Dios, ¿cómo podrían ser pues falibles? Pero la vida no es lógica. Tu Dios mismo es una ficción. El
que Jesucristo sea el unigénito de Dios, es otra ficción. Y la infalibilidad
del Papa es simplemente ridícula.
Cuando
Galileo
descubrió que no era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra, sino que era
la Tierra la que giraba alrededor del Sol -era ya viejo, setenta y cinco u
ochenta años, casi en su lecho de muerte-, fue llevado ante la presencia del
Papa. Y el Papa le dijo: "Antes de morir desdícete de lo que afirmas
porque va en contra de lo que dice la Biblia. Y todo lo que va contra la
Biblia, es falso porque la Biblia es la palabra de Dios". Galileo era un
gran científico y tengo un enorme respeto por él. A su edad y a las puertas de
la muerte seguía teniendo un gran sentido del humor. Él dijo: "No hay problema,
lo cambiaré; escribiré en mi libro exactamente lo que está escrito en la Biblia
-que el Sol gira alrededor de la Tierra pero he de decir claramente lo
siguiente: ni el Sol ni la Tierra van a leer mi libro. En realidad, la Tierra seguirá moviéndose alrededor del
Sol". "¿Y por qué insistís? Tengo las pruebas, he dedicado mi vida a
la investigación y todos los que tienen una mente científica están de acuerdo
conmigo. Tarde o temprano tendréis que estar también de acuerdo conmigo porque
uno no puede mantenerse en contra de la verdad por mucho tiempo."
El Papa dijo: "No podemos
tolerar nada que vaya en contra de la Biblia por la simple razón de que si algo
de lo que dice resulta falso, entonces la infalibilidad de Dios desaparece. Y
si Dios mismo es falible, ¿qué pasará con Jesucristo? ¿Y con el Papa? Y si Dios
ha escrito una falsedad, ¿quién sabe?, puede ser que haya escrito muchas otras.
No podemos permitirlo". Durante trescientos años los Papas han estado
luchando duramente contra todos y cada uno de los descubrimientos científicos
de la verdad. Nadie puede
salir victorioso contra la verdad, pero lo han intentado con todas sus fuerzas.
Es la única religión que ha peleado contra la ciencia; ésta es una de
las razones fundamentales por las que estoy en contra del Papa. Incluso ahora
continúan oponiéndose a la ciencia sabiendo perfectamente que saldrán
derrotados y que es una batalla perdida. Y continúan llamándose infalibles. Es
sorprendente cómo la gente puede tener tan poca vergüenza. Es hora de que
aprendan. Ellos
sacrificaron y quemaron a Juana de Arco por
orden del Papa, porque él la declaró bruja. ¿En base a qué, a qué razonamiento,
a qué revelación? ¿Sólo porque el Papa lo diga, tiene que ser cierto? La
palabra del Papa es ley; la palabra del Papa es la verdad. Quemaron a una gran mujer,
valerosa e inteligente, que había luchado por la libertad de su país y que
había ganado para éste la libertad. Sintieron celos de que una mujer se hiciera
tan notable que incluso el Papa quedara en un segundo plano. Fue quemada
por celos; no había cometido pecado. Toda Europa se conmovió y lentamente
empezó a levantar la voz contra su muerte. Pero tuvieron que pasar casi trescientos años para que la voz
de la gente fuera escuchada y otro Papa declarara a Juana de Arco una gran
santa. Un Papa la quema viva, por bruja -tenía relaciones carnales con el
diablo- y después de trescientos años, otro Papa -su sucesor, representante del
mismo Jesucristo y de Dios- declara que era una santa. Sus restos fueron
exhumados y ahora son venerados, y una hermosa catedral se yergue en su
memoria. Ahora ya no se la llama simplemente Juana de Arco, sino Santa Juana de
Arco. El Papa viaja continuamente por
todo el mundo, predicando particularmente en los países de Oriente donde la gente es muy pobre y donde
va a volverse más y más pobre cada día -que el control de la natalidad es
contrario a Dios, que cualquier método que impida el nacimiento de un niño es
contrario a Dios. Pero el Papa no está interesado en que la gente viva
mejor, sin pasar hambre. La gente no debería morir por falta de agua, de
alimento. Y te sorprenderá saber que por una parte el Papa habla contra los
métodos de control de la natalidad y por la otra, el Vaticano tiene una fábrica
clandestina donde se fabrican píldoras anticonceptivas porque es un buen
negocio y deja millones de dólares. ¿Llamas a esa gente,
"religiosa"? El viaja por todo
el mundo diciendo que los curas católicos, los obispos y cardenales, no deben
inmiscuirse en la política, porque él quiere tener a los políticos a su favor.
Y está demostrado que él mismo envió a Polonia -a un partido político- cien
millones de dólares para luchar contra el comunismo, ¿no es esto política? Y su
interés por no controlar la natalidad es en realidad un interés por aumentar la
población. Lo que suceda a la gente, no es el problema. Si la gente es pobre y
pasa hambre puede fácilmente ser convertida al cristianismo, en particular a la
Iglesia Católica. Sus escuelas, sus hospitales, sus orfanatos, no son sino
fábricas para convertir a la gente al catolicismo. Es un hecho bien conocido
hoy en día que para finales de siglo casi la mitad de la población mundial se
estará muriendo de hambre. Es difícil de imaginar esa situación en la que un
hombre de cada dos vaya a morir. Por todas partes habrá cadáveres sin que haya
nadie para enterrarlos o llevarlos a la funeraria. De hecho, morir será mejor que vivir entre tanto
cadáver. El mundo entero apestará a muerte. Los Papas no parecen estar interesados en salvar a
la Humanidad. Su principal interés consiste en convertir más y más gente a su
religión, porque esa es su fuerza. Es pura política. Toda la teología cristiana está basada en esas
ideas estúpidas; llamarla religión es absurdo. Jesús nace de una madre virgen. Toda la ciencia médica contradice
este hecho; no es posible. Pero éste es uno de sus fundamentos; si lo dejas de
lado, el edificio entero del cristianismo se derrumba. No han dado al
mundo ningún método para elevar la consciencia, no han producido gente
Iluminada, pero bajo la red
del catolicismo han atrapado a setecientos millones de personas. Están llenos
de creencias absurdas y aun cuando tienen ojos, no ven; tienen oídos, pero no
oyen. Y si les dices algo, están dispuestos a crucificarte. Están en contra de
la crucifixión de Jesús, pero siempre están dispuestos a crucificarte si dices
simplemente la verdad. Dije en uno de mis discursos que la Santa Biblia
era uno de los libros menos santos del mundo, pues tiene quinientas páginas de
pornografía pura. Uno de mis amigos de América, al oír esto, compiló esas
páginas y las publicó en un libro llamado X Rated Holy Bible. Y acabo de
recibir unas citaciones desde "Kanpur". Diez asociaciones cristianas
han iniciado un pleito en mi contra, por estar hiriendo sus sentimientos
religiosos. No puedo creer
que la gente esté tan ciega. Si hay algo que hiere tus sentimientos religiosos,
eso es tu Biblia; yo no tengo nada que ver con ella. Deberías decirle al
gobierno que prohibiera la Biblia o la clasificara como literatura
pornográfica. No me estoy inventando nada. Esas quinientas páginas están
allí, en la Biblia, y esas diez asociaciones deberían al menos haber ojeado sus
Biblias para saber de qué estoy hablando; si no, ante los tribunales quedarán
como absolutos estúpidos. Ahora
se están iniciando movimientos en todos los países para lograr que la
homosexualidad sea declarada un gran crimen. Y todo el mundo sabe que el Papa
Pablo VI era homosexual. Antes de ser Papa era el cardenal de Milán, y ya
entonces, eso era un rumor vox populi. Todo Milán estaba sorprendido de verle
siempre con su amigo, un hermoso joven. Aun conociéndose este hecho, llegó a
Papa. Y cuando fue nombrado Papa, su amigo fue llamado al Vaticano y se
convirtió en su secretario. Comúnmente la secretaria es la amiga; aquí era algo
diferente, pero la misma historia. Y el Vaticano nunca ha negado esto. No
pueden; es un hecho evidente. Pero si lo dices, significa que estás contra el
Papa. Yo estoy sólo a favor de la verdad. Pero quizás esto empezó con la virginidad de
María y el nacimiento de Jesús. Oí que...
Ésta es una historia del futuro porque este Papa polaco tardará mucho en
morir. Comúnmente los Papas mueren en uno o dos años; pues para cuando son
nombrados Papas, tienen ya alrededor de setenta y cinco años. Y probablemente
esperaban que este polaco moriría también, pero no conocen a los polacos. Él se
ha olvidado completamente de morir y está disfrutando su puesto enormemente;
ningún otro Papa lo había hecho así. Continuamente viaja por todo el mundo y el
Vaticano está endeudándose. Se ha gastado en viajes nueve millones de dólares.
Dos días antes de que fuera a Australia, la Reina británica había ido también.
Gastaron más dinero en la visita del Papa a Australia que en la visita de la
Reina de Inglaterra. Y ésta es la gente que dice: "Bienaventurados sean los pobres". Pero
finalmente el Papa polaco murió y fue al cielo con todos los honores. A las
puertas del cielo San Pedro le detuvo y le dijo: "Hola, no puedes entrar
así como así, ¿quién eres?". El
Papa le contestó: "Soy vuestro representante en la Tierra. Soy el
Papa". San Pedro le dijo: "¿El
Papa? ¿Nuestro representante? Nunca hemos oído hablar de ti". El Papa sorprendido le contestó: "¡Oh,
bien! Tan sólo dile a Dios que ya estoy aquí. Él te dirá que me dejes
entrar". San Pedro gritó:
"Oiga, jefe, aquí hay un tipo diciendo que es el Papa, ¿le
conoce?". Jesús contestó: "No,
nunca oí hablar de él". San Pedro
dijo: "Lo siento. No te puedo dejar entrar. Nadie de aquí te
conoce". El Papa le dijo: "No
puedes decirme que me vaya, soy el Papa en persona. Pregunta al Espíritu Santo.
Seguro que él me conoce". San Pedro gritó otra vez: "¡Oye, Paloma! Un
tipo insiste en que le conoces. Dice que es el Papa". Y el Espíritu Santo
contestó: "¿El Papa? Claro que le conozco. Es el tipo que hizo correr esos
sucios rumores entre María y yo. Échalo fuera". Toda la religión se
basa en un chiste verde. Al Papa Pablo VI -que era homosexual- le sucedió el
Papa Juan Pablo I. Era un hombre liberal e inteligente que ordenó investigar a
los cardenales y obispos pertenecientes a las Logias Masónicas, las cuales
estaban prohibidas por la Iglesia Católica. Estas Logias Masónicas tienen como
miembros sólo a la gente más rica del mundo. Son sociedades secretas que
realizan rituales secretos. Habían sido condenadas por el cristianismo, por lo
que ningún cura, obispo o cardenal, ni nadie con un puesto oficial podía ser
miembro de una Logia Masónica. Sus rituales consisten en orgías sexuales y otra
clase de actos repugnantes. Juan Pablo I ordenó investigar a los cardenales y
obispos pertenecientes a estas logias. Descubrió que muchos altos jefes del
Vaticano eran masones y ordenó que fueran destituidos. ¿Ves la hipocresía? Es
la misma gente que promulgó la ley prohibiendo a los curas ser miembros de las Logias
Masónicas, pero en el mismo Vaticano se descubrió que cardenales, obispos y
arzobispos formaban parte de ellas. Y debido a que Juan Pablo I ordenó
destituirles, toda la jerarquía y la burocracia católica se pusieron en contra
de este hombre tan inteligente. En toda la historia del cristianismo, él es
quizá el único Papa con algo de inteligencia, algo de humanidad, algo de
comprensión. Al mismo tiempo ordenó una investigación en el Banco del Vaticano, la cual
reveló que el banco blanqueaba cada año cientos de millones de dólares
provenientes de la mafia de las drogas, de la heroína. Estas son tus instituciones religiosas. El
mismo Banco del Vaticano, cuya cabeza es el Papa, no es más que la mayor mafia
organizada. ¡Cientos de millones de dólares procedentes de la heroína! Hablan y
predican contra las drogas cuando entre bastidores ellos mismos trafican con
ellas. También convocó una asamblea para anunciar que la Iglesia
apoyaría el control de la natalidad. Realmente era un hombre de gran
entendimiento; quería llamar a la píldora, la "píldora católica".
Pero antes de poder convocarla fue encontrado muerto en circunstancias
sospechosas. Fue asesinado. El gabinete del Vaticano declaró que murió de un
paro cardíaco, pero eso es absolutamente falso, porque su propio médico
personal afirmó que su corazón estaba perfectamente y que nunca había tenido
ningún problema. Y lo más significativo es que no llamaron a su médico
personal. En su lugar, los responsables del Vaticano ordenaron inmediatamente
embalsamar el cadáver e impidieron que su médico le examinara. También
rehusaron la autopsia. No se expidió un certificado de defunción, de modo que
hasta hoy, oficialmente continúa viviendo, puesto que no hubo certificado de
defunción. Y se hizo la autopsia después de haberlo embalsamado. Pero una vez
que se embalsama un cadáver -después de extraerle la sangre del cuerpo y
reemplazarla con sustancias químicas- resulta imposible averiguar si ha sido
envenenado o qué fue lo que sucedió. Pero la situación es muy clara. Personas
cercanas a él sostienen que los papeles que él tenía en la mano cuando el
cuerpo fue descubierto, eran los de su testamento. Dándose cuenta a media
noche, de que había sido envenenado, de que iba a morir, habría tratado de
escribir su testamento o contar lo que le había sucedido, lo que le habían
hecho. Pero misteriosamente sus papeles desaparecieron al igual que el frasco
con su medicina. Se cree que mezclaron veneno en su medicina y que él la tomó
pensando que era su medicamento. Cuando el veneno empezó a surtir efecto, debió
de haber tratado de escribir su testamento. Debió de haber tratado de contar
que -según parecía- había sido envenenado y que se estaba muriendo. La gente
que lo encontró primero, vio que era el testamento lo que apretaba en sus manos.
Y lo más sorprendente es que aun antes de que encontraran su cuerpo, se habían
dado instrucciones de que el cadáver fuera embalsamado, porque la gente que
estaba en la conspiración sabía que por la mañana sería necesario disponer de
los embalsamadores. Así que todo se preparó anticipadamente. No fue una muerte
accidental. Le sucedió el Papa Juan Pablo II, el polaco, que prohibió todos los
métodos de control de la natalidad, excepto el método del ciclo, aun cuando el
Vaticano es en realidad dueño de una fábrica de píldoras anticonceptivas.
También anuló la ley por la cual la Iglesia prohibía a los clérigos ser
miembros de las Logias Masónicas. Y ascendió a Marcinkus, el jefe del Banco del
Vaticano, al cargo de arzobispo y le nombró miembro de su círculo personal.
Este hombre era el mismo hombre que dirigía la Mafia que blanqueaba el dinero
de la heroína a través del banco. En 1982, el arzobispo Marcinkus estuvo
envuelto en un gran escándalo financiero cuando un banco italiano quebró. Uno
de sus amigos de negocios fue encontrado ahorcado bajo el puente de Londres. Y
otro colega -que había estado en la cárcel bajo el cargo de haber asesinado a
un comisario de policía- murió al beber café con cianuro. Ellos eran los que
podían haber testificado contra el arzobispo Marcinkus, ellos conocían todos
los secretos; y ambos fueron asesinados. Se dictó una orden de captura contra
el arzobispo, pero el Vaticano es un gobierno independiente -de sólo ocho
millas cuadradas- y el gobierno italiano no tiene poder para intervenir en él.
Y el Papa ocultó a ese hombre dentro del Vaticano. La orden de busca y captura
está esperando afuera. Estos son tus líderes religiosos. El Papa polaco también
ha estado reprendiendo severamente a sacerdotes de todo el mundo por intervenir
en política, pero él mismo ordenó que millones de dólares del Vaticano fueran
entregados al grupo Solidaridad, en Polonia, que luchaba contra el gobierno
comunista. Estoy en contra de las religiones organizadas porque en cuanto algo
sé convierte en una organización, empieza a perseguir sus propios intereses. Y
la religión queda olvidada; otras cosas se vuelven más importantes. La verdad y
la búsqueda de la verdad necesitan de tu entrega total; nada ha de interferir.
Una religión organizada se convierte en una prisión. Empieza a suministrarte
doctrinas ya hechas y tu única función es creer en ellas, bien sean razonables
y lógicas, o no lo sean. No estás autorizado para experimentar por ti mismo
porque, ¿quién sabe?, podrías encontrar algo que fuese contra la doctrina
oficial. Pero la doctrina oficial no puede convertirse en tu Iluminación. La
doctrina oficial puede hacer de ti un erudito, pero no puede hacerte sabio, no
puede volverte intuitivo, no puede hacerte consciente de Dios. Critico al Papa
porque no sólo es la cabeza visible de una religión organizada, sino también la
cabeza de un gobierno. No es gran cosa -sólo ocho millas cuadradas pero aun
así, es reconocido como Jefe de Estado, tiene representantes en la ONU, tiene
embajadores en diferentes países. La religión es algo tan elevado, y la
política es algo tan bajo, que has de recordar esto: cuando se mezcla algo bajo
con algo elevado, es siempre lo elevado lo que se corrompe, no lo bajo... Es
siempre lo superior lo que pierde su calidad de ser superior; lo inferior no
tiene nada que perder; no puede caer más bajo. Está ya en lo más bajo. La
religión y la política deben estar separadas. Y en cuanto la religión se
organiza, se convierte en política. Por lo tanto, la religión jamás debe
organizarse; ha de ser la búsqueda privada, personal e íntima de cada uno. El individuo ha de tener al menos un área de
su vida en la que pueda ser totalmente libre, sin que nadie decida por él,
donde pueda abrir sus alas como un águila y volar por el cielo, sin cadenas,
sin ligaduras, sin obstáculos. La
religión florece sólo en un corazón absolutamente libre de doctrinas, de
creencias, de iglesias, de mezquitas.
Quiero que todo el mundo sea religioso, pero no cristiano, ni católico,
ni hindú, ni musulmán. Ser sólo religioso es suficiente. ¿No puedes ver estos
simples hechos? La honestidad es la honestidad; no es ni cristiana ni hindú. La
verdad es simplemente la verdad; no puede ser musulmana, ni cristiana. El amor
es simplemente amor; no puede ser oriental, ni occidental. La compasión es
compasión; no pertenece a ninguna raza, a ningún país, a ningún clima, no
depende de la geografía ni de la historia. Estos son los ingredientes de una
consciencia religiosa. La meditación es simplemente científica, de la misma
forma que lo es la física -sin preocuparte de si es hindú, o musulmana- o la
química -sin preocuparte de si es protestante, o católica. Cuando vas al médico
nunca miras si la medicina es hindú o budista. La realidad interna es
simplemente puro silencio. Allí florecen miles de flores, pero no pertenecen a
ninguna organización. Son el fruto de tu búsqueda, de tu propio camino interno.
Fundamentalmente todas las religiones organizadas están privando a la Humanidad
de su religión, porque te desvían. Siempre te dirigen hacia afuera; su dios
está lejos, en el cielo. Cuando, con las manos juntas, rezas mirando al cielo,
no te das cuenta que nadie va a escucharte. De hecho, el que está orando, el
que está vivo dentro de ti, el que respira en ti, ese es Dios. Sólo tienes que
descubrirlo. Está escondido en las capas de tu falsa personalidad. Encuéntralo
en medio de tu inocencia y la vida se volverá puro gozo, una canción sin
palabras, una danza, una celebración. Y al final de tu celebración no habrá más
que lágrimas de gratitud. No puedo ni pensar ni imaginarme que esas lágrimas de
gratitud pertenezcan a una religión. Pertenecen al corazón individual,
rebosante de gratitud hacia la Existencia.
Capítulo 4
Guerra y Paz
Osho: Puesto
que la paz fue oficialmente restablecida en el mundo, al final de la Segunda
Guerra Mundial, ¿qué es lo que los políticos han estado haciendo?
Nunca ha habido paz. En la historia
sólo ha habido dos períodos: el que
denominamos guerra y el que llamamos paz, que es un disfraz. En realidad
debíamos llamarlo “preparación para otra guerra". Y tú me preguntas:
"Puesto que la paz fue oficialmente restablecida
en el mundo, al final de la Segunda Guerra Mundial, ¿qué es lo que los
políticos han estado haciendo?".
Los políticos han estado haciendo
exactamente lo que siempre han estado haciendo: creando más conflictos, más
inquietud, más discriminación, más armas destructivas, mientras se preparan
para la Tercera Guerra Mundial. Una vez preguntaron a Albert Einstein:
"Usted es el científico que ha descubierto la energía atómica. ¿Puede
decirnos qué pasará en la Tercera Guerra Mundial?". Einstein, con lágrimas
en los ojos, dijo: “No me preguntéis acerca de la Tercera Guerra Mundial. No sé
nada acerca de ella. Pero si queréis saber acerca de la Cuarta Guerra Mundial, puedo
deciros algo". El periodista que preguntaba se quedó sorprendido. Aquel
hombre no decía nada acerca de la Tercera Guerra, pero estaba dispuesto a
hablar de la Cuarta Guerra Mundial. Preguntó con curiosidad: "Por favor,
dígame algo acerca de la Cuarta Guerra Mundial?
Einstein dijo: "Sólo puedo decir una cosa: que nunca va a suceder.
La tercera será la última Guerra Mundial".
Para esta última guerra los políticos se han estado preparando desde que
se declaró la paz tras la Segunda Guerra Mundial.
El político y su juego son las cosas
más detestables que puedas imaginarte. Estamos enfrentándonos a la oscuridad de
la noche y recuerdo ese viejo dicho: "Cuando la noche es más oscura, el
amanecer está cercano". Pero no me atrevo a decir que tras esta noche oscura
que nos rodea vaya a haber alguna aurora. Sólo voy a decirte exactamente lo que
ha estado sucediendo desde 1945 y de lo cual la gente está en la ignorancia
absoluta. No se dan cuenta de que están sentados sobre un volcán listo para
entrar en erupción en cualquier momento. Todos están ocupados con trivialidades
y el problema real permanece oculto, como si no existiera. Desde 1945 ha habido
ciento cinco guerras en sesenta y seis países, todos ellos del Tercer Mundo.
Uno necesariamente pregunta: ¿por qué en el Tercer Mundo? Estados Unidos y la
Unión Soviética han ido tan lejos en el desarrollo de armas destructivas, que
las armas usadas en la Segunda Guerra Mundial están anticuadas. Para ellos no
son de utilidad. Tienen que ser vendidas; necesitan un mercado y el mercado
sólo existe si hay guerras. Estados Unidos manda armas a Pakistán; entonces,
por lógica, la India las importa de la Unión Soviética e igual ocurre en el
Tercer Mundo. Un país compra material obsoleto a la Unión Soviética y el
enemigo lo compra a los Estado Unidos. Es un buen negocio. Y ellos no quieren
detener las guerras, porque si así lo hicieran ¿cómo venderían esas armas en
las que han invertido millones de dólares? Y estos países pobres y sus
políticos están dispuestos a comprarlas aunque su gente muera de hambre. El
setenta y cinco por ciento de su presupuesto se destina a la guerra. Cada
guerra ha durado un promedio de tres años y medio, así que, ¿quién dice que la
paz ha sido establecida? Ciento cinco guerras en sesenta y seis países, con
tres años y medio de duración, ¿y a eso lo llamas paz? Las guerras han causado
dieciséis millones de muertos. En la Segunda Guerra Mundial también hubo
millones de muertos. Desde entonces, se han matado dieciséis millones de
personas en las guerras, ¿y aún continúas llamándolo paz? Pero los políticos
son tan astutos y la gente tan ciega que no ven lo que sucede a su alrededor.
Siguen peleando por pequeñas cosas como ¿qué distrito pertenece a un
determinado estado? Belgaum es un distrito aquí. Debería incluirse en
Maharastra? Es un distrito que está en los límites entre Maharastra y Kamataka.
Hay gente que pertenece a las dos lenguas y se ha estado matando entre sí sin
interrupción durante tres décadas... y esta nimiedad no puede ser resuelta. De
hecho, nadie quiere resolverlo, si no ¿cuál es el problema? Sólo un pequeño
plebiscito, una votación neutral y la gente misma podrían decidir a dónde
quiere pertenecer. Pero al parecer, los políticos están interesados en que las
disputas continúen para así ser necesarios. Han muerto dieciséis millones y
todavía en las escuelas y universidades se sigue repitiendo: "Vivimos en
un período de paz". En realidad, la Guerra Mundial fue casi más pacífica;
sólo murieron seis millones de judíos. La paz ha matado un número de personas
tres veces mayor. La mayoría de las guerras se han desarrollado en Asia. El que
las guerras se desarrollen en otros países, es una de las estrategias de las
naciones poderosas y sus políticos. Estados Unidos y la Unión Soviética han de
luchar en Afganistán para que así la gente de Afganistán sea la que muera.
Afganistán se convierte en un cementerio y Estados Unidas y la Unión Soviética
salen beneficiados con la venta de armas. Envían expertos, armas, entrenan a
los Afganos y éstos se matan entre sí. En un bando disponen de las armas
americanas; por el otro de las rusas. Nueve millones de civiles, desde
Hiroshima, han muerto en guerras convencionales. En otros tiempos no se mataba
a civiles. Esto es absurdo. Si los ejércitos luchan, es posible que mueran
soldados, pero ahora parece que no hay sensibilidad, que no se razona: se mata
a nueve millones de civiles. Ya pueden ser niños, o mujeres, o ancianos, sin
tener nada que ver con la guerra. Pueden estar leyendo en la escuela,
trabajando en la fábrica o, tal vez, cocinando en su casa. Hace unos pocos días
Ronald Reagan, sin razón alguna, atacó Libia, bombardeó la parte civil. Su meta
era Gaddafi y como Gaddafi tiene tres casas en la ciudad, las tres tuvieron que
ser bombardeadas. Y al atacarlo, otras casas fueron quemadas y destruidas.
Y recientemente, investigando se ha
sabido que mientras el bombardeo tenía lugar, asesinos profesionales buscaban
por toda Libia a Gaddafi, porque era posible que él no estuviera en su casa.
Así, pues, bombardearon a civiles mientras los asesinos buscaban a Gaddafi.
Sólo pudieron matar a su hija. Y ni Gaddafi ni los libios les habían hecho nada
malo. Y es una coincidencia que el mismo día que Inglaterra permitía a Ronald
Reagan que la utilizase como base para bombardear a Libia, su Parlamento no me
permitió permanecer en su aeropuerto -en la sala de espera- ni durante seis
horas. ¡Porque soy un hombre peligroso! Pero a Ronald Reagan se le permitía
utilizar a Inglaterra para bombardear a un país inocente que no le había hecho
ningún daño. Ésta es la noche más oscura que la Humanidad ha encarado jamás. El
presupuesto de guerra anual es aproximadamente setecientos mil millones de
dólares. Cada año quince millones de personas mueren de desnutrición y
enfermedades, mientras se gastan en guerras setecientos mil millones de
dólares. Cada minuto, treinta niños mueren por falta de alimentos y vacunas de
bajo costo y cada minuto un millón trescientos mil dólares de los fondos
públicos se destinan mundialmente a gastos militares. Parece que no estamos ya
interesados en la vida; hemos decidido suicidamos. El hombre nunca ha estado en
toda su historia tan a punto de suicidarse como ahora. Doscientos cincuenta
millones de niños no han recibido siquiera la educación elemental; un solo
submarino nuclear iguala el presupuesto anual de educación para ciento sesenta
millones de niños en edad escolar en veintitrés países en desarrollo. ¡Un solo
submarino! Y hay miles de submarinos navegando por los océanos alrededor del
mundo, americanos y rusos, y cada submarino tiene armas nucleares. Seis veces
más poderosas que todas las armas empleadas en la Segunda Guerra Mundial. Y son
tan costosas que podríamos haber proporcionado a nuestros niños educación y
alimento y nutrición. Pero eso no nos interesa. Estos son los políticos que no
hay que molestar, que quieren tener el control absoluto sobre la Humanidad, sin
que nadie esté por encima de ellos. Los bosques del mundo están desapareciendo
a un ritmo de dieciocho a veinte mil hectáreas al año, un área equivalente a la
mitad de California -y éste es uno de los estados más grandes de los Estados
Unidos. En los próximos veinte o treinta años, todas las selvas tropicales
habrán desaparecido, y las implicaciones son tremendas porque nos proveen de
oxígeno y de vida. Si estas selvas siguen desapareciendo a ese ritmo, la
Humanidad estará perdida. ¿De dónde obtendrá el suficiente oxígeno? Y por otro
lado, todo el dióxido de carbono que se exhala es absorbido por estos bosques.
Si estos bosques no estuvieran allí... y ya hay una capa espesa de dióxido de
carbono acumulándose en el cielo, justo en el límite de la atmósfera. Y debido
a esa capa, la temperatura de la atmósfera se está elevando. Ya está cuatro
grados por encima de lo normal. Si todos
los bosques desaparecen, la temperatura subirá tanto que pasarán dos cosas:
primero, será imposible sobrevivir; segundo todo el hielo de los polos -norte y
sur-, el que está en los Himalayas, en los Alpes y en otras montañas, empezará
a derretirse y hará que todos los océanos se eleven mil metros. Inundará todas
las ciudades y todos los países, cubrirá casi la Tierra entera y esta
inundación no retrocederá. Pero los políticos continúan haciéndolo. Hace unos
meses estuve en Nepal. Nepal es el país más pobre del mundo, pero en vez de
abandonar sus preparativos de guerra, ha vendido sus bosques -los eternos
bosques de los Himalayas- a la Unión Soviética. Y la Unión Soviética ha talado
todas las laderas de las montañas dejándolas peladas. Y para qué? Para hacer
periódicos. ¿Qué necesidad hay de tantos periódicos? Casi siempre son las
mismas noticias y ahora que se tienen mejores medios de comunicación, los
periódicos están pasados de moda. Hay radio, hay televisión, ¿para qué seguir
con los periódicos, destruyendo los bosques? Pues porque los políticos, los
presidentes y primeros ministros, necesitan sus retratos en primera página; sus
discursos -que son sólo mierda- tienen que publicarse sin ninguna consideración
al daño que están causando.
En el mismo período, se espera un
incremento de la población mundial de un treinta a un cuarenta por ciento; de
cinco mil millones a siete. Este incremento de población hará que se duplique
la necesidad de agua en casi la mitad del mundo. El alimento es también otro
factor. Incluso el agua resultará escasa, puesto que se necesitará el doble, y
no tenemos tanta agua potable. Además, el informe de las Naciones Unidas dice
que un total de veinte millones de hectáreas al año de tierras de cultivo y
pastoreo, son reducidos a un nivel cero de productividad. Más de mil especies
de plantas y animales se extinguen cada año, y el número sigue en aumento. De
uno a dos millones de personas en los países en desarrollo, sufren de
envenenamiento agudo por pesticidas, y las muertes relacionadas con esos
pesticidas son estimadas en diez mil al año. Oficiales de la Comisión de
Planeamiento de la India recientemente declararon: "Estamos al borde de un
enorme desastre ecológico en la India, con las reservas de agua agotándose. Lo
que sucedió en África va a suceder en la India en unas décadas". La población
sigue creciendo, la tierra se vuelve estéril, las reservas de agua disminuyen
más y más, y debido a la tala de bosques, los ríos que van desde Nepal a
Bangladesh provocan inundaciones como nunca antes se habían visto. Miles de
personas mueren, miles de poblados desaparecen, porque esos enormes árboles
hacían que los ríos fluyeran lentamente. Ahora, sin los árboles, los ríos se
precipitan con tal fuerza que el océano no puede absorber el agua con rapidez.
El agua retrocede y esto produce las inundaciones de Bangladesh. Ni los
políticos de la India ni los del Nepal están dispuestos a frenar la tala de
árboles. Nadie tiene interés por la vida humana, nadie quiere ver cuáles deben
ser nuestras prioridades. Un país pobre como la India tiene un exceso de periódicos,
de revistas absolutamente innecesarias. Y ese papel de imprenta no cae del
cielo; hay que talar árboles. Árboles que tardaron en crecer ciento cincuenta,
doscientos años, desaparecen. ¿Y qué se gana con esos periódicos? Los políticos
son los verdaderos criminales, no los que están en las cárceles. El mundo sería
mucho mejor si hubiera un intercambio. Si todos los políticos fueran a la
cárcel y los criminales ocuparan el puesto de los políticos, serían más
humanos. Hay muchos países que no declaran cuántos homosexuales tienen. La
familia de una persona que ha muerto de SIDA, soborna al médico y obtiene un
certificado de defunción por cáncer o por síncope cardíaco, porque la familia
se encuentra más preocupada por su respetabilidad, por lo qué dirá la gente,
"En tu familia alguien ha muerto de SIDA". Pero esconder los hechos
significa que si el hombre estaba casado, su esposa pudo haber contraído la
enfermedad, y si tenía hijos, pudieron nacer enfermos, y al no saberlo nadie,
los de su entorno pueden contagiarse. Porque esta enfermedad no es una
enfermedad sexual común. Todo lo que salga del cuerpo, incluyendo las lágrimas,
es portador del virus. Si un niño llora y por amabilidad o compasión lo
consuelas, corres peligro de contagiarte del SIDA. La saliva también es
portadora del virus. Y la Humanidad entera es mantenida en la ignorancia.
Incluso los besos deberían ser prohibidos por completo. Hay una pequeña parte
de la Humanidad -los esquimales, la gente que vive en Siberia- que son los
únicos en la historia que nunca se besan. Cuando por primera vez vieron a los
misioneros cristianos dando besos, no podían creérselo: "¡Qué sucia es
esta gente. Mezcla su saliva con la del otro. ¿Son humanos o monstruos?".
Su método es mucho más científico e higiénico. No besan para mostrar amor,
porque más que amor puede ser muerte. Se frotan sus narices una contra otra. Es
más limpio, excepto si tienes un resfriado. Hace unos días se admitió que diez
millones de personas están afectadas por el SIDA y que ésta no es una cifra
definitiva, porque algunos países -como la India- no tienen forma de saberlo.
Sólo los países muy desarrollados son los están incluidos en esta cifra. Quizás
cien millones más están sufriendo en los países subdesarrollados. Por ejemplo,
en África el SIDA es más frecuente que en ninguna otra parte. Y nunca se ha
sabido que los africanos sean homosexuales, pero ellos tienen una extraña
perversión: mantienen relaciones con mujeres, pero no frontalmente.
Hay gente en pequeñas aldeas
alrededor del mundo que incluso hacen el amor con animales. Y ahora los
animales están contagiando el SIDA a través de su leche o su carne. Las cosas
están ya fuera del control humano. Los médicos no quieren -aun cuando saben que
un paciente sufre del SIDA- decírselo al paciente, porque éste va a insistir en
ser tratado. No existe tratamiento. Así que el médico prefiere decirle que
tiene otra enfermedad y lo envía a otro especialista, pues estar en contacto
con un paciente de SIDA es peligroso para los médicos y para las enfermeras. En
uno de los informes que he visto acerca de las cárceles, vi que el treinta por
ciento de los reclusos son homosexuales -y éste no es un informe muy exacto;
ésta es la cifra mínima que las autoridades han aceptado- ya que la gente que
está presa durante veinte o treinta años sin poder tener relaciones con una
mujer, está siendo forzada a la homosexualidad. Lo más simple debería ser que
no hubiera cárceles separadas para mujeres, ¿por qué tiene que haberlas? Los
reclusos deberían estar mezclados, hombres y mujeres y el SIDA y la
homosexualidad podrían ser evitados. Pero los políticos no dicen nada acerca de
esto por miedo. Su objeto es decir únicamente lo que la gente quiere oír,
aquello que no va contra sus prejuicios, contra su mentalidad tradicional, puesto
que dependen de sus votos. Por eso digo que la gente religiosa debería ser
consultada por los políticos y que éstos deberían escuchar atentamente sus
consejos. Pero Rajiv Gandhi dice que los religiosos no deben intervenir en la
política. Los políticos sí pueden intervenir en los asuntos religiosos; en esto
no hay dudas. Así sucede desgraciadamente y queda muy poco tiempo. Yo albergaba
muchas esperanzas -y aún las sigo teniendo- de que en una situación tan
peligrosa, quizás el hombre despertara. Pero hay tristeza en mi corazón porque
veo que si no se hace nada, entonces el fin de este siglo va a ser nuestro
final. Y no sólo nuestro final, sino también el final de todo el sueño de la
Existencia de crear el ser consciente. Ha tenido éxito sólo en este planeta.
Hay millones de estrellas y en cada una hay docenas de planetas; sólo en este
pequeño planeta el milagro ha sucedido. No sólo la vida existe, sino también la
consciencia. No sólo la consciencia existe, sino gente que ha alcanzado la
suprema culminación de la consciencia: un Gautama Buda, un Sócrates, un
Pitágoras, un Chuang Tzu. Al desaparecer la vida en este pequeño planeta, el
universo entero se volverá tan pobre, que pasarán millones de años antes de
volver a alcanzar el punto en que la consciencia pueda encontrar el camino
hasta la Iluminación. La tristeza no es por mí; yo estoy absolutamente
satisfecho. La muerte no puede quitarme nada. Siento tristeza por toda la
Humanidad, pues su muerte destruirá la oportunidad de que se Ilumine, de que se
vuelva feliz y de que descubra su sentido y su significado. Ha vivido en la
oscuridad, ¿va a morir también en la oscuridad? Quisiera que al menos mi gente
no perdiera el tiempo posponiendo su propio crecimiento, pues los políticos
están absolutamente preparados para destruirse unos a otros, para destruirlo
todo. Su ansia de poder ha llegado al clímax. Antes de que triunfen cometiendo
un suicidio global, por lo menos debes llegar a conocer al Dios que existe
dentro de ti. Debes compartir tu gozo y tu silencio y tu risa con aquellos con
quienes entres en contacto. No se puede dar un mejor regalo a los amigos, a los
conocidos, a los hijos. El tiempo es escaso y el trabajo tremendo, pero si eres
valeroso, puedes aceptar el desafío. No dependas de los políticos; ellos no
pueden hacer nada, ni siquiera son conscientes de lo que están haciendo a la
Humanidad, hacia qué oscuridad la están llevando.
Capítulo 5
No hay Noticias
Osho:
¿Podrías
comentar este hermoso poema de Rumi que tanto me gusta?
Afuera, la helada noche del desierto;
dentro, esta otra noche, cálida y acogedora.
Deja que el paisaje se cubra de áspera corteza;
aquí dentro tenemos un plácido jardín.
La Tierra ha estallado, aldeas y ciudades;
queda sólo un globo calcinado y atrasado.
Las noticias que nos llegan
están llenas de pesar por el futuro,
pero la verdadera noticia es
que aquí dentro no hay noticias.
El poema de Mevlana Jalaludin Rumi es
hermoso. Sus palabras son siempre hermosas. Es uno de los poetas más
importantes y es también un místico. Es una rara combinación. Hay millones de
poetas en el mundo y sólo unos pocos místicos, pero un hombre que es ambos, es
muy difícil de encontrar. Rumi es una rara flor. Fue tan gran poeta como
místico. Por eso su poesía no es solamente poesía, no es sólo una bonita
combinación de palabras. Encierra un tremendo significado y apunta hacia la
verdad suprema. No es un entretenimiento; es Iluminación.
Él dice:
Afuera la helada noche del desierto;
dentro, esta otra noche, cálida y acogedora.
Afuera no es el espacio en el que
debes estar. Afuera, eres un extraño; dentro estás en casa. Afuera, está la
helada noche del desierto.
Dentro, es cálido, dulce y acogedor.
Pero pocos son lo suficientemente afortunados para ir de afuera hacia dentro.
Se han olvidado completamente de que tienen un hogar dentro de sí; lo buscan en
donde no está. Durante toda su vida lo buscan, pero siempre en el exterior;
nunca se detienen a mirar dentro.
Deja que el paisaje se cubra de áspera corteza;
aquí dentro tenemos un plácido jardín.
No te preocupes por lo que suceda en
el exterior, en el interior hay un jardín siempre presto a darte la
bienvenida.
La Tierra ha estallado, aldeas y ciudades;
queda sólo un globo calcinado y arrasado.
Las noticias que nos llegan
están llenas de pesar por el futuro,
pero la verdadera noticia
es que aquí dentro no hay noticias.
Esta última frase proviene de un
antiguo dicho: "El no tener noticias es una buena noticia". Yo nací
en un pueblecito donde el cartero venía sólo una vez a la semana y la gente temía
recibir una carta. Se alegraban cuando veían que no había nada para ellos. Y de
vez en cuando llegaba un telegrama para alguno. Tan solo el rumor de que
alguien había recibido un telegrama conmocionaba tanto a todo el pueblo, que
todos acudían al único hombre instruido que sabía leer. Todos estaban
asustados. ¿Un telegrama? Eso quería decir "malas noticias". De otro
modo, ¿para qué gastar dinero en un telegrama? Aprendí desde mi niñez que el no
tener noticias es una buena noticia. La gente era feliz cuando no recibía
noticias de sus parientes o amigos. Esto quería decir que todo iba bien.
Rumi dice:
Las noticias que nos llegan
están llenas de pesar por el futuro,
pero la verdadera noticia
es que aquí dentro no hay noticias.
Todo está en silencio y todo es
hermoso, plácido, lleno de gozo, como siempre lo ha estado. No hay ningún
cambio, por lo tanto, no hay noticias. Dentro está el eterno éxtasis, por y
para siempre. Te diré de nuevo que estas líneas pueden volverse una realidad en
tu vida. Antes de que esto suceda debes alcanzar dentro de ti el lugar donde
nunca ha habido noticia alguna, donde todo está eternamente igual, donde la
primavera no llega ni se va, sino que siempre permanece, donde ha habido flores
desde un principio -si es que hubo un principio- y va a haberlas hasta el final
-si es que va a haber un final-. En realidad, no hay principio ni final y el
jardín es frondoso, verde, y está lleno de flores. Antes de que el mundo
exterior sea destruido por tus políticos, entra en tu mundo interior. Ese es el
único sitio seguro que queda, el único refugio frente a las armas nucleares,
ante el suicidio global, contra todos estos idiotas que ostentan tanto poder
destructor. Al menos puedes salvarte a ti mismo. Tenía esperanzas, pero al
pasar los días me he ido convenciendo más y más de la estupidez del hombre. Aún
tengo algunas, pero se deben sólo a mi viejo hábito; realmente mi corazón ha
aceptado el hecho de que sólo unos cuantos pueden ser salvados. La Humanidad
entera está decidida a destruirse a sí misma. Y esta gente... si tú les dices
cómo pueden ser salvados, te van a crucificar; te apedrearán hasta matarte.
Mientras, viajo por todo el mundo y aún me río, pero con una cierta tristeza.
Todavía danzo con vosotros, pero ya no con el mismo entusiasmo que hace diez
años. Parece que los más elevados poderes de la consciencia son impotentes
contra los inferiores y sucios poderes de los políticos. Lo más elevado es
siempre frágil, como una rosa; la puedes destruir con una piedra. No significa
que la piedra sea superior a la rosa; es sólo que la piedra no es consciente de
lo que hace. La muchedumbre no es consciente de lo que hace y los políticos
pertenecen a la muchedumbre. Son sus representantes. Y cuando un ciego guía a
otros ciegos, es casi imposible despertarlos, porque el problema no es sólo que
están dormidos, sino que también están ciegos. No hay ya tiempo para sanar sus
ojos. Hay suficiente tiempo para despertarlos, pero no para sanar sus ojos. Así
que ahora, me dedico por completo a mi gente. Éste es mi mundo, porque los que
están conmigo sé que pueden estar dormidos, pero no son ciegos. Pueden ser
despertados.
Parte 2
... aquí dentro tenemos un plácido jardín.
Jalaludin Rumi
Capítulo
6
¿Quién
le Pone el Cascabel al Gato?
Osho: Has dicho
que no tienes interés por lo exterior, que no te interesa la política. Sin
embargo, hablas con frecuencia sobre política y políticos, haciéndonos
comprender los problemas del mundo.
¿Puedes comentar esto?
Yo no tengo ningún interés en el
mundo exterior, ni en la política, pero tengo un inmenso interés en ti. Tú
estás viviendo en un mundo enfermo, sucio, con un pie en la tumba. Y yo no
quiero que te ahogues en este mundo enfermo. Por esto hablo contra tantas
cosas. A mí me interesáis vosotros, mis sannyasins. Hablo en contra de la
política porque no quiero que mis sannyasins ignoren quiénes son los verdaderos
criminales de este mundo. Por eso hablo contra los sacerdotes y las religiones,
porque no quiero que caigas en ninguna trampa. Tienes que darte cuenta de
quiénes son los auténticos criminales. El problema consiste en que creemos que
estos grandes criminales son grandes dirigentes, sabios, santos, mahatmas y les
tenemos un gran respeto en todo el mundo. No puedes imaginarte que sean criminales.
Por eso tengo que insistir continuamente, todos los días. Debes darte cuenta de
que ellos son los criminales. En realidad los criminales que están en la cárcel
no le han hecho ningún daño al mundo. Alguien asesina a un hombre, otro roba
algo; eso no es nada. Un solo Adolf Hitler mata a millones de personas. Ahora
bien, ese hombre contiene en sí mismo tanta maldad, que se necesitarían
millones de criminales para hacer un sólo Hitler. Así que tengo que
desenmascarar a toda esta gente, porque ellos son los culpables. Por ejemplo,
es fácil comprender que quizás sean los políticos la causa de muchos problemas
-guerras, asesinatos, masacres, gente que es quemada viva- pero se hace mucho
más difícil comprenderlo cuando se trata de líderes religiosos, porque nadie ha
levantado una mano contra ellos. Durante siglos han sido respetados y a medida
que el tiempo pasa, su respetabilidad va en aumento. La tarea más difícil para
mí es hacerte consciente de que esa gente -a sabiendas o no, eso no es lo que
importa- ha creado este mundo. Ahora, en todo el mundo se habla sobre el SIDA,
pero aquí es el único lugar donde se afirma que es una enfermedad religiosa; en
ninguna otra parte se dice esto. Por lo contrario, los curas dicen que es un
castigo de Dios. Y la gente les creerá; creerá que es un castigo por la
homosexualidad. Pero nadie se pregunta cómo surgió la homosexualidad o quién es
el responsable de ella. Y la gente no tiene la suficiente inteligencia para
relacionar los hechos. No pueden asociar el hecho de que son las religiones las
que han estado enseñando al hombre a permanecer célibe. Ellas son la raíz y la
causa de todas las perversiones sexuales. Así que, si debe castigarse a
alguien, no es a los homosexuales. Si alguien debe ser castigado, son esos
dirigentes religiosos que han estado predicando el celibato. La homosexualidad
es sólo un subproducto de la enseñanza del celibato. Los periodistas que vienen
aquí se escandalizan porque no pensaban que yo iba a culpar a las religiones
por el SIDA. Ellos no alcanzan a verlo. Piensan que son mundos diferentes. No
lo son. Y a menos que llegues a ver la causa real, no podrás luchar con el
problema que ha surgido. Ahora bien, lo primero que se necesita es que todos
los gobiernos declaren ilegal, criminal, el celibato. En lugar de esto, hacen
lo opuesto: declaran ilegal a la homosexualidad. La homosexualidad es un
síntoma, no es la causa. Si conviertes a la homosexualidad en algo ilegal,
entonces la gente empezará a hacer el amor con animales, lo cual no es ilegal.
Tampoco es algo nuevo, es tan antiguo como el hombre. No pueden encontrar una
mujer, no pueden encontrar un hombre, pero sí pueden disponer de un pobre
animal. Si declaras ilegal la homosexualidad, si la conviertes en delito -como
lo es ahora en Texas- el homosexual buscará otra perversión que quizá traiga
una enfermedad aún peor que el SIDA. Uno nunca sabe cuales pueden ser las
consecuencias. La gente debería darse cuenta de que no se puede ir en contra de
la naturaleza, y cualquiera que enseñe a ir en contra de la naturaleza es
enemigo de la gente. A mí no me interesa
ninguna religión, porque todas son pura basura; no me interesa la política
porque no tengo ninguna ambición. Sólo la critico para que te des cuenta de las
verdaderas causas, -para que no te engañes como todo el mundo se engaña. Cuando
algo se opone a la mente tradicional, ésta se conmociona.
Ahora bien, convertir la
homosexualidad en un acto ilegal hará que ésta se extienda rápidamente. Y lo
que se ha hecho en Texas se hará en todas partes de América y en otros países,
porque los gobiernos son completamente estúpidos. Simplemente comienzan a
luchar con los síntomas y nadie se preocupa de las causas. Y el hecho es que
nadie quiere ver las causas porque son de tal naturaleza que superan su capacidad.
Si empezaran a investigar las causas, quizás se demostraría que ellos mismos
forman parte de esas causas. Los curas pueden ser parte de la causa. El Papa
puede ser parte de la causa. Jesucristo podría ser la piedra fundamental. Es
mejor no meterse en esas cosas. Simplemente ocúpate del síntoma y empieza a
luchar contra él. Reprime el síntoma. Cuando reprimes el síntoma por un lado,
estalla por el otro y se aleja cada vez más de la naturaleza. La primera
perversión se alejaba de la naturaleza, la segunda perversión se está alejando
más, y la tercera perversión se alejará todavía mucho más. Y el hombre se
sentirá cada vez más desgraciado porque ya no puede encontrar el camino de
regreso. Las cosas se han vuelto demasiado complejas para que la gente normal pueda
volver otra vez a lo natural. Así que quiero que te des cuenta de que jamás hay
que luchar contra los síntomas. En Los Ángeles muere una persona cada día de
SIDA y nadie parece saber qué hacer. En realidad, el mundo exterior está en tal
estado que para ellos es muy difícil hacer algo. Y, ¿quién le pondrá el
cascabel al gato? Ese es el problema. Nosotros podemos hacerlo. No es demasiado
complicado. Conoces la vieja historia del gato que todos los días cazaba los
ratones de la casa, hasta que finalmente los ratones se reunieron y decidieron
que debían hacer algo. Un ratón joven, sin experiencia del mundo, dijo:
"Es muy sencillo. Sólo hay que atar un cascabel al cuello del gato de
forma que vaya donde vaya, podamos escondernos en nuestros agujeros. Así no podrá
encontrarnos". Una solución perfecta. Pero surgió un problema: ¿Quién le
ataría el cascabel? He contado esta historia varias veces. El joven ratón que
dijo, "Atémosle el cascabel", agregó, "Yo lo haré. No os
preocupéis". Los otros ratones dijeron sorprendidos: "Pero esta
historia viene contándose desde siempre y siempre termina así. Por tanto, el
que diga, "Yo lo haré" irá en contra de la tradición, contra la
historia misma". Justo aquí es donde termina la historia, aquí es donde va
el punto final. A lo que el ratoncito contestó: "Ya no es así porque voy
todos los días a una farmacia. Está justo al lado de la casa. Todo lo que
necesitamos son algunas pastillas para dormir que yo puedo traer y poner en la
leche del gato. Vosotros dadme el cascabel y yo me las arreglaré". ¡Y se
las arregló! Sólo un par de pastillas para dormir y la historia cambió. Después
de beberse la leche, el gato se quedó dormido, roncando y el joven ratón hizo
su trabajo a la perfección. Pero ésta es mi contribución a la historia. No está
en ninguna parte y quiero hacer lo mismo con respecto a la Humanidad. Podemos
atar el cascabel alrededor del cuello del gato. No tenemos nada que perder. Y
quiero que os deis cuenta de todo. Antes de dejaros quiero que seáis
conscientes para que no caigáis en las mismas trampas en las que toda la
civilización, toda la sociedad, ha caído.
Capítulo
7
Sobre el Poder
Osho: Por favor
háblanos sobre el abuso del poder.
Hay una famosa frase de un filósofo
inglés: "El poder corrompe; el poder absoluto corrompe
absolutamente", Yo no estoy de acuerdo con él. Mi análisis es totalmente
distinto. Todo el mundo está lleno de violencia, codicia, ira, pasión, pero al
no tener poder es fácil hacerse pasar por santo. Para ser violento es necesario
ser poderoso. Para satisfacer tus pasiones, tienes que ser poderoso. Así,
cuando el poder cae en tus manos, todos los perros que en ti dormían comienzan
a ladrar. A la menor oportunidad, el poder se convierte en tu alimento. No es
el poder el que corrompe, tú estás corrompido. El poder sólo expone tu
corrupción. Quieres matar a alguien, pero no tienes poder para hacerlo; si
tuvieras poder, matarías. No es el poder el que te corrompe, tú llevas la
corrupción dentro de ti. El poder simplemente te da la oportunidad de hacer todo
lo que querrías hacer. El poder en manos de un hombre como Buda, no corrompe
nada; por el contrario, ayuda a la Humanidad a elevar su consciencia. El poder
en manos de Genghis Khan, mata, viola mujeres, quema viva a la gente. Aldeas
enteras son quemadas; no se permite a la gente escapar. No es el poder... este
hombre, Genghis Khan, tiene que haber albergado todos estos deseos. Casi es
como cuando llega la lluvia y empiezan a crecer diferentes plantas; pero
diferentes plantas tienen diferentes flores. Sea lo que fuere lo que está
oculto en tus semillas, sea cual fuere tu potencial, el poder te brinda la
oportunidad. La mayor parte de los seres humanos viven tan inconscientemente
que cuando llegan al poder tienen la oportunidad de satisfacer todos sus instintos
inconscientes. Entonces, ya no les importa si matan o envenenan a la gente...
Me preguntas sobre el abuso del poder. Se abusa del poder cuando se tienen
sucios deseos, herencia de los animales. En un mundo mejor, lo primero debería
ser... Desperdiciamos casi un tercio de la vida educando a nuestros niños. En
ese lapso de tiempo habría que dedicar algunos momentos a limpiar su
inconsciente de forma que cuando se graduaran en la universidad y alcanzaran
algún tipo de poder -uno será comisario de policía, otro gobernador y otro
primer ministro- al no tener veneno en su inconsciente, al no ser ya
destructivos, no podrían abusar del poder. Y entonces, ¿quién más podría
hacerlo? El poder es neutral. Durante un año, mis sannyasins en Italia han
estado tratando de conseguirme una visa de turista sólo por tres semanas; y
hace un año que esperan. Las autoridades aún no han sido capaces de tomar una
decisión. Finalmente, hace algunos días llegó una carta: en un año la vieja
solicitud ha perdido validez y se necesita una nueva solicitud. Se llenó otra
solicitud -que yo firmé- y justamente ayer el embajador italiano me informó que
me habían otorgado un visado de turista para diez días, pero bajo ciertas
condiciones. Las condiciones son: "Informar en qué fecha, a qué hora y
desde qué aeropuerto va a salir de la India. En qué fecha, a qué hora y en qué
aeropuerto va a aterrizar en Italia. Y lo mismo para el regreso. Ya en Italia,
en cualquier ciudad en que se encuentre, debe primero presentarse a la
Comisaría de Policía e informar de cuánto tiempo va a permanecer en dicha
ciudad. Además, antes de dejar la ciudad, debe presentarse de nuevo a la
policía para notificarles su marcha. En la ciudad siguiente debe hacer lo
mismo". Le he dicho a Anando que escriba una carta al primer ministro
italiano diciendo: "Hace sólo algunos meses usted estuvo de visita en la
India. ¿Qué condiciones le pusieron? Y ¿en cuántas comisarías de policía tuvo
que presentarse? Además, ¿piensa usted que soy un asesino, o un terrorista, o
acaso llevo bombas y dinamita? Háganos saber cuándo piensa volver a la India
para que podamos prepararle una recepción realmente estupenda. Me niego a poner
un pie en su tierra a menos que usted se disculpe por exigirme estas
condiciones. Y aun así, no me ha concedido el visado para tres semanas, sino
sólo para diez días. Por lo general se otorgan visados de tres meses y nadie ha
oído jamás que se exigiera el cumplimiento de condiciones como esas". Le
dije a Anando que también le escribiera lo siguiente: "Parece ser que
Benito Mussolini aún no ha muerto. Su país no es un país democrático; es
todavía fascista. Estas condiciones indican sin duda alguna, una mente
fascista". "Así que iré a Italia sólo si usted se disculpa
públicamente, o iré a Italia cuando usted ya no esté en el poder. Y mi gente
allí, tratará de asegurarse por todos los medios posibles de que usted no esté
en el poder. Espere tan sólo a que haya nuevas elecciones, porque en Italia
tengo miles de sannyasins y esto es un insulto para mis miles de sannyasins
italianos". El Papa viene a la India; el presidente y el primer ministro
van a recibirle al aeropuerto y no se le pide que en cada ciudad que visite se
presente en las correspondientes comisarías de policía. Él mismo ha estado
aquí. Pero la próxima vez, si viene como primer ministro, sólo tiene que
informamos de a qué hora y en qué aeropuerto aterrizará para que de este modo
podamos responder a sus condiciones. A esta gente no la ha corrompido el poder.
Es de por sí corrupta; el poder simplemente actualiza su corrupción. El poder
en sí, es neutral. En manos de un hombre bueno, es una bendición. En manos de
un hombre inconsciente, es una maldición. Pero durante miles de años hemos
condenado el poder, sin pensar que el poder no debe ser condenado. Es la gente
la que tiene que depurarse totalmente de cualquier instinto que tenga oculto,
porque todo el mundo, en algún momento, tendrá algún tipo de poder. No es
necesario que sea un gran poder. Simplemente puedes estar sentado en una
estación de trenes, vendiendo boletos, pero eso también te da poder. Estás de
pie frente a la ventanilla y el hombre ni siquiera te mira; continúa
revolviendo su carpeta y puedes ver que no hace nada importante; sencillamente
está tratando de demostrarte cuál es tu lugar. Incluso el peón sentado fuera de
la oficina del recaudador, se comporta como si fuese el presidente del país.
Así que no se trata de qué lugar ocupes; estés donde estés, tendrás algún tipo
de poder. Aurangzeb, uno de los emperadores musulmanes de India, era tan impaciente
que no pudo esperar a que su padre muriese o envejeciese para sucederle.
Encarceló a su propio padre y se convirtió en emperador. Su padre se había
mantenido ocupado toda la vida. Ahora, sentado en su celda, envió un mensaje a
su hijo: "Por lo menos, búscame treinta muchachos para que pueda
enseñarles el sagrado Corán”. Y el comentario que Aurangzeb hizo a sus
cortesanos es muy significativo.
Les dijo: "Ese viejo no quiere
soltar el poder. Ahora ya no es el emperador. Pero con esos treinta
estudiantes... enseñándoles el sagrado Corán, recuperará su poder". Los
psicólogos dicen, que las personas que tienen miedo de competir en la vida y
hacerse poderosos eligen un camino más simple: se convierten en maestros de
escuela. Niños pequeños... puedes acosarles, golpearles, a pesar de que es
ilegal; pero sucede en todo el país. Justamente el otro día estuve leyendo un
informe describiendo casos similares... pero el gobierno sigue ocultándolos. Es
la primera vez que se ha reconocido, porque esta vez el resultado fue demasiado
grave: unos maestros golpearon a unos niños con tanta dureza que les dejaron
sordos de por vida. Un niño, encadenado por su propio padre, ha permanecido
casi diez años atado a un pilar de su casa. Se ha convertido casi en un animal.
No puede ponerse de pie, sólo puede moverse a cuatro patas y debido a que fue
forzado a vivir en la oscuridad, ha perdido la vista. Incluso los padres usan
su poder. Los profesores usan su poder, los maridos usan su poder, las esposas
usan su poder. No importa cuál sea tu posición. Si la Humanidad llega a
comprender la profundidad de las raíces psicológicas y cambia el inconsciente
del hombre en forma tal que no haya semillas, podrá seguir lloviendo poder,
pero no habrá ya flores de corrupción. De otro modo, el poder siempre será mal
utilizado, se abusará de él. Y no se puede eliminar el poder de manos de la
gente; alguien debe ser madre, alguien debe ser padre, alguien debe ser
profesor. El único modo es limpiar el inconsciente de la gente con la
meditación, llenar su ser interior de luz. Sólo la meditación te da un corazón
limpio, que no puede ser corrompido. Entonces no se abusará más del poder, sino
que este poder podrá ser una bendición, será creativo. De este modo harás algo
que haga la vida más amable, más digna de ser vivida, harás más hermosa la
Existencia.
Pero ese gran día aún no ha llegado.
Y si haces un esfuerzo para que ese día llegue, toda la gente adicta al poder
estará en tu contra. Se me ha preguntado una y otra vez: "¿Por qué todo el
mundo está en tu contra?". Ellos son gente adicta al poder y yo estoy
tratando de convertir al hombre en un estanque de serenidad, de paz y silencio,
de amor y éxtasis.
Capítulo
8 El
Político
Osho: ¿Es
posible para un político ser un hombre religioso, o para un hombre religioso
ser un político?
Es absolutamente imposible para un
político ser un hombre religioso, porque los caminos de la política y de la
religión son diametralmente opuestos. Tienes que entender que no es cuestión de
agregar algo a tu personalidad, la religión no es una adición. Si eres
político, puedes ser además pintor, ser poeta, ser músico; estas son adiciones.
La política y la música no son diametralmente opuestas; al contrario, la música
puede ayudarte a ser mejor político. Será relajante, te ayudará a descargarte
del peso de todo el día y de las ansiedades que un político tiene que sufrir.
Pero la religión no es una adición; es una dimensión diametralmente opuesta.
Así que, primero tienes que entender al político, entender exactamente lo que significa.
El político es un hombre enfermo, psicológicamente enfermo, espiritualmente
enfermo. Físicamente puede estar perfectamente bien. En general lo está, pues
todo el peso recae en su psique. Es fácil de ver. En cuanto el político pierde
el poder, empieza a perder la salud física. ¡Qué extraño! Cuando estaba en el
poder, cargado de ansiedades y tensiones, estaba físicamente perfecto. En
cuanto pierde el poder, desaparecen también las ansiedades; las tendrá otro. Su
psique queda aliviada, pero al descargarse, todas las enfermedades recaen sobre
su cuerpo. El político -fisiológicamente hablando- sufre sólo cuando pierde el
poder; por lo demás, los políticos tienden a vivir mucho y a estar físicamente
bien. Es extraño, pero la razón es que toda su enfermedad es absorbida por su
psique y cuando la psique absorbe todas las enfermedades entonces el cuerpo
vive sin ninguna carga. Pero si la psique se libera de todas las enfermedades,
¿dónde irán a parar? Por debajo de tu existencia psíquica está tu existencia física;
toda enfermedad se manifiesta en el cuerpo. Los políticos sin poder, mueren al
cabo de poco tiempo; los políticos en el ejercicio del poder viven más tiempo.
Este hecho es conocido, pero su causa, no. Entonces, lo primero que debes
comprender es que el político es un hombre psicológicamente enfermo y que la
enfermedad psicológica tiende a convertirse en enfermedad espiritual cuando
ésta se intensifica, cuando la psique no puede ya contenerla. Y entonces,
¡cuidado! Si el político está en el poder, su enfermedad psíquica está
destinada a extenderse a su ser espiritual porque él está conteniendo su
enfermedad a fin de que no se extienda hacia abajo. Es su poder -al que él
considera su tesoro- y no permitirá que se desplome. Yo le llamo enfermedad;
para él es su "fantasía de poder". Vive para esto, no tiene otro
propósito. Cuando está en el poder contiene con firmeza su enfermedad, pero al
desconocerlo todo respecto al ámbito de lo espiritual, tiene sus puertas
abiertas. No puede cerrarlas porque no tiene ni idea de que exista algo más
allá de su mente. Cuando está en el poder, llega un momento en que su
enfermedad psicológica, si se intensifica, desborda su psique y alcanza su
espiritualidad. Cuando no está en el poder, no tiende a aferrarse a esa
estupidez. Ahora ya sabe lo que es, ahora es consciente de que no valía la pena
aferrarse a él. Y de todas maneras, ¿para qué aferrarse? El poder se ha
perdido, ahora él es un don nadie.
De pura desesperación, se relaja. Tal
vez debería decir que la relajación le llega automáticamente. Ahora puede
dormir, puede salir a caminar por las mañanas; puede chismorrear, jugar al
ajedrez, puede hacer lo que quiera. Psíquicamente se va aflojando; las puertas
que ha mantenido cerradas entre su psique y su cuerpo empiezan a abrirse y
ahora su cuerpo va a sufrir. Puede que tenga un ataque cardíaco, puede enfermar
de cualquier cosa; todo es posible. Su enfermedad psíquica fluirá hacia la
parte más débil de su cuerpo. Pero mientras está en el poder, fluye hacia
arriba, hacia su ser, del cual no tiene
consciencia. ¿Y cuál es la enfermedad? La enfermedad es el complejo de
inferioridad. Toda persona que se interesa por el poder sufre de un complejo de
inferioridad. En lo más íntimo de su ser, se siente sin valor, inferior a los
demás. Y ciertamente; de alguna forma, todo el mundo es inferior. No eres un
Yehudi Menuhin, pero no necesitas sentirte inferior por ello. Nunca trataste de
serlo y además no es asunto tuyo. Yehudi Menuhin tampoco es como tú; entonces
¿cuál es el problema? ¿Dónde está el conflicto? Pero la mente política sufre
una herida debido a su inferioridad y el político continúa hurgando en su
herida. Intelectualmente -no es un Alberto Einstein- siempre se compara con
gigantes y psicológicamente no es un Sigmund Freud... Si te comparas con los
gigantes de la Humanidad siempre te sentirás completamente humillado, sin
valor. Este sentimiento de carencia de valor puede resolverse de dos formas:
una es a través de la religión y la otra es por medio de la política. La
política no lo elimina, solamente lo cubre. Es el mismo hombre enfermo el que
se siente inferior, es el mismo hombre el que ocupa el cargo de presidente.
Pero el solo hecho de sentarte en una silla presidencial, ¿qué diferencia puede
producir en tu situación interior? El ego es muy sutil y escurridizo y el
político está enfermo debido a su ego. Puede encubrir la herida convirtiéndose
en presidente, primer ministro... Puede tapar su herida, pero la herida está
ahí. Puedes engañar a todo el mundo, pero ¿cómo puedes engañarte a ti mismo? Tú
sabes que está ahí, eres tú quien la ha escondido. Y ésta es la situación de
los políticos: sólo pus, heridas, inferioridad, sentimientos de inutilidad. Sí,
él ha ido subiendo cada vez más y más y en cada peldaño subsistía la esperanza
de que en el próximo, la herida desaparecería. Es la inferioridad lo que crea
la ambición, porque tu ambición es simplemente un esfuerzo por demostrar tu
superioridad. La ambición no es más que el intento de demostrar tu
superioridad. Pero, ¿para qué esforzarte en demostrar tu superioridad a menos
que estés sufriendo un complejo de inferioridad? En mi familia todos eran
políticos, excepto mi padre. Todos me decían: "¿Por qué no te inscribes en
el partido? ¿Por qué no votas? ¿Por qué desperdicias así tu energía? Si te
dedicaras a la política, podrías llegar a ser presidente o primer
ministro". Yo les contestaba: "Os habéis olvidado completamente de
con quién estáis hablando. No me siento inferior. Entonces, ¿por qué tendría
que desperdiciar mi vida siendo presidente? Es como si vosotros quisierais
operarme de cáncer sin tener yo cáncer; es extraño. ¿Por qué operarme
innecesariamente? Vosotros sufrís de algún complejo de inferioridad y estáis
proyectando vuestro complejo sobre mí. Estoy perfectamente bien como soy. Estoy
absolutamente agradecido a la Existencia, me encuentre donde me encuentre,
¡pase lo que pase! Nunca he pedido otra cosa, así que no hay forma de
desilusionarme". Ellos decían: "Hablas de cosas extrañas. ¿Qué es
este "complejo de inferioridad?” Y ¿qué tiene que ver este complejo con la
política?". "No entendéis de psicología elemental ni tampoco vuestros
grandes políticos saben nada de ella", les decía yo. "Todos estos
grandes políticos del mundo son gente enferma y optan por continuar tapando sus
heridas. Sí, pueden engañar a otros. Cuando Jimmy Carter sonríe, te engaña,
pero ¿cómo puede Jimmy Carter engañarse a sí mismo? Él sabe que sólo es un
movimiento de los labios. No hay nada dentro, no hay sonrisa. La gente llega al
más alto peldaño de la escala y allí se da cuenta de que ha desperdiciado toda
su vida. Ha llegado, pero ¿a dónde? Ha llegado al lugar por el que estaba
luchando y no ha sido una batalla fácil, luchó con uñas y dientes, destrozando
por el camino a otros, usándoles como medio y pisándoles la cabeza. Has llegado
al final de la escalera, y ¿qué has ganado? Simplemente has desperdiciado toda
tu vida. Pero incluso para aceptar esto se necesita un gran valor. Es mejor
continuar sonriendo y manteniendo la ilusión; así por lo menos otros pensarán
que eres un gran hombre. Tú sabes muy bien quién eres. Eres exactamente el
mismo de antes, quizás peor, porque toda esta lucha, toda esta violencia, te ha
hecho peor. Has perdido toda tu humanidad. Ya no eres un ser. Te has alejado
tanto... Gurdjieff solía decir que no todas las personas tienen un alma, por la
sencilla razón, de que... no es literalmente verdad, pero él solía decir:
"No todas las personas tienen alma, sólo algunas personas que descubren su
ser la tienen. Los demás están simplemente viviendo una ilusión porque las
escrituras dicen y todas las religiones predican que se nace con un
alma". Gurdjieff fue muy drástico.
Dijo: ''Todo esto es una estupidez; tú no has nacido con alma, tienes que
merecerla, ganarla". Y yo entiendo
lo que él quería decir; aunque yo no diría que naciste sin alma. Naciste con un alma, pero esta alma es sólo
potencial, y lo que Gurdjieff dijo es exactamente lo mismo. Tienes que
actualizar ese potencial. Tienes que ganar el alma. Tienes que merecerla. El
político se da cuenta de esto cuando toda su vida se ha ido por el desagüe.
Ahora, o bien lo confiesa... lo cual le resulta absolutamente estúpido porque
estaría confesando que toda su vida ha sido la vida de un idiota. Las heridas
no se curan cubriéndolas. La religión cura. Las palabras meditación y medicina
tienen la misma raíz. La medicina es para el cuerpo; la meditación es para el
alma. Es medicinal, es una cura. Tú me preguntas, "¿Puede un político ser
religioso?" Permaneciendo en la política es imposible. Si la deja, ya no
es un político y puede entonces convertirse en un hombre religioso. No estoy
haciendo divisiones, no estoy impidiendo a los políticos ser religiosos. Lo que
estoy diciendo es que mientras sean políticos no pueden ser religiosos, porque son
dimensiones distintas. O curas tu herida, o la ocultas; no es posible hacer
ambas cosas. Y para curarla tienes que destaparla, no cubrirla. Descúbrela,
conócela, entra profundamente en ella, súfrela. Lo que necesitas es explorar
todo tu ser sin prejuicios, sin condenas, porque encontrarás muchas cosas que
te han dicho que son malas, pecaminosas. Así que no te acobardes, déjalas ahí.
Sencillamente, no es necesario condenarlas. Has empezado a explorar. Sólo
fíjate en lo que hay ahí. Fíjate y sigue adelante. No lo condenes, no le pongas
una etiqueta. No prejuzgues, ni a favor, ni en contra, porque eso es lo que te
impide explorar. Tu mundo interno se cierra inmediatamente, te pones tenso:
"En mí hay algo que va mal". Vas hacia dentro y ves algo; te da miedo
porque es algo malo: codicia, lujuria, rabia, celos... ¡Dios mío! ¡Todas esas
cosas en mí! Es mejor no entrar. Por eso millones de personas no entran en su
interior. Simplemente se sientan en el umbral, fuera de su casa. Viven toda su
vida en el portal. ¡Eso es vivir en el porche! Nunca abren la puerta de su
casa... y la casa tiene muchas habitaciones, es un palacio. Si entras, te
encontrarás con muchas cosas que los demás te han dicho que están mal. Tú no lo
sabes, sencillamente di: "Soy un ignorante. No sé quién es el que está
aquí dentro. Sólo he venido a explorar, a hacer un reconocimiento". Y uno
que inspecciona no necesita tomarse la molestia de juzgar si algo está bien o
mal, simplemente sigue mirando, vigilando, observando. Y te sorprenderá la más
extraña experiencia. Detrás de lo que hasta ahora habías llamado amor, se
encuentra escondido el odio. Sólo toma nota... Lo que hasta ahora has venido
llamando humildad, tiene al ego escondido detrás. Toma nota... Si alguien me
pregunta: "¿Eres un hombre humilde?", no puedo decir: "Lo
soy", porque sé que la humildad es sólo el ego cabeza abajo. No soy un
egoísta, ¿cómo puedo entonces ser humilde? ¿Me comprendes? Es imposible ser
humilde sin tener un ego. Y una vez que comprendes -como te decía que ambos van
juntos-, lo extraordinario sucede. En el momento en que ves que tu amor y tu
odio, tu humildad y tu ego, son uno, se evaporan. No debes hacer absolutamente
nada. Has descubierto su secreto. Ese secreto les ayudaba a permanecer dentro
de ti. Conoces su secreto; ahora ya no hay para ellos un lugar donde
esconderse. Entra en ti, una y otra vez, y cada vez encontrarás ahí menos
cosas. La multitud que hay en ti se estará marchando, las masas empiezan a
dispersarse y no está lejano el día en que te dejarán solo y ya no habrá nadie;
el vacío está en tus manos. Y de repente, estás curado. No hagas ninguna
comparación, porque tú eres tú, y el otro es el otro. ¿Por qué debería
compararme con Yehudi Menuhin o con Pablo Picasso? No veo la necesidad... ellos
hacen sus cosas, yo hago las mías; ellos gozan haciendo lo suyo... quizás sea
porque con respecto a otro, no puedo asegurar nada. Pero estoy seguro de mí
mismo, estoy seguro de que disfruto de cualquier cosa que hago o dejo de hacer.
Sólo puedo estar seguro respecto a mí. Y si sigues explorando tu mundo interior
sin condenas, sin apegos, sin pensar en absoluto, sólo observando los hechos,
todo empieza a desvanecerse. Y llega un día en que te quedas solo; la multitud
se ha ido. Y en ese momento, por primera vez, sientes, comprendes, lo que
supone curarte psíquicamente. Y desde la
sanación psíquica se abre la puerta para la curación espiritual. No necesitas abrirla tú; se abre por sí
misma. Con sólo llegar al centro psíquico, la puerta se abre. Ha estado
esperándote, tal vez durante muchas vidas. Cuando llegas, la puerta
inmediatamente se abre y desde esa puerta no sólo te ves a ti mismo, sino que
contemplas toda la Existencia, todas las estrellas, el cosmos entero. Por lo
tanto puedo afirmar rotundamente que ningún político puede llegar a ser
religioso a menos que deje la política. Entonces deja de ser un político y lo
que estoy diciendo ya no se refiere a él.
También has
preguntado, "¿Puede un hombre religioso convertirse en un
político?".
Esto es aún más imposible que lo
anterior, porque para él no hay motivo alguno para llegar a serlo. Si la
inferioridad es la causa que te lleva a la ambición, ¿cómo puede entonces un
hombre religioso convertirse en un político? No hay nada que le mueva a ello.
Pero ha sucedido de vez en cuando en el pasado y puede volver a suceder en el
futuro, así que deja que te cuente... En el pasado fue posible porque el mundo
estaba dominado por la monarquía. De vez en cuando, el hijo del rey podía
resultar un poeta. Es muy difícil que un poeta llegue a ser el presidente de
América, ¿quién le escucharía? La gente pensaría que está loco y les parecería
un hippie. ¿No puede arreglarse a sí mismo y está tratando de arreglar al
mundo? Pero en el pasado esto fue posible debido a la monarquía. El último
emperador de la India, del cual los británicos tomaron el poder, fue un poeta
-por esto los británicos lograron ocupar la India- Bahadurshah Zafar, uno de
los mejores poetas urdus. Ahora no es posible que un poeta llegue a ser
emperador; fue sólo un accidente que naciera como hijo de un emperador. De la
misma forma, en los antiguos días de la monarquía del hemisferio occidental fue
posible que apareciese un hombre como el emperador romano Marco Aurelio. Era un
hombre religioso, pero esto fue sólo accidental. Marco Aurelio no podría ser
hoy día presidente o un primer ministro, porque no iría por ahí pidiendo votos,
no mendigaría, ¿para qué? En la India ha sucedido unas cuantas veces. Ashoka,
uno de los grandes emperadores de la India fue un gran científico. De modo que
en el pasado fue posible gracias a la monarquía. Pero con la monarquía, también
algunos idiotas llegaron a reyes, algunos locos llegaron a reyes; todo es
posible. No estoy a favor de la monarquía; simplemente digo que con la
monarquía fue posible que un hombre religioso, accidentalmente, se convirtiera
en emperador. La democracia no va a durar mucho tiempo porque el político es un
ignorante comparado con un científico; está ya en manos del científico. El
futuro pertenece a los científicos, no a los políticos. Esto significa que
vamos a tener que cambiar la palabra "democracia". Yo tengo una
palabra mejor: "meritócracia". El mérito será el factor decisivo.
Gobernar no dependerá de los votos que consigas lanzando toda clase de promesas
y esperanzas, sino de tu mérito; tu verdadero valor en el mundo científico,
decidirá. Y cuando el gobierno llegue a manos de los científicos, todo será
posible porque yo he llamado a la ciencia, la "religión objetiva"; y
a la religión, la "ciencia subjetiva". Una vez en manos de la
ciencia, el mapa del mundo será diferente porque entonces ¿por qué razón
tendrían que pelear un científico soviético y un científico americano? Ambos
trabajarán en los mismos proyectos; será mucho más rápido si lo hacen juntos.
Es pura estupidez que en todo el mundo, en cada nación, se estén repitiendo los
mismos experimentos. ¡Es increíble! Toda esa gente unida podría hacer milagros;
dividida, lo encarece todo. Por ejemplo, si Albert Einstein no hubiese escapado
de Alemania, ¿quién hubiera ganado la Segunda Guerra Mundial? ¿Piensas que la
hubiesen ganado América, Gran Bretaña y Rusia? No. La huida de un solo hombre
-Albert Einstein- al escapar de Alemania, forjó la historia. Nombres sin
importancia como Roosevelt, Churchill, Stalin, Hitler, no significan nada. Este
hombre lo hizo todo, porque creó la bomba atómica. Escribió una carta a
Roosevelt diciendo: "Tengo preparada la bomba atómica. A menos que la
utilice no habrá forma de ganar la guerra". Se arrepintió de esto toda su
vida, pero esa es otra historia... Pudo haber dirigido esa carta a otro en vez
de a Roosevelt, a Adolfo Hitler, y toda la historia hubiese sido diferente,
totalmente diferente. El futuro está en manos de los científicos. No está muy
lejos. Ahora existen armas nucleares y los políticos no pueden estar
controlándolo todo, no saben nada de ellas, ni siquiera el ABC. Tarde o
temprano el mundo estará en manos de gente con los méritos suficientes. Primero
pasará a manos de los científicos. Lo puedes considerar casi como una predicción:
el mundo pasará a depender de los científicos. Y desde ahí, se abrirá una nueva
dimensión. Tarde o temprano el científico invitará al sabio, al santo, a que le
ayude porque él solo no podrá arreglárselas. El científico no es capaz de
dirigirse a sí mismo. Puede manejarlo todo, menos a sí mismo. Alberto Einstein
puede conocer todo lo referente a las estrellas del universo, pero no sabe nada
acerca de su propio centro. Éste será el futuro: de los políticos a los
científicos, de los científicos al hombre religioso. Pero esa será una clase de
mundo totalmente diferente. El hombre religioso no pedirá nada. Tú tendrás que
pedírselo a él. Tú tendrás que solicitarlo. Y si ellos sienten que eres sincero
y que existe una necesidad, es posible que actúen en el mundo. Pero recuerda
que no será en absoluto política. Así que deja que lo repita: el político puede
llegar a ser religioso si abandona la política; si no, es imposible que lo sea.
El hombre religioso puede llegar a formar parte del mundo político solamente si
la política cambia toda su estructura. De otro modo es imposible para un
religioso involucrarse en política. No puede ser un político. Pero según están
evolucionando las cosas, es absolutamente seguro que el mundo tendrá que ser
dirigido por científicos y que después de éstos tendrá que pasar a manos de los
místicos. Sólo en manos de los místicos estarás a salvo. El mundo puede ser
realmente un paraíso. En realidad no hay otro paraíso, a menos que hagamos uno
aquí.
Capítulo
9 El
Sacerdote
Un antiguo cuento. Un diablillo va
corriendo a ver a su jefe. Temblando le dice al viejo demonio, "Hay que
hacer algo inmediatamente, porque en la Tierra un hombre ha encontrado la
Verdad. Y si la gente conoce la Verdad, ¿qué pasará con nuestra profesión?". El viejo diablo "se rió y dijo,
"Siéntate y descansa, no te preocupes. Todo se arreglará, ya tenemos gente
allí". Pero él dijo: "Vengo de
allí y no he visto ni a uno solo de los nuestros”. El viejo le contestó:
"Los curas son mi gente. Ya han rodeado al hombre que encontró la Verdad.
Ahora serán los mediadores entre el hombre de la Verdad y las masas. Harán
templos, escribirán escrituras, interpretarán, y lo distorsionarán todo.
Pedirán a la gente que adoren y recen. Y en todo este lío, la verdad se perderá.
Éste es mi viejo método; siempre ha dado resultado".
Los sacerdotes no son amigos de la
religión que representan; son sus grandes enemigos, porque la religión no
necesita mediadores. Entre tú y la Existencia la relación es inmediata. Todo lo
que tienes que aprender es cómo entender el lenguaje de la Existencia. La
Existencia sólo conoce un lenguaje: el del silencio. Si tú puedes estar también
en silencio, podrás entender la verdad, el significado de la vida, el
significado de todo lo que existe. Y no hay nadie que pueda interpretarlo por
ti. Cada uno tiene que encontrarlo por sí mismo. Nadie puede hacerlo por ti;
pero eso es lo que los curas han estado haciendo durante siglos. Ellos se han
interpuesto entre tú y la Existencia como una Muralla China. Si la gente
comienza a acercarse a la realidad sin que nadie la guíe, sin que nadie le diga
lo que es bueno y lo que es malo, sin que nadie le dé un mapa que tenga que
seguir, millones de personas serían capaces de comprender la Existencia, porque
el latido de nuestro corazón es también el latido del universo. Nuestra vida es
una parte de la totalidad de la vida. No somos foráneos, no venimos de alguna
otra parte; estamos creciendo con la Existencia. Somos una parte esencial de
Ella; sólo tenemos que estar lo bastante silenciosos como para poder escuchar
aquello que no puede ser expresado en palabras: la música de la Existencia. Una
vez que comienza a penetrar en nuestro corazón, llega la transformación y ese
es el único camino para que alguien se torne religioso; no por ir a la iglesia,
ni por leer las escrituras, que son hechas por el hombre. Pero los sacerdotes
han hecho creer falsamente- que sus sagradas escrituras fueron escritas por
Dios. La sola idea es simplemente estúpida. Mira esas escrituras, no encontrarás
ninguna firma de Dios en ellas. Cada escritura lleva intrínsecamente la
evidencia de haber sido escrita por el hombre; y por un hombre muy estúpido,
muy primitivo. Las escrituras son hechas por el hombre, las estatuas de Dios
son hechas por el hombre, los templos y las iglesias también; pero miles de
años de condicionamientos les han conferido una cierta inviolabilidad. Y no hay
nada sagrado ni santo en ellas. Los sacerdotes, más que nadie, han estado
engañando al hombre. Ésta es la peor profesión del mundo, incluso peor que la
prostitución. Por lo menos las prostitutas te dan algo a cambio; los sacerdotes
simplemente te dan bla, bla, bla. No tienen nada para darte. Y esto no es todo.
Siempre que alguien ha alcanzado la
verdad, los sacerdotes están en su contra. Obviamente tienen que estarlo,
porque si la verdad es reconocida por la gente, millones de curas en el mundo
se quedarían sin empleo. Y su empleo es absolutamente improductivo. Son
parásitos, chupan la sangre a los hombres. Desde el momento en que el niño nace
hasta que muere, el sacerdote está buscando maneras de explotarlo. A menos que
la religión se libere de las manos de los sacerdotes, el mundo permanecerá sólo
en una pseudo-religión; nunca llegará a ser religioso. Y un mundo religioso no puede ser tan
desgraciado; el mundo religioso debería ser una celebración constante. El
hombre religioso no es más que éxtasis puro. Su corazón está lleno de
canciones. Su ser está listo para bailar en cualquier momento. Pero el
sacerdote ha abolido la búsqueda de la verdad. Ha dicho: "No hay necesidad
de buscar más; ya se ha encontrado. Sólo tienes que tener fe". Los
sacerdotes han hecho infeliz a la gente, porque condenan todos los placeres del
mundo. Condenan los placeres del mundo, para alabar los placeres del otro
mundo. El otro mundo es su fantasía y quieren que la Humanidad sacrifique su
realidad por una idea ficticia. Y la gente se ha sacrificado. Los curas son
enemigos de todos aquellos que aman la verdad, de aquellos que buscan la verdad
y de aquellos que ya la han encontrado. Mientras más cerca estás de la verdad,
más se convierten los sacerdotes en tus enemigos. Estás perturbando a sus
clientes, estás interfiriendo en su negocio. Ellos son muy eficientes
argumentando; han pulido sus argumentos. No tienen otra cosa que hacer;
solamente argumentan. Pueden perturbarte, pueden confundirte. Tú no conoces la
verdad; tampoco ellos la conocen, pero sí saben de teorías, de sofismas. Pueden
convencerte de lo que quieran. Todos los sacerdotes pertenecen a la categoría
de los sofistas. La retórica es prostitución y los argumentos no prueban nada.
Con una argumentación un poco mejor se les puede demoler. Si tú no tienes
experiencia, es peligroso que entres en argumentaciones, en discusiones, en
retóricas, porque tu mente sin experiencia puede ser convencida con argumentos
de algo que no es verdadero. Primero vive la experiencia; entonces no tendrás
necesidad de argumentos, porque ningún argumento podrá destruir tu experiencia.
Tu experiencia tiene la cualidad de ser por sí misma evidente. Los sacerdotes
pretenden ser muy humildes, pero son muy vengativos. Y puedes verlo en el
mundo. Sólo han hecho una cosa: provocar guerras -las guerras religiosas, las
llamadas cruzadas. Han matado mucha más gente que nadie, en nombre de la
religión, en nombre del amor, en nombre de la verdad. Su humildad es
hipocresía. Su venganza es bien conocida. Durante miles de años han estado
destruyendo la unidad del ser humano. Toda la Humanidad es una, pero los
sacerdotes no van a permitirlo, porque si toda la Humanidad se volviera una, si
todos estos adjetivos se dejaran de lado -cristiano, judío, hindú, o musulmán-
los sacerdotes estarían perdidos. Tienen una profesión muy bien remunerada y no
hacen nada, excepto crear problemas y disturbios entre las diferentes
religiones. ¡Ni los puedes tocar! Incluso al ponerte en contacto con ellos te
puedes contaminar. Es la profesión más desagradable del mundo. Todos los
redentores han creado diferentes clases de esclavitud. De hecho, nadie puede
redimir a nadie. Uno puede redimirse a sí mismo, pero no pretender que "Yo
soy el redentor; cree en mí y yo te salvaré. Soy el salvador, el único y
verdadero salvador". Eso ha creado prisiones. Estas prisiones son
espirituales y psicológicas, y es por eso que tú no las ves. Si no, ¿qué
quieres decir cuando dices: "Soy cristiano" o "Soy hindú",
o "Soy budista?”. Significa que, "Yo creo que Gautama Buda va a ser
mi redentor, o que estoy sencillamente esperando a que Jesucristo venga a
redimirme". Has abandonado todo esfuerzo por transformarte, y esa es la
única forma que existe para lograr cualquier transformación. Todos esos
redentores han creado sólo prisiones para la gente.
Y los sacerdotes son los
representantes de estos redentores sin vida. Estos sacerdotes son también
esclavos, pero al menos esa servidumbre les produce riquezas. Los otros que son
también esclavos, están perdiendo el tiempo esperando. Esperar es siempre
esperar a Godot; nunca llega. Todas las religiones destruyen la dignidad del
hombre; le llaman pecador. En vez de dignificarle haciéndolo más hermoso y más
verdadero, haciendo de él un Dios en la Tierra, han convertido a toda la
Humanidad en una masa de pecadores. Y así, todo lo que le queda por hacer es
decir: "¡Sube de rodillas la escalera, pecador!". A esto le llaman
tener devoción, a esto le llaman oración. Esto no es más que suicidio. Es la
destrucción de ti mismo, del amor por ti mismo, del respeto por ti mismo, de tu
dignidad. Tú eres la más alta evolución de la Existencia. La Existencia ha
soñado y esperado que tú alcances los más altos estados de consciencia. La
Existencia sueña en convertirte en superhombre, pero estos sacerdotes han
encontrado super-pecadores. ¿Para qué se necesitan todas estas iglesias,
templos, sinagogas? ¿No es todo este mundo, este universo entero, un hermoso
templo? El cielo lleno de estrellas por la noche, el día pleno de luz del sol,
los pájaros cantando, las flores floreciendo, ¿qué mayor belleza puedes crear?
Este espacio es tu libertad. Permaneciendo atado a falsas ideologías en una
iglesia, no eres nada; sólo un prisionero. Este universo es el templo de Dios.
Y todo lo que tiene vida, no es más que divinidad. Todo es sagrado, nada es
profano. La dualidad es creada por los sacerdotes. Y la dualidad entre lo
profano y lo sagrado, ha creado la dualidad en ti, entre el cuerpo y el alma.
Ha creado una Humanidad esquizofrénica; todos están divididos. A menos que te
vuelvas uno, en profunda armonía y sintonía, nunca escucharás la música
celestial, la cual es la única prueba de que el mundo no es malo, de que el
mundo está vivo. No sólo vivo, sino consciente; no sólo consciente, sino
continuamente creativo. Los cristianos dicen que este mundo fue creado en seis
días y que en el séptimo -el domingo- Dios descansó. Y aún está descansando. Su
lunes no ha llegado aún. Este mundo, este vasto universo sin límites, es un
continuo proceso de creatividad. Todavía está siendo creado. ¿Quién dijo que la
creación se completó en seis días? Y ¿por qué tenía que acabarse en seis días?
Nada parece estar acabado. Todo está creciendo; la inteligencia del hombre está
creciendo, su consciencia está creciendo. En esos seis días, Dios no creó a
Zarathustra, Dios no creó a Gautama Buda, no creó a Jesucristo. Estos son pasos
pertenecientes a una evolución superior. Tú eres sólo un puente; no eres un
ser, sino una posibilidad. Es obvio, absolutamente evidente, que el hombre es
una posibilidad. Todo lo que ha llegado a ser perfecto, muere, porque no hay
posibilidad de crecimiento. Se ha extinguido a sí mismo, se ha consumido
completamente. La vida tiene que seguir siendo una posibilidad, no una
realidad. Tiene que seguir progresando, alcanzando cielo tras cielo, cumbre
tras cumbre. Si Dios fue el creador del mundo ¿por qué la gente está muriendo
de desnutrición? ¿Se ha olvidado Dios del universo que creó? Si Dios creó el
universo, entonces, él es el responsable de todos los pecadores, de todos los
criminales, porque él creó la semilla del crimen y la semilla del pecado. De
otra manera, ¿de dónde vendrían? Él es el único Creador. Si el hombre asesina,
¿quién creó el deseo de matar? Si el hombre viola, ¿quién creó el deseo de
violar? ¿Quién es entonces el responsable de las armas atómicas? ¿Quién es el
responsable de Adolfo Hitler y de la Segunda Guerra Mundial? Él fue responsable
de cincuenta millones de muertes en la Segunda Guerra Mundial ¿Y quién será el
responsable, si la Tercera Guerra Mundial sucede y toda la vida es destruida en
este hermoso planeta? Dios tiene que asumir su responsabilidad. Si Él es el
creador, tiene que ser también el destructor. La implicación es clara. Y esos
idiotas todavía están adorando a Dios; son realmente héroes. Hay mucho de
heroico en su adoración; adoran a un Dios que priva a sus criaturas, a Adán y a
Eva, de volverse sabios, de permanecer vivos eternamente. Aun así, los
sacerdotes continúan adorándolo y la gente camina ciegamente tras el sacerdote.
Muchos más hombres han sido asesinados en el nombre de Dios, que en ningún otro
nombre. Extraño Dios, extraño creador. Y extraños representantes cuyo único
trabajo consiste en matar al hombre, en destruir al hombre. ¡Qué extraños son
esos mal llamados ministros religiosos cuya enseñanza es la renuncia al mundo!
¡Y Dios creó el mundo! ¿Puedes ver la contradicción? Si Dios creó el mundo,
entonces el renunciar al mundo significa renunciar a Dios. George Gurdjieff
solía decir que todas las religiones están en contra de Dios. Decía que estaban
en contra de Dios porque todas enseñan a renunciar al mundo. Pobre Dios. Creó
el mundo en seis días y se cansó tanto que su lunes no le ha llegado aún. No se
le ha visto por aquí otra vez. Quizás se desgastó de tal forma, que se agotó;
se durmió un domingo y nunca más despertó. Y esa gente sigue predicando que
renuncies al mundo. Renunciar al mundo es renunciar a Dios, porque ésta es su
creación. No parecen haber sido redimidos. No hay más que mirar a los
discípulos de las mal llamadas religiones. ¡Ve y observa a los monjes jainos!
Sus ojos no demuestran inteligencia, sus caras no resplandecen de luz y de
gloria. Se torturan a sí mismos; esa es su disciplina. Y si te torturas a ti
mismo, no puedes ser una hermosa flor. Y todas las religiones... viendo al
Papa, ¿sientes que tiene algo de divino? ¿Un aura de divinidad? Y el Papa que
le precedió fue homosexual. ¿Es la homosexualidad divina? Tal vez, porque la
trinidad cristiana parece ser un grupo "gay": Dios el padre, Dios el
hijo y un extraño tipo, el Espíritu Santo. Ni una sola mujer. En el transcurso
de los años los Papas han quemado a miles de mujeres vivas, condenándolas como
brujas. ¿Cuál fue el criterio para decidir quién era bruja? Ahora las brujas no
existen. De repente aparecieron y de repente desaparecieron. No había un
criterio y cualquiera podía informar al Papa. El Papa nombraba un tribunal
especial con sólo sospechar que una mujer era una bruja -y cualquier hombre
estaba calificado para sospechar de ella-. No se pedían razones. La mujer era
aprehendida e inmediatamente torturada durante un sinfín de días. Se la hacía
pasar hambre, sed, se la golpeaba. Inventaron máquinas de tortura. Y finalmente
-porque aquello parecía ser la única forma de librarse de la tortura- ella se
confesaba bruja. Su confesión era la única prueba y una confesión la puedes
arrancar a cualquier persona si la torturas lo suficiente como para que no
tenga otra salida. Y se le indicaba qué era lo que tenía que declarar ante el
tribunal: que era bruja y que mantenía relaciones sexuales con el demonio. El
demonio no existe, pero la mujer tenía que confesar que sí, ante el tribunal,
porque si no, la tortura comenzaba nuevamente. Y una vez que aceptaba ser bruja
y haber mantenido relaciones sexuales con el demonio, entonces el tribunal se
daba por satisfecho. No había necesidad de más evidencias. El juicio era simple:
la mujer debía ser quemada viva delante de todo el pueblo para que todos
pudieran presenciar lo que te podía suceder si mantenías relaciones sexuales
con el demonio. Miles de mujeres fueron quemadas. Y los Papas fueron los
responsables. Estos Papas no demuestran saber disfrutar, no tienen alegría,
creatividad, silencio. Sólo hacen estupideces como besar el suelo. Cuando este
Papa polaco viajó aquí, besó la tierra del aeropuerto de Delhi. Yo dije:
"Ahora saboreas la religión hindú por primera vez, porque aquí toda la
tierra está llena de estiércol de vaca, de vaca sagrada. Y si besas la tierra,
simplemente demuestras tu estupidez y nada más". Ellos han de demostrar que están redimidos,
que están despiertos, liberados. Pero no
es así; se les ve más y más esclavos.
Son impostores, se llaman a sí mismos pastores, pero pertenecen al mismo
rebaño que las ovejas, porque no son conscientes de un simple hecho: para el
futuro existen muchos puentes. El hombre tiene muchas potencialidades. Puede
llegar a ser muchas clases diferentes de hombre nuevo. Y en el mundo
necesitaremos que cada nuevo hombre sea único, para que así, la variedad y la
belleza que la variedad brinda, permanezca viva en la tierra. Si todo el mundo
fuera igual, la vida sería un aburrimiento. Los sacerdotes han detenido el
crecimiento del hombre, han obstaculizado -de todas las formas posibles- su
vuelo a cielo abierto. No han permitido la libertad. Todo lo que necesitas es
encontrar el camino hacia una libertad total, libertad de toda clase de servidumbres
psicológicas y espirituales. Y tú mismo serás tu propio redentor. Y serás un
hombre inmensamente superior a todos tus redentores.
Capítulo
10
El
Hombre es Su Propio Enemigo
Las religiones han destruido la
integridad del hombre. Lo han fragmentado. Y lo que es peor, lo han fragmentado
en partes contrapuestas. El mayor crimen contra la Humanidad ha sido el
cometido por las religiones. Han vuelto a la Humanidad esquizofrénica,
proporcionando a cada individuo una personalidad dividida. Y lo han hecho de
una manera muy astuta. Primero se le dijo al hombre: "No eres el
cuerpo" y después, "El cuerpo es tu enemigo". La conclusión
lógica fue: no formas parte del mundo y el mundo no es más que un castigo;
estás aquí como castigo. Tu vida no es -ni puede ser- una fiesta. Sólo puede
ser un lamento, una tragedia. Tu destino en la Tierra es sufrir. Tuvieron que
hacerlo para glorificar a Dios -que es una ficción poética- y para exaltar el
cielo -que es una extensión de la codicia humana- y para hacer que la gente
temiera al infierno, lo que supone crear un gran miedo en el centro mismo del
alma humana. De este modo han atrapado al hombre y le han diseccionado. Ninguna
religión acepta como simple, natural y real que el hombre es una unidad, que
este mundo no es un castigo y que este mundo no está separado del hombre. El
hombre está enraizado en este mundo de la misma forma que lo están los árboles.
Este planeta -la Tierra- es su madre. Todas las religiones han traicionado a la
Tierra, han traicionado a la propia fuente de su vida. Han condenado la Tierra,
han abogado para que se renuncie a ella; siempre insisten en que se ha de
renunciar a ella. Pero, ¿cómo puedes renunciar a tu naturaleza? Puedes
fingirlo, puedes ser hipócrita. Puedes incluso comenzar a creer que ya no eres
parte de la naturaleza, pero incluso tus grandes santos dependen de la
naturaleza de la misma forma que dependen de ella los grandes pecadores. Todos
necesitan alimento, necesitan agua, necesitan aire; sus necesidades no cambian.
¿A qué hay que renunciar? Eso ha creado en el hombre una mente dividida. El
hombre se va desintegrando; todos sus fragmentos están continuamente luchando
unos contra otros. Ésta es la raíz y la causa del sufrimiento humano y se ha
convertido casi en una forma normal de ser, porque la gente lo ha estado
sufriendo durante miles de años. Han dado por sentado que esto es lo que nos
toca, que ésta es nuestra suerte, nuestro destino, y que nada puede hacerse
para remediarlo. La realidad es que no es nuestra suerte, ni nuestro destino;
es nuestra estupidez, es nuestra falta de inteligencia por haber estado
escuchando a los sacerdotes y creyendo en sus ficciones. Por supuesto que estas
ficciones son muy provechosas para los sacerdotes. Ellos no han dudado en
fragmentar a la Humanidad, porque sus ficciones sirven a sus intereses a la
perfección. Un hombre saludable y entero, un hombre que no está dividido en
fragmentos, no puede ser esclavizado por los sacerdotes. Sólo un hombre que
sufre necesita rezar, con la esperanza de que quizás Dios pueda ayudarlo. Para
que Dios exista, el hombre tiene que sufrir. Para que Dios sea más y más una
realidad, el hombre tiene que volverse cada vez más esquizofrénico. Mientras
más sufre el hombre, más fácilmente puede ser convencido de que ha de rezar, de
que ha de cumplir con los rituales religiosos, porque quiere liberarse del
dolor. Puede ser convencido de que se necesitan salvadores, mensajeros de Dios,
profetas. Pero un hombre que vive feliz, que vive con alegría, no necesita a
ningún Dios. Un hombre que vive la vida no necesita ninguna oración. Para que
los sacerdotes conserven su profesión es absolutamente necesaria la mente
enferma del hombre. Es muy difícil encontrar un hombre que esté integrado;
todos son sólo fragmentos. Uno es espiritual: niega su cuerpo; otro es
materialista: niega su alma. El espiritual no sólo niega su cuerpo, sino que
también niega la mente. Todas las teologías son extremadamente celosas y
monopolizadoras. En América, al final del último siglo, hubo un gran movimiento
religioso llamado "Ciencia Cristiana". Creían sólo en el alma. Todo
lo demás era sólo ilusión, sólo pensamiento; no era real. Tenían sus propias
iglesias donde solían encontrarse para discutir sus grandes filosofías. Hay
gente que está negando hasta la existencia misma del cuerpo, hay gente que está
negando la existencia de la mente y también hay gente que está negando la
existencia del alma. Dicen que sólo el cuerpo es real y que todo lo demás es
ficción. Toda esta gente espiritualistas y materialistas- está de acuerdo en un
punto: en no dejar que el hombre sea natural, una unidad orgánica. Tienen que
eliminar algo. Pero aquello que eliminas sigue ligado a ti, es parte de ti.
Puedes -por repetición constante, repitiéndolo durante siglos- obligarte a
creer algo. Pero si tu creencia no está de acuerdo con tu naturaleza, el
resultado será el sufrimiento. Toda la Humanidad está sufriendo, y lo más
asombroso es que el sufrimiento de la Humanidad tiene su origen en esas ideas
religiosas que no permiten al hombre crecer de forma natural, vivir de forma
natural, amar de forma natural. Y después, cuando llega el sufrimiento dicen:
"¡Ves! ¿No te dijimos que la Tierra no es más que un valle de
lágrimas?". Es una estrategia muy astuta. Primero creas el sufrimiento y
después lo usas como argumento para apoyar la idea de que has nacido en pecado
y que estás en la Tierra y no en el cielo por castigo. Debido a que Adán y Eva
desobedecieron a Dios, estás sufriendo. Es una lógica extraña. Aún cuando Adán
y Eva desobedecieron a Dios, no fue un pecado tan grande; sólo comieron de una
manzana -y ni siquiera sabemos si Adán y Eva existieron alguna vez. Y tú, miles
de años después, sufres porque arrastras su herencia. Perteneces al mismo
linaje y tus progenitores fueron pecadores, de ahí que tú también seas pecador.
Y los sufrimientos de la vida lo prueban, ¿sino, por qué existe tanto
sufrimiento? Las religiones han sido muy astutas y los sacerdotes muy
inhumanos. Han dividido al hombre en contra de sí mismo. Al luchar contra él
mismo, sufre. Es muy difícil encontrar un hombre total. El hombre total es el
super hombre, el hombre total recibirá todas las bendiciones que este hermoso
planeta puede volcar sobre él. Pero sólo el hombre total puede recibirlas. Este
hombre puede ser feliz, ¿por qué? Porque el hombre total vive totalmente, vive
intensamente. A cada momento exprime el jugo de la vida; su vida es una danza,
su vida es una celebración. Y de pronto, cuando tu vida es una celebración, ves
que no es un castigo. Entonces descubres las mentiras de los sacerdotes y en
ese instante dejas de buscar otro paraíso, porque ya lo tienes aquí y ahora. No
tienes que aplazarlo para un futuro lejano, después de la muerte. Lo que
llamamos Humanidad, es un campo de exterminio. Todo el mundo ha sido destruido
de un modo u otro, a todo el mundo se le ha impedido crecer. A todos les falta
algo que es absolutamente necesario, y a lo que tenían derecho por nacimiento.
Los que condenan -y todos los sacerdotes condenan- no pueden ver a nadie feliz,
a nadie gozoso. Inmediatamente se vuelcan contra él y empiezan a condenar su
alegría, a condenar su placer. Han desarrollado grandes argumentos para poder
destruir el placer de la gente. Su principal argumento es: "La vida es muy
corta, y el placer es muy efímero; cambia continuamente. Esto no ha de
engañarte, porque si te engañas, te perderás la eterna dicha del paraíso".
Naturalmente no querrás jugártela. Sólo por el pequeño placer de disfrutar de
tu té por la mañana, no querrás destruir tu eterna dicha en el cielo. Esta vida
consiste de pequeños goces, y si todos esos goces se agrupan, tu vida se
convierte, por sí misma, en un goce. Uno no necesita grandes goces. Su paraíso
y su dicha eterna son sólo poesía, porque nadie nunca los vio, nadie ha ido
nunca allí y ha vuelto diciendo: "Sí, yo lo he visto". En nombre de
dioses ficticios y en nombre de placeres ficticios, se ha destruido lo que es
real. Sólo existe la esperanza de que un día el hombre comprenda... ¿Por cuánto
tiempo podrá permanecer en las prisiones creadas por los sacerdotes? Las pueden
llamar iglesias, templos o mezquitas; no importa cómo llamen a sus prisiones.
¡Es penoso ver a los seres humanos marcados como ganado! Uno es hindú, otro
musulmán, otro cristiano... Aunque recorras el mundo entero te será muy difícil
encontrar un solo ser humano que no haya sido etiquetado, que todavía no forme
parte de la masa, que todavía no forme parte de la multitud, que sea él mismo,
que sea su propia totalidad y que esté viviendo sin miedo, de acuerdo a su
naturaleza. Excepto la naturaleza no hay otra religión. Y no te hace falta
aprender lo que es natural. Cuando tienes sed sabes que necesitas agua, cuando
tienes hambre sabes que necesitas alimento. Tu naturaleza te guía
continuamente. Excepto la naturaleza no existe otra guía. Todas las otras guías
te despistan, te llevan lejos del flujo natural y una vez que estás fuera de tu
curso natural, el sufrimiento comienza. Y tu sufrimiento es su alegría, porque
sólo el que sufre va a las iglesias, sólo el desgraciado va a los templos.
Cuando te sientes feliz y gozoso, joven y sano, ¿qué puede importarte la
iglesia? La vida es tan rica, la vida es tan alegre, que ¿quién va a querer
entrar en esos cementerios donde la tristeza se traduce en seriedad, donde se
supone que una cara larga es religiosa, donde estallar de risa te valdrá ser
condenado por loco, donde no se permite danzar, donde el amor está prohibido,
donde debes sentarte a escuchar palabras sin vida, tan antiguas y polvorientas
que no te tocan el corazón ni conmueven tu ser? Pero estas iglesias, estos
templos y mezquitas, han dominado al hombre. Esto no puede continuar
eternamente. Algún día la inteligencia del hombre se rebelará. La rebelión es
la única esperanza. El hombre destruirá algún día todas estas pretendidas casas
de Dios, porque este planeta, este cielo lleno de estrellas, es el único templo
que existe; todos los demás templos han sido hechos por el hombre. Y esta vida
que ves en los árboles, en los animales y en los hombres, es el único Dios
vivo. Los dioses que están sentados en los templos han sido manufacturados por
el hombre. Es muy extraño que estas religiones continúen afirmando que Dios
creó el mundo, cuando sus dioses fueron creados por el hombre. Dicen: Dios creó
al hombre como a sí mismo, creó al hombre a su propia imagen. La verdad es
justamente lo contrario: el hombre creó a Dios a su propia imagen. Por esto un
dios chino parecerá diferente de un dios hindú, un dios africano parecerá
diferente de un dios europeo, porque la gente está creando dioses según su
propia imagen. Y la estupidez alcanza su máximo: tú creas esas imágenes y
después te arrodillas ante ellas. ¿Puedes imaginar una idiotez mayor? Y
entonces comienzas a rezar... Es posible perdonárselo a los niños. Ellos aman
sus juguetes, aman sus ositos de peluche. Pero ¿y tú? Tú no has crecido aún,
todavía amas tus ositos de peluche. Los tuyos están en tus iglesias, en tus
sinagogas, pero son ositos... cumplen la misma función. El niño se siente solo
sin su osito. Hace unos días estuvo aquí un niño; su madre es sannyasin
-Amrito- de Grecia. Cuando yo estuve en Grecia se hizo muy amigo mío. ¡Me trajo
un osito de peluche! Había dicho a su madre, "No me iré de la India sin
haberle dado antes el osito a Osho, porque vive solo, necesita alguna compañía".
¿Qué son tus dioses? Consuelos, porque sientes que aún estando en la multitud,
estás solo. Necesitas un osito en el cielo, un osito de peluche eterno que te
acompañe siempre. Es omnisciente, omnipresente, omnipotente... lo puede todo...
es sólo un consuelo. La gente que cree en Dios no se ha permitido a sí misma
ser adulta, ha permanecido psicológicamente retardada; de lo contrario no
habría tenido ninguna necesidad de Dios.
La vida se basta a sí misma y es tan
hermosa, tan llena de canciones y de flores y de pájaros volando... es la
libertad absoluta de crecer y ser tú mismo. No te da unos Diez Mandamientos; te
acepta tal como eres, no le da demasiada importancia a cómo debieras ser; su
amor y respeto hacia todo lo viviente es incondicional. ¿Por qué necesitas tus
dioses? Porque eres desgraciado. La estrategia es esa: no dejar que la gente
sea feliz. De otro modo la religión desaparecería. En una de sus grandes
intuiciones, Bertrand Russell dijo: "si todo el mundo fuera feliz, puedo
garantizar que no habría más religiones". Y este dicho encierra una gran
verdad. Las religiones quieren que la gente siga siendo pobre, que siga estando
enferma, que sea desgraciada, que viva en permanente ansiedad. Entonces,
naturalmente, se vuelven débiles y necesitan ayuda. Los sacerdotes están listos
para brindar ese apoyo, están listos para informar a Dios de que este hombre
necesita su compasión... aunque ninguna oración parece haber sido oída jamás.
Pero los sacerdotes son muy astutos. Dicen: "Tus oraciones no son escuchadas
porque eres indigno. No lo mereces. Eres un pecador. Estás pecando contra la
religión". Y es casi imposible vivir sin cometer algún pecado. Le han
hecho la vida imposible al hombre de modo que todos nos sentimos indignos. Y
naturalmente, si eres indigno, tienes deseos, tienes anhelos; estás condenado.
Tienes una biología, has nacido de la biología, cada una de tus células no es
más que energía sexual. Te gustaría amar a alguien, pero todas las religiones
se oponen: "Ama y es seguro que irás al infierno". Pero tu biología
te empuja a amar, así que amas a la gente, con miedo, con gran tristeza en el
corazón, sabiendo que cometes un pecado. Naturalmente, no puedes disfrutar del
amor y al no poder disfrutarlo, más lo necesitas, y cuanto más lo necesitas, más
pecador te vuelves. Así, sin siquiera mirar su biografía, puedes decirle a
cualquiera que es indigno y que por eso no han sido escuchadas sus plegarias.
En realidad no hay nadie que las escuche. El hecho es que no hay nadie que las
conteste. De hecho, el hombre que reza está psicológicamente estancado en algún
lugar. Después de la Segunda Guerra Mundial, querían determinar cuál era el
promedio de la edad mental de los soldados, porque para entonces los psicólogos
se habían vuelto eficientes en medir la inteligencia. Se quedaron asombrados.
Nunca pensaron que éste pudiera ser el resultado. ¡El promedio de su edad
mental era de trece años! Y esos soldados no eran menos inteligentes que
cualquier otra persona. Parece que el cuerpo sigue creciendo, envejeciendo, y
que la mente se detiene a la edad de trece o catorce años. Por lo tanto puedes
tener ochenta años, pero cuando te arrodillas frente a un dios sólo eres un
niño de trece; aunque te arrodilles con tu cuerpo, también lo haces con tu
sicología. Las religiones han causado
mucho daño. Nadie se ha molestado en averiguar por qué la edad mental se
detiene a los trece o catorce años. Es muy simple: esa es la época en que las
chicas y los chicos maduran sexualmente, y en el momento en que se vuelven
sexualmente maduros, la biología deja de necesitar la inteligencia. A menos que
tú mismo te esfuerces, tu edad mental seguirá correspondiendo a los trece o
catorce años. La biología ha llegado a su plenitud. Eres sexualmente maduro.
Esta inteligencia es suficiente para engendrar hijos. Si quieres ser más
inteligente, tendrás que hacer un esfuerzo, tendrás que meditar, tendrás que
aguzar tu inteligencia. Pero todas las religiones prefieren que no seas
inteligente porque lo que enseñan es a creer. Un creyente no necesita tener
inteligencia alguna. A no ser que aprendas a dudar, tu inteligencia no crecerá,
porque "duda" significa "búsqueda". Y creer implica que no
es necesario cuestionar ni buscar nada. Por culpa de los sistemas de creencias
que le han sido impuestos al hombre, su edad mental ha permanecido estancada en
los catorce. Y estos adolescentes son los cristianos, los hindúes, los
musulmanes, etc. Si su inteligencia se desarrolla comenzarán a ver que lo que
ellos creían religiones no son más que supersticiones. Si su inteligencia sigue
creciendo, empezarán a dudar de Dios, del cielo, del infierno. Luego empezarán
a dudar de los sacerdotes y de su religiosidad; empezarán a cuestionarlo todo.
Y las religiones no tienen las respuestas.
Te he dicho hace poco que el jainismo
cree que el no utilizar el sentido del gusto es uno de los fundamentos de su
religión. Le pregunté a un monje jaino: "Si el no disfrutar del sabor es
uno de los fundamentos de tu religión, ¿por qué la naturaleza ha dotado al
hombre de papilas gustativas? La naturaleza nunca da cosas
innecesariamente". El monje budista tiene que caminar mirando sólo a un
metro y medio de distancia por delante de sí mismo. No debe mirar más allá de
esa distancia. No puede mantener la cabeza alzada porque podría ver a alguna
mujer hermosa... ¡ese es el problema! Mirando sólo hasta metro y medio de
distancia, a lo sumo puede ver los pies de una mujer, no su cara. Pero si el
amor entre un hombre y una mujer es algo malo, ¿por qué te ha de dar la
naturaleza ese anhelo? Cualquier persona inteligente se lo preguntará. Ni el
mismo Buda hubiese nacido. Afortunadamente el padre de Buda no era un monje
budista; si no, nos hubiésemos perdido de todos esos grandes hombres. La
naturaleza quiere reproducirse: nueva vida, nuevas formas; mejor vida, mejores
formas. La naturaleza es un continuo proceso de evolución. Pero las religiones
se oponen, porque cuanto más evolucionada es una persona, menos posibilidades
hay de que sea víctima de alguna estupidez religiosa... Si la inteligencia crece,
los templos se quedarán vacíos, pero la vida se volverá inmensamente
hermosa.
Capítulo
11
Una
Historia del Futuro
Osho: Estamos
escribiendo un libro titulado: "Una Historia del Futuro". Como tu
visión de la raza humana y de este planeta es tan Clara, nos gustaría mucho
preguntarte. ¿Cuál es tu visión acerca de lo que le pasará al hombre en el
futuro y de cómo vivirá?
Lo primero que has de recordar sobre mi actitud acerca
del futuro, es que todas las predicciones son suposiciones. El futuro sigue
siendo siempre desconocido y da tan extraños giros que nadie puede siquiera
imaginarlos. Más aún, mi manera de encarar la vida es: no preocuparme por el
pasado ni por el futuro. El pasado ya no está, el futuro aún no está aquí; todo
lo que tenemos en las manos es este momento. El pasado está muerto y el futuro
no ha nacido. Sin olvidar este punto de referencia, me gustaría decirte algo.
Primero, se están dando todas las posibilidades para que, por lo que a la vida
se refiere, no haya ningún futuro. Nos estamos acercando a un callejón sin
salida. Es triste reconocer este hecho: pero es bueno reconocerlo, porque sólo
entonces existe la posibilidad de tomar un rumbo diferente. Tal como van las
cosas hoy en día, la conclusión lógica es que vamos hacia un suicidio global.
La única esperanza es que la vida no sigue la lógica; es irracional. Si fuese
racional, matemática y lógica, no podrías concederle a este planeta más de
veinte años de vida. Las razones son cinco: Primero: Se siguen acumulando armas
nucleares día tras día. Ya tenemos suficiente poder nuclear como para destruir
la Tierra siete veces. Esto demuestra la locura del hombre. Ahora bien, ¿qué
sentido tiene seguir acumulando más y más armas nucleares? No todo el mundo es
Jesucristo y no todo el mundo resucitará una y otra y otra vez; siete veces. La
verdad es que ni siquiera Jesucristo resucitó, porque en primer lugar, no murió.
El segundo problema es el indiscriminado aumento de la población. A finales de
este siglo, tendremos siete mil millones de habitantes sobre la Tierra. Y la
Tierra ha sido tan abusivamente explotada que ya no puede mantener a tanta
población. El cincuenta por ciento de la población, sencillamente tendrá que
morir de inanición. Los políticos no han hecho ningún esfuerzo para impedir el
crecimiento de la población.
El tercer problema es el SIDA, una enfermedad que se
está propagando como un fuego incontrolado. Y no parece haber ninguna
posibilidad, por lo menos en los próximos veinte años, de encontrar algo que la
cure. Los científicos están bastante seguros de que no tiene curación. Pero
ningún país está haciendo del celibato un delito y el celibato es la causa de
esta enfermedad, del SIDA. Son los monjes, los soldados, los estudiantes que
viven separados de las mujeres, los que se vuelven homosexuales, y es la
homosexualidad la que ha creado esta enfermedad. Pero la homosexualidad es sólo
un síntoma; el verdadero problema es el celibato. Todas las religiones sufren
por este motivo pues todas predican el celibato, pero ninguna está dispuesta a
reconocerlo y cuando tú no reconoces al enemigo, le estás dando más poder aún.
Reconócelo para poder así encontrar la forma de luchar contra él. El cuarto
gran problema al que el hombre tendrá que enfrentarse en los próximos veinte
años, es el colapso ecológico. No somos conscientes de cómo y de qué forma
estamos destruyendo nuestras propias fuentes de vida. La vida necesita un
equilibrio ecológico, y ese equilibrio se está alterando. Y no es que la ecología se esté alterando en
una sola dirección. Está siendo destruida por medio de métodos
multidimensionales. Por ejemplo, debido a la acumulación de dióxido de carbono
y otros productos químicos elaborados por el hombre, la temperatura de la
atmósfera se ha elevado como jamás lo había hecho anteriormente. Por primera
vez existe la posibilidad de que el hielo de ambos polos, norte y sur, se
empiece a derretir; Esto nunca había sucedido.
Si la temperatura de la atmósfera se eleva un poco más, el hielo de los
Himalayas comenzará a derretirse y los océanos inundarán todas las grandes
ciudades porque todas ellas están cerca del océano. Y el quinto factor es el
más peligroso: el hombre mismo, con todas sus discriminaciones entre blanco y
negro, entre oriente y occidente. Y ahora, de pronto, ha surgido una nueva:
entre norte y sur. La Humanidad está dividida en religiones, en naciones, según
el color, según su raza. Y todos están siempre a punto de degollarse unos a
otros. Parece casi imposible evitar estos peligros con los que el hombre nunca
se había enfrentado anteriormente, a menos que suceda un milagro. Pero los
milagros sólo ocurren en los cuentos, no en la vida real. Y el factor más inquietante es que la
intelectualidad del mundo, los políticos y los filósofos, están ignorando estos
hechos. Suele suceder que, en tiempos de peligro la única forma de proteger tu
paz mental sea ignorar el peligro. A esto se le llama la lógica del avestruz:
si no ves al enemigo, el enemigo no existe. La gente está ocupada en
trivialidades, en asuntos enormemente estúpidos, cuando lo que tenemos delante
son tremendos peligros. Tengo la esperanza de que la Humanidad alcance un
cierto nivel de cordura y la vida pueda salvarse, pero tendremos que considerar
con mucho cuidado estos cinco factores. El mundo debería tener un solo
gobierno; no deberían existir naciones. De esta forma evitaríamos toda
posibilidad de guerra. El mundo debería tener sólo una clase de religiosidad.
No una religión, sino un tipo de religiosidad, una gratitud a la Existencia, un
corazón amante, una consciencia meditativa. Aquello que es la esencia de la
religión debe ser preservado y el cristianismo, el hinduismo, el budismo, el jainismo,
el islamismo, todos deberían desaparecer de la Tierra. Ya no son necesarios, ya
han hecho suficiente mal. Pero ahora el daño es tan grande, que no se puede
seguir tolerando. ¿Qué necesidad hay de que existan naciones? Toda la Tierra es
una. Los problemas podrían resolverse muy fácilmente, si hubiese un solo
Gobierno Mundial que fuese exclusivamente funcional, donde el mérito fuese el
factor decisivo, en vez del poder de los votos. El más capacitado, técnica o
científicamente, para resolver el problema, es el que debería resolverlo. No
por obtener más votos se tiene más capacidad.
A pesar de que todas las religiones
han estado predicando el celibato; nadie ha preguntado: ¿es el celibato algo
natural? ¿Es humanamente posible ser célibe? ¿Puede algún científico, o algún
experto en medicina o psicólogo apoyar la idea del celibato? Nadie dice ni una
sola palabra contra el celibato, que es el que está causando toda clase de
perversiones sexuales en el hombre. Quizás el SIDA sólo sea el principio; pueden
aparecer enfermedades aún más peligrosas. Y por último, menciono al hombre. El
hombre no vive en consonancia con los tiempos actuales. Vive con un atraso de
mil años y el resto del mundo ha cambiado. Pero su rabia es la misma, su
instinto de lucha es el mismo que cuando usaba armas de piedra. Ahora, el mismo
hombre que tenía armas de piedra posee armas nucleares. El hombre en sí no ha
cambiado y la tecnología le ha ido dando más y más poder destructivo. Si llega
a desencadenarse una guerra mundial, será una guerra de apretar botones. Y
todos seremos destruidos. Nadie ganará ni nadie perderá. Ahora es el momento
apropiado para escribir una "Historia del Futuro", porque dentro de
veinte años no habrá ni quién la escriba, ni quién la imprima, ni quién la lea.
Si haces preguntas tan peligrosas, la gente se enojará contigo. Yo he
convertido a todo el mundo en enemigo mío por la sencilla razón de que sigo
jalando del cuello de los avestruces y sacándoles la cabeza de la arena y
diciéndoles que no importa si ven o no al enemigo. Es mejor verlo, porque
viéndolo puede ser que encuentres algún modo de escapar, pero ocultando tu
cabeza en la arena no tienes ninguna posibilidad de defenderte. Pero este
avestruz se siente muy feliz con la cabeza enterrada en la arena. Al jalarle
del cuello, para sacarlo, se enfurece, porque nuevamente tiene que ver al
enemigo, Nadie quiere ver al enemigo.
Las pequeñas cosas siguen manteniendo ocupada la mente humana; así no se
puede encarar el verdadero problema. Te he dicho que son cinco los problemas
reales que van a destruir a la Humanidad. Las soluciones son muy fáciles, pero
éste es un gran manicomio; nadie parece comprender. Todas las armas nucleares
deberían ser lanzadas al Pacífico. Se debería dejar de condenar el sexo y
ensalzar el celibato. De otro modo no
podremos librarnos del SIDA. Se extenderá; se está extendiendo. Es un hecho
evidente que la Tierra no está dividida. ¿Qué necesidad hay de que existan
tantas naciones, a no ser para satisfacer las ambiciones del ego de tanta gente?
No hay otra necesidad. ¿Por qué debería Alemania tener miedo de los inmigrantes
e incentivar a los alemanes para que tengan más niños, cuando la Tierra se está
muriendo a causa de la superpoblación? Si hubiese un gobierno mundial,
podríamos redistribuir la población cambiándola de un sitio a otro. En aquellos
lugares donde la población comenzara a decrecer se debería reemplazar por
población de países donde ésta esté aumentando. Si las religiones
desaparecieran del mundo, muchas estupideces desaparecerían con ellas. Están en
contra del control de la natalidad y se preocupan de engendrar más niños,
porque más niños significa más poder; poder en dos formas: más votos y más
carne de cañón para la guerra. Durante veinte o treinta años debería ponerse en
práctica un estricto control de la natalidad. No es una cuestión democrática,
porque es una elección entre la vida y la muerte. Si todo el mundo va a morir,
¿qué harás entonces con tu democracia? Entonces la democracia dictará las
normas de las tumbas, para las tumbas y por las tumbas, porque la gente habrá
desaparecido. Las religiones alimentan toda clase de supersticiones que
obstaculizan tu inteligencia, tu visión y tu posibilidad de crear un hombre
nuevo en el mundo. Hay algo que es cierto: la vieja Humanidad va a morir. Si
podemos hacer que la gente del mundo comprenda, una nueva clase de hombre
podría sobrevivir. Será un ciudadano del mundo, sin naciones. Será religioso,
pero sin religión. Será científico, pero no destructivo; toda su ciencia estará
dedicada a la creación. Será piadoso, compasivo, amoroso, pero no célibe. Un
hombre sin el peso del pasado, más meditativo, más silencioso, más amoroso...
Todas las universidades deberían dedicar tiempo a crear más consciencia en el
hombre en vez de perder el tiempo en asuntos superficiales. Las cosas deberían
pensarse de forma científica, sin supersticiones. Así habría una posibilidad de
futuro para el hombre. Si tomamos alguna medida real contra estos cinco
peligros que la Humanidad enfrenta, habrá la posibilidad en el futuro de un
hombre nuevo, un hombre mejor, un hombre natural, un hombre más sano, un hombre
más religioso... de un mundo sin guerras, sin naciones, sin religiones. Un
mundo pacífico, amoroso. Un mundo en busca de la verdad, de la dicha del éxtasis.
Pero si estos cinco problemas no se resuelven inmediatamente, no habrá futuro
posible. Deberías comenzar a escribir tu libro, "Una Historia del
Futuro", lo más pronto posible, porque lo más probable es que no haya
ningún futuro.
Capítulo
12
El
Loto Surge del Barro
Osho: ¿Por qué desde un principio, los seres humanos han
tenido que pasar por tanta lucha? ¿No han existido sobre la Tierra
civilizaciones altamente desarrolladas?
Y a pesar de todo, su nivel de consciencia se perdió y el
hombre tuvo que volver a comenzar desde cero. Ahora mismo, parece haber un
período particularmente oscuro.
¿Es que acaso existe alguna ley cósmica que diga que sólo del
barro puede crecer el loto? ¿Llegará alguna vez esta Tierra a convertirse en un
jardín lleno de flores?
La pregunta que has hecho tiene
tremendas implicaciones. Para comenzar, muchas civilizaciones anteriores han
alcanzado niveles incluso más altos que el nuestro, pero todas se destruyeron a
sí mismas, porque todas esas civilizaciones -incluyendo la nuestra- crecieron
en un profundo desequilibrio. Desarrollaron grandes tecnologías, pero olvidaron
que el mayor de los avances tecnológicos no va a hacer del hombre un ser más
dichoso, más pacífico, más amoroso y más compasivo. La consciencia del hombre
no ha crecido al mismo ritmo que su progreso científico, y ésta es la causa por
la cual todas las civilizaciones antiguas se autodestruyeron. No hubo ninguna
causa externa, ningún enemigo externo; el enemigo estaba dentro del hombre. En
lo relacionado a maquinaria, ha creado monstruos, pero él mismo se ha quedado
muy retrasado, inconsciente, casi dormido, y es muy peligroso dar tanto poder a
gente inconsciente. Ahora sucede lo mismo. Los políticos son de la clase más
baja en cuanto a consciencia se refiere. Son astutos, hábiles y además
mezquinos y hacen todo lo que pueden para alcanzar un solo objetivo: Cómo ser
más poderosos. Su único deseo es obtener más poder; no desean más paz, ni un
mayor desarrollo del ser humano, ni conocer la verdad, ni el amor. ¿Y para qué
se necesita tener más poder? Para dominar y destruir a los demás. Todo el poder
lo ha acumulado la gente más inconsciente. Por un lado, en todas las
civilizaciones que han surgido, que se han desarrollado y han desaparecido
-sería más adecuado decir que se han suicidado- han sido los políticos quienes
tenían todo el poder en sus manos. Y los genios de la inteligencia humana
estaban buscando mayores y mejores métodos tecnológicos y científicos, y todo
aquello que descubrieron terminó, finalmente, en manos de los políticos...
Alberto Einstein fue quien le escribió al presidente americano Roosevelt
diciéndole: "Puedo crear la bomba atómica. Poseo el secreto y quien tenga
la bomba atómica ganará la Segunda Guerra Mundial". Roosevelt
inmediatamente le invitó y le dio todas las facilidades para crear la bomba
atómica. Cuando finalmente estuvo lista, Roosevelt ya no era presidente. Truman
había ocupado su lugar. Alemania fue derrotada. Era sólo cuestión de siete días
a lo sumo, todos los expertos militares del mundo están de acuerdo que Japón
iba a rendirse. No tenía alternativa, no tenía posibilidades de ganar, porque
toda su fuerza procedía de Alemania. Japón era sólo un socio. Incluso los
generales americanos dijeron a Truman que ya no había necesidad de usar bombas
atómicas, porque en siete días, utilizando bombas comunes y corrientes, Japón
tendría que rendirse. Pero Truman no les escuchó. Albert Einstein le envió otra
carta en la cual le advertía que la bomba atómica no era necesaria. Pero, ¿a
quién le importa lo que piensa Alberto Einstein? Las bombas están en manos del
presidente. Y Truman, sin motivo alguno, bombardeó dos grandes ciudades del
Japón, Hiroshima y Nagasaki. Cada ciudad tenía más de cien mil habitantes, y en
un lapso de cinco minutos, todas esas personas murieron. Nunca ha habido una
destrucción semejante, absolutamente innecesaria. Pero Truman tenía prisa,
temía que Japón se rindiera y perder con ello la oportunidad de usar la bomba
atómica que tanto dinero había costado crear y con la cual demostraría al mundo
que América era la primera potencia y que él era el hombre que tenía en sus
manos la llave de ese inmenso poder. Aquellas bombas de Hiroshima y Nagasaki no
fueron utilizadas sólo para derrotar a Japón. Su propósito fundamental fue
totalmente diferente; fue una satisfacción del ego del presidente Truman:
"Soy el más grande, el hombre más poderoso del mundo y mi nación ha
llegado a la cima". Esto ha estado sucediendo desde siempre, una y otra
vez. Antes de la Segunda Guerra Mundial, nadie era capaz de creer que
semejantes armas destructivas pudieran existir. Siempre se creyó que la
historia del Mahabharata, la gran guerra India de hace 5000 años, registrada en
las antiguas escrituras, era simplemente mitológica, pues parecía inconcebible
que hace 5000 años se tuviera acceso a semejante poder. Pero después de la
Segunda Guerra Mundial y según la descripción del Mahabharata, quedó
absolutamente claro que ellos ya habían descubierto algo similar a la energía
atómica. Destruyeron una civilización muy avanzada. Sin embargo, la destrucción
provino del interior de su propia civilización. Nos vamos aproximando
nuevamente a una situación similar: la destrucción no proviene de otro planeta.
Estamos preparando nuestras propias tumbas. Podemos ser conscientes, podemos no
serlo, pero todos somos sepultureros, todos estamos cavando nuestras propias
fosas. Hoy en día hay sólo cinco naciones que poseen armas nucleares, y su
arsenal nuclear es un millón de veces más poderoso que las bombas atómicas de
la Segunda Guerra Mundial. Ahora los científicos dicen que las bombas atómicas
de la Segunda Guerra Mundial comparadas con las armas nucleares modernas
parecen petardos. Alrededor del año 2010, veinticinco naciones más se habrán
convertido en potencias nucleares. No habrá control posible. Treinta naciones
poseerán un inmenso poder destructivo, y bastará una sola de ellas para
destruir la Tierra entera. Para destruir toda la civilización bastará un solo
político, un solo loco que quiera demostrar su poder, y tendremos que empezar
desde ABC. Además, la destrucción no afectará sólo al hombre. Junto con los
humanos morirán todos sus compañeros: los animales, los pájaros, los árboles,
las flores; toda manifestación de vida desaparecerá. Pero la razón es un
desequilibrio en nuestra evolución. Continuamos desarrollando tecnología
científica sin preocuparnos en absoluto de que la consciencia evolucione en la
misma proporción. De hecho, nuestra consciencia debería preceder nuestro
progreso tecnológico. Si nuestras consciencias estuvieran Iluminadas... en las
manos de un Gautama Buda, las armas nucleares dejarían de ser peligrosas. En
manos de un Buda, las armas nucleares se transformarían en una fuerza creativa,
ya que la fuerza en sí misma es siempre neutral; puedes destruir o crear con
ella. Pero actualmente nuestros poderes son enormes y nuestro desarrollo,
escaso. Es como si hubiesen puesto bombas en manos de niños para que
jugasen.
Preguntas,
"¿Por qué desde un principio, los seres
humanos han tenido que pasar por tanta lucha?".
Se debe al desequilibrio existente
entre lo interno y lo externo. Lo externo es más fácil, lo externo es objetivo.
Por ejemplo, un científico -Tomás Alva Edison- creó la electricidad y toda la
Humanidad la está usando. No es necesario que cada uno tenga que volver a
descubrirla. El crecimiento interior es un fenómeno totalmente diferente. Un
Gautama Buda puede Iluminarse, pero eso no significa que todas las demás personas
se Iluminen. Cada individuo tiene que encontrar la verdad por sí mismo. Por
esta razón, todo lo que sucede en el exterior, todo progreso científico, es un
proceso acumulativo. Cada científico se apoya en el trabajo realizado por otros
científicos. Pero la evolución de la consciencia no sigue la misma ley. Cada
individuo tiene que descubrirla por sí mismo; no puede apoyarse en las
realizaciones de los demás. Todo lo referente al mundo objetivo se puede
compartir, se puede enseñar en las escuelas, en los colegios, en las
universidades, pero el mundo subjetivo funciona de una manera totalmente
diferente. Aunque conozca todo lo referente al mundo interior, no te lo puedo
entregar. Ésta es una de las leyes más fundamentales de la Existencia: la
verdad interior tiene que ser descubierta por cada individuo, a través de su
propio esfuerzo. No se puede comprar en el mercado, ni puede robarse. Nadie te
la puede regalar. No es una mercadería. No es materia; es una experiencia
inmaterial. La individualidad, la presencia, la compasión, el amor, el
silencio, de un maestro pueden ser tomados como pruebas, pero son sólo
evidencias de algo que le ha sucedido en su interior. Él te puede infundir
valor, te puede hacer sentir que tu búsqueda interior no es en vano, que llegarás
a encontrar tesoros tal como él los ha encontrado. Un Maestro no es más que un
argumento, una evidencia, un testigo ocular. Pero la experiencia sigue siendo
individual. La ciencia se vuelve social. La tecnología se vuelve social. La
meditación sigue siendo individual; éste es el problema básico. ¿Cómo
equilibrarlas? Todas las civilizaciones del pasado... en la Atlántida -un vasto
continente sumergido en el Océano Atlántico- existió una civilización. Se creyó
que esto también era mitología, pero recientes investigaciones han probado que
aún hay restos de grandes ciudades a cinco millas de profundidad bajo el agua.
Y lo mismo sucedió en Lemuria, otro continente más pequeño que la Atlántida.
También se hundió en el océano. Al observador superficial esto le puede parecer
el resultado de una catástrofe natural -quizás un gran terremoto, un movimiento
de la tierra, una erupción volcánica, o una invasión del océano en aquellas
grandes ciudades- o de cualquier otro fenómeno, pero siempre consecuencia de
algo natural. Pero tal como yo lo veo, esas calamidades naturales son también
causadas por nosotros. Esas
civilizaciones debieron de cometer estupideces que provocaron esas
calamidades.
"¿No
existieron sobre la tierra civilizaciones altamente desarrolladas?"
Sí, las hubo, pero todas llegaron al mismo caos y a la
misma oscuridad a la cual nos estamos aproximando.
"Así y todo, su estado de consciencia se perdió y
el hombre tuvo que volver a comenzar desde cero".
La consciencia
no se perdió; simplemente, ellos no tenían consciencia alguna. Tenían la misma
consciencia superficial que ahora tenemos. ¿Qué estás haciendo para prevenir
esta calamidad que se acerca más y más? La muerte de esta Tierra no es algo
lejano; le quedan a lo sumo de unos veinte a veinticinco años. Y esa es una
actitud muy optimista. Para el pesimista esto puede suceder quizás mañana. Pero
aunque le diéramos veinticinco años más, ¿qué vas a hacer para ayudar a que la
consciencia humana se eleve de tal manera que podamos prevenir el suicidio global
que se avecina? La única forma posible de evitarlo es creando un mayor estado
meditativo. Pero en este mundo de locura, a veces parece imposible creer en
ello. El Jefe de Policía de Puna ha pedido que se les permita a los
funcionarios de policía grabar cada uno de mis discursos para luego analizarlos
y censurarlos y sancionar qué partes pueden ver la luz y cuáles tienen que
eliminarse. Nunca se ha sabido de policías que puedan siquiera entender lo que
es meditación. Él ha estado insistiendo en que algunos ciudadanos respetables
de Puna formaran un comité y acudieran -como una comisión- a observar todas
nuestras meditaciones, nuestros grupos de terapia y asistirán a los discursos,
para así elaborar un informe sobre lo que está sucediendo aquí y decidir si
está bien o no. ¿Quiénes son los ciudadanos respetables de Puna? Y ¿qué saben
acerca de meditación? ¿Cuál es su experiencia en psicoterapias? ¿Cuánto saben
acerca de sí mismos? Pero éste es el
mundo en que vivimos. Frente a expectativas tan absurdas se pierde toda
esperanza en el futuro. Sería preferible decirle a la gente de Puna que venga a
meditar aquí y que envíe a los policías a participar en los grupos de terapia y
en las meditaciones; no hay otro camino. Si alguien está haciendo vipassana,
¿qué puedes observar en él? Lo que sucede está sucediendo profundamente en el
interior de la persona... está sentado en silencio, con los ojos cerrados.
Estas personas sólo pueden informar a los periódicos que estoy enseñando a la
gente a ser perezosa, a estar sentados sin hacer nada. Naturalmente no pueden
ver lo que está sucediendo dentro. No saben nada de lo que ha sucedido en cien
años en el mundo de la psicología, ni tampoco de lo que ha pasado en diez mil
años en el mundo de la meditación, los métodos que se han creado y la
profundidad que el hombre ha alcanzado. ¿Quiénes son estas personas
respetables? Su respetabilidad se debe a que alguien ha hecho un hospital, o ha
abierto un colegio, o ha hecho una donación a los huérfanos o a los pobres.
Todas estas cosas están perfectamente bien, no hay ninguna objeción. Pero, no
por ello se convertirán en expertos en meditación, ni expertos en terapia. Ni
siquiera pueden citar doce nombres de personas Iluminadas en el mundo, y
¡pretenden tener la autoridad de censurar
lo que estoy diciendo! ¿Cuál sería su criterio? No conocen nada del mundo
interior. No saben nada de las cimas más altas de la consciencia. Nunca deben
haber oído palabras como tathata y anatta. Sin embargo, es tal la locura del
hombre que hasta pretende juzgar a Buda, a Mahavira, a Basho, a Sarmad, sin
siquiera saber el ABC. Éste es el único esfuerzo que estamos tratando de hacer:
elevar la consciencia de unos cuantos individuos y enviarlos a los rincones más
lejanos del mundo a ayudar a elevar la consciencia de la Humanidad, dondequiera
que se encuentren. Si en los próximos veinte años el hombre atraviesa una
revolución y alcanza una nueva consciencia, tal vez lo que ha estado sucediendo
hasta ahora, pueda evitarse. Debemos hacer todo lo posible para lograrlo.
Finalmente me preguntas:
"Ahora
mismo, parece haber un período particularmente oscuro".
Lo es. Y se volverá más y más oscuro,
a menos que cada uno se convierta en una luz en sí mismo e irradie luz a su
alrededor; a menos que todos empiecen a compartir su luz y su fuego con
aquellos que estén hambrientos y sedientos de eso. El amanecer no vendrá
automáticamente. Tendrás que estar absolutamente alerta y hacer todo lo posible
para ayudar al desarrollo de la consciencia. Antes de que los océanos suban mil
metros, tenemos que conseguir al menos que la consciencia se eleve mil metros.
El mundo necesita al menos doscientas personas Iluminadas. Ellos serán los
doscientos faros donde millones podrán satisfacer su sed de verdad. Es una gran
lucha contra la oscuridad, pero también es una gran oportunidad y un desafío
emocionante. No tienes que ponerte serio por esto. Tienes que hacerlo con amor,
danzando, con todas tus canciones y toda tu alegría. Porque sólo de esa manera
es posible traer el amanecer y despejar la oscuridad. Sí, esto es cierto. Hay
una ley cósmica que dice que el loto sólo crece del barro. Los políticos y los
sacerdotes de todas las religiones, los gobiernos y los burócratas están
creando suficiente fango. Ahora tenemos que hacer crecer los lotos. No tienes
por qué ahogarte en su fango. Tienes que sembrar semillas de loto. La semilla
del loto es un milagro; transforma el barro en la flor más hermosa. En el Este,
el loto ha sido venerado por dos razones. Una, porque nace del barro; todo
hombre es sólo barro. La palabra inglesa "human" simplemente quiere
decir barro. La palabra árabe "admi" simplemente quiere decir barro,
porque Dios hizo al hombre del barro. Pero existe la posibilidad de que crezca
un loto. Es la flor por excelencia. Abre sus pétalos sólo cuando se levanta el
sol y los pájaros comienzan a cantar y todo el cielo se llena de colores, y
cuando llega el crepúsculo y se oculta el sol, nuevamente cierra sus pétalos.
Ama la luz. Segundo, tiene una hermosa cualidad. Sus pétalos -e incluso sus
hojas- son tan aterciopelados que en ellos se depositan gotas de rocío durante
la noche. Con el temprano sol de la mañana, esas gotas de rocío brillan casi
como perlas -mucho más hermosas- creando un arco iris alrededor de sí. Pero lo
más hermoso es que aunque descanse sobre los pétalos y las hojas, el rocío no
toca la hoja. Con un pequeño soplo del viento caen de nuevo al océano, sin
dejar ni huellas, ni humedad sobre las hojas o los pétalos del loto. Para
Oriente esto encierra un gran simbolismo porque el Este afirma que debes vivir
en el mundo, pero no ser afectado por él. Debes permanecer en el mundo, pero el
mundo no debe permanecer en ti. Debes pasar por el mundo sin guardar ninguna
impresión, ningún impacto, ningún rasguño. Si en el momento de la muerte puedes
decir que tu consciencia es tan pura, tan inocente como la trajiste al nacer,
habrás vivido una vida religiosa, una vida espiritual. De ahí que la flor del
loto se haya convertido en el símbolo de un estilo de vida espiritual. Sin ser
tocada por el agua, crece desde el barro, en el agua, y aún así, permanece
intacta. Es un símbolo de transformación. El barro se transforma en la flor más
hermosa y más fragante que existe sobre el planeta. Buda estaba tan enamorado
del loto que llamó a su paraíso, el Paraíso del Loto. Con nuestra meditación
profunda y nuestra gratitud a la Existencia sería posible que esta Tierra
siguiera creciendo con más consciencia, con más flores. Podría convertirse en
un Paraíso del Loto. Pero se necesita una tremenda lucha para que se produzca
una gran revolución en la consciencia de la Humanidad, y todo el mundo está
llamado a participar en esta revolución. Contribuye con todo lo que puedas.
Tienes que entregar toda tu vida a la revolución. No tendrás otra oportunidad, otro
desafío para tu propio crecimiento, y para el crecimiento de este hermoso
planeta. Éste es el único planeta vivo en toda la Existencia y su muerte sería
una gran tragedia. Pero se puede evitar. Tienes que convertirte en soldado de
esta revolución para poder evitar las fuerzas criminales, las fuerzas malignas
que se están preparando para destruimos.
Capítulo
13
La
Única Forma de Salir, es Entrar
La enfermedad del mundo actual, su
desgracia y su tensión creciente, son el resultado de todas las estúpidas ideas
que han dominado a la Humanidad en el pasado. Todas las religiones son
responsables. Lo que han hecho, sin saberlo o a sabiendas, es la causa de la
desgracia, del sufrimiento y la angustia de todos los seres humanos. Veamos,
una a una, las causas fundamentales.
La primera: Todas las religiones han
estado imponiendo la idea de que Dios creó el mundo y de que es omnisciente,
omnipotente y omnipresente. Lo sabe todo, es todopoderoso y está en todas
partes. Y ésta es la idea que ha impedido al hombre hacer algo en esta vida
para que sea mejor y más hermosa. Si alguien que lo sabe todo, que es
todopoderoso y está en todas partes, se está ocupando, ¿qué puedes hacer tú?
¿Qué has de comprender? ¿Cuál puede ser tu contribución? Si Dios ha creado el
mundo, tú no puedes mejorarlo. Cualquier cosa que hagas será más bien un
perjuicio. No puedes mejorarlo, no puedes ser más sabio que Dios. Esta idea es
una de las causas fundamentales de la angustia total por la que la Humanidad
está pasando y en la cual quizás perezca. Piensa, por favor... tal como lo veo,
no hay Dios que esté creando el mundo, cuidándolo. No descargues esa
responsabilidad sobre alguien que no existe. Somos nosotros los que estamos
aquí y somos nosotros los responsables de aprovechar o desperdiciar esa
oportunidad. Retira a Dios y pon al hombre en su lugar y el mundo será
totalmente diferente. El sufrimiento es absolutamente indeseable. La angustia
es nuestra estupidez. El hombre puede vivir una vida inmensamente rica,
deliciosa, dichosa; para ello el primer paso es que acepte su responsabilidad.
Todas las religiones han enseñado a eludir la responsabilidad: déjalo en manos
de Dios... y no hay Dios. No haces nada porque piensas que Dios lo hará todo y
no hay ningún Dios que haga nada. Entonces, ¿qué esperas? Lo que está pasando,
lo que ha pasado y lo que pasará, es el resultado natural de alimentar la idea
de un Creador. Si se le dijera al hombre: "Ésta es tu existencia, eres tú
el responsable, seas quien seas, hagas lo que hagas y pase lo que pase a tu
alrededor. Madura. No sigas siendo infantil". Pero este Dios impide tu madurez. Su
existencia misma depende de tu falta de madurez, de tu infantilismo. Cuanto más estúpido y crédulo seas, más
grande será el Dios. Cuanto más inteligente, menor es el Dios. Si tú eres realmente inteligente, Dios no
existe. Entonces ahí está la Existencia,
ahí estás tú... ¡crea! Pero el Creador no te permite ser creativo. Todo mi énfasis estriba en que te conviertas
en el Creador. Libera tu energía
creativa. Esto sólo es posible si este Dios -que no es más que un Godot- es
abolido completamente, es eliminado por completo de tu visión de la vida. Sí,
al principio te sentirás vacío, porque este espacio que Dios ha estado llenando
en ti... durante millones de años; el santuario sagrado en tu corazón ha estado
ocupado con la idea de Dios. De repente ahora, al arrojarlo fuera, te sentirás
asustado, vacío, perdido. Pero es bueno estar vacío. Es bueno temer. Está bien
estar perdido. Porque la realidad es ésta, y lo anterior era sólo una ficción.
Las ficciones no ayudan. Te consuelan un poco, pero el consuelo no es algo
bueno... Transformación y no consuelo. Lo que hace falta es tratar todas las
enfermedades que has estado padeciendo. No es consuelo lo que te hace falta. Lo primero es: descarta a Dios. No esperes a
ningún Godot. No hay ninguno ni nunca lo hubo.
Friedrich Nietzsche dijo... y estoy en desacuerdo con él, pero no de la
forma en que otros están en desacuerdo. Mi desacuerdo es diferente del de los
demás. Nietzsche dice:
Dios ha muerto. Por supuesto que los
cristianos, los musulmanes, los hindúes, los budistas, discrepan de ello; todos
han estado contra Nietzsche. También yo. Pero mi razón por la que discrepo es
que Dios no está muerto porque nunca ha estado vivo. Decir "Ha
muerto" implica aceptar que estuvo vivo, que estaba y no está. No, nunca
estuvo en ningún lado. El hombre siempre vivió en una fábula. Y esta situación,
este sufrimiento, esta tensión cada vez mayor... La tensión es tal que en los
países más desarrollados, la segunda causa de muerte hoy, no es por enfermedad,
sino por suicidio. Uno se siente muy tenso, día tras día y al parecer sin
ninguna salida. Y la angustia sigue creciendo. Y ni siquiera es posible ver la
razón por la que se sufre. ¿Por qué este sufrimiento? ¿Qué hemos hecho? La vida
misma parece no tener valor. Llega un punto en la vida de todo hombre
inteligente, en el que se da cuenta de que todo es inútil y sin sentido.
Entonces, ¿para qué seguir arrastrándose? ¿Por qué no terminar, por qué no
liberarte de todo esto? No te ha aportado nada, excepto penas, y no puede darte
otra cosa. Sí, hay un opio en algún sitio: la esperanza de que quizás mañana
las cosas sean diferentes. Si no hoy, quizá mañana podrás capturar algún
momento de dicha. Y ni aun así parece valer la pena: una larga caravana de
penas y de tanto en tanto un instante para sonreír, para reír. Y apenas has
sonreído y ya se fue. Tal vez, ese momento no sea más que imaginario. Para
seguir funcionando empiezas a soñar con cosas que no existen, con cosas que
quisieras que estuvieran allí. Ésta es en realidad la función de los sueños.
Posiblemente el noventa y nueve por ciento de la gente, o incluso más, necesita
soñar; seis horas de soñar cada noche. ¿Y piensas que esto es todo? ¿Acaso no
sueñas también durante el día? En cualquier momento cierra los ojos y
encontrarás que el sueño está ahí, transcurriendo. El sueño está siempre ahí.
Mientras me estás escuchando, el sueño está ahí. Caminas por la calle y el
sueño se mueve contigo. Por supuesto, cuando estás despierto, tu atención está
dividida. Debes prestar atención al mundo exterior o la gente dirá que estás
volado. ¡No estás volado, sino metido en ti! (*). Tú atención no se dirige
hacia lo exterior. Estás nublado por los sueños y te has olvidado del mundo
objetivo. Seis horas por la noche y ¿cuántas durante el día? Nadie las ha
calculado, pero me parece que no tienes ni siquiera dos horas durante el día,
libres de sueños, como sí las tienes mientras duermes. Y no creo que estés dos
horas diarias sin sueños, despierto realmente, porque si las tuvieras, ellas
serían tu meditación, y te revelarían secretos de inmenso valor. Pero la
Humanidad ordinaria, el hombre de la calle, necesita soñar. ¿Por qué? Porque en
realidad la vida es muy poco satisfactoria, muy fea, apestosamente fea. Estos
sueños la sustituyen. Son hermosos. Traen perfume a tu vida. Esperanza,
ficción: te ayudan a permanecer cuerdo. La realidad te volvería loco. Y para
mí, Dios, el Espíritu Santo, el Hijo, el Papa, el infalible Papa... por
supuesto que tiene que ser infalible, representa al Mesías, al único hijo de
Dios, ¿cómo podría ser falible? Y todas las religiones tienen cosas similares.
Necesitas esos personajes. Son ficciones creadas por tus sufrimientos. Gente
astuta utiliza tu sufrimiento para explotarte y disfrutar del poder. También
los políticos necesitan esos personajes. Incluso un político loco como Adolfo
Hitler necesita las bendiciones de Dios. Y si Dios no existe, ¿quién va a
bendecir a Adolfo Hitler? El ministro cristiano de mayor rango en Alemania lo
bendijo. Ahora observa el milagro: Adolfo Hitler bendecido por el ministro de
Dios: "Tú vencerás". Churchill es bendecido en Inglaterra por un
ministro del mismo Dios: "Tú vencerás". Benito Mussolini es bendecido
por el propio Papa: "Tú serás el vencedor". Y nadie ve la
contradicción: un Dios, un Papa infalible... iY ese cura alemán depende del
Papa! Pero el Papa tiene que bendecir a Mussolini, de lo contrario Mussolini lo
expulsaría y pondría a cualquier otro como Papa, a cualquier otro que estuviera
dispuesto a bendecirle.
(*) N. del T.- Juego de palabras en el original en
inglés, entre "spaced-out"= "estar volado", lit.
"abierto hacia afuera" y "spaced-in"= sin traducción. En
castellano, lit. "abierto hacia adentro".
Benito Mussolini no es un fascista
mientras está en el poder. Hasta el Papa lo declara: "El hombre más sabio,
más democrático, más humano". ¡Mussolini! Y el mismo Papa -una vez
derrotado Mussolini- le declarara fascista. ¡Y ésta es la gente infalible!
Ahora hay allí otro político que tiene que ser bendecido y que está en contra
de Benito Mussolini. También será bendecido. ¿Puedes ver esa conspiración entre
curas y políticos? Las masas son engañadas. El sacerdote sanciona en nombre de
Dios, certifica que éste es el hombre adecuado para ser presidente, o
vicepresidente, primer ministro. Por supuesto que el político le necesita, pues
las masas escuchan a los sacerdotes, y se supone que el sacerdote es imparcial,
que nada tiene que ver con la política, que está por encima de ella. ¡Y no es
así! El sacerdote está en manos del político...
Lo que te estoy diciendo es que sacerdotes y políticos han estado
conspirando siempre, trabajando juntos, de la mano. Uno tiene el poder
político, el otro el religioso. El político protege al sacerdote; el religioso
bendice al político. Y las masas son explotadas, exprimidas. Ambos le chupan la
sangre. Eliminando a Dios, eliminarás a los políticos, a los sacerdotes y a la
política; eliminarás la conspiración entre curas y políticos. Y al eliminar
estos dos, el cincuenta por ciento de tu sufrimiento desaparecerá. Y la idea de
Dios te hace soñar en una vida mejor... después de la muerte, tal vez en el
paraíso o en otra encarnación. Así pues, no hay de qué preocuparse. Esta vida es
poca cosa... ¡Qué importa! Comparados con millones y millones de años luz, ¿qué
representan setenta años? Nada, no cuentan... Por eso las religiones han estado
diciendo a la gente: "Setenta años no son nada. El sufrimiento pasará y si
permites que pase sin luchar contra él, la próxima vida -la vida más allá de la
muerte- será una gran recompensa para ti". Ésta es la gente que ha
impedido que cambies la situación en que te encuentras en la Tierra. Ha
impedido la transformación del hombre, porque todo el sufrimiento que ves por
todas partes está arraigado en el hombre, y si el hombre permanece igual, esta
tensión irá en aumento, su angustia seguirá creciendo. Existen enormes
posibilidades de que a finales de siglo la Humanidad entera se suicide, de que
empiece una guerra global. Y no es muy difícil imaginarse en esa posibilidad,
porque la gente que está en el poder, los que tienen las armas nucleares, es
gente de muy baja ralea. Aparentemente, para ser un político de éxito hay que
ser absolutamente estúpido, fanático, mentiroso, has de estar prometiendo
continuamente -sabiendo perfectamente que las promesas jamás se cumplirán-
estafando, empleando bonitas palabras y ocultando sucias realidades. Ahora todas las naciones poderosas se han
pertrechado con armas nucleares, al punto que si quisiéramos podríamos destruir
ahora mismo hasta setecientos planetas como la Tierra. La magnitud del poder
del que disponemos es tal, que se podría destruir a cada persona setecientas
veces. Aunque no es necesario, con una vez basta. Pero, sin embargo, los
políticos no quieren correr ningún riesgo. Sus caras son sólo máscaras. Dicen
una cosa y hacen otra. ¡Y el poder está en manos de esta clase de gente!
Cualquier chiflado puede apretar un botón y terminar con la Humanidad, con la
Humanidad entera, con toda manifestación de vida sobre la Tierra. Es posible que en lo profundo, la Humanidad
misma quiera dejar de vivir sobre la Tierra. Tal vez individualmente no se
tenga el valor suficiente para suicidarse, pero como multitud lo tienen.
Recuerda, los individuos nunca han cometido grandes crímenes; son siempre las
masas quienes los cometen; ya que en medio de la multitud, el individuo siente
que no es responsable de lo que está pasando. Él piensa: "Hago lo que hace
la gente". Cuando actúas como individuo lo piensas tres veces antes de
actuar.
¿Qué vas a
hacer? ¿Está bien esto? ¿Te lo permite tu consciencia?
Pero no es así cuando hay una
multitud. Puedes desaparecen en la muchedumbre; nadie sabrá que has formado
parte de ella. Hasta un país como Alemania que puede considerarse uno de los
países más inteligentes, cultos y sofisticados, que ha proporcionado grandes
poetas, pintores, científicos, filósofos..., en todos los ámbitos la
contribución alemana es muy elevada. Pero lo que nos deja atónitos es que el
país de Hegel, de Feuerbach, de Kant, de Marx, de Freud, de Einstein, cayera
bajo el poder de Adolfo Hitler, que no fue más que un loco. ¿Qué pasó? Incluso
un hombre como Martin Heidegger -el filósofo más notable del aquel entonces- apoyaba
a Hitler. ¡Es sorprendente tan sólo pensarlo! Siempre aprecié a ese hombre de
incomparable inteligencia. Otros filósofos están muy por debajo: Sartre,
Jaspers, Marcel... están por detrás, muy detrás; nadie se aproxima a su nivel,
incluso entenderle es difícil. Pero apoyó a Hitler y cuando Alemania perdió la
guerra y Hitler se suicidó, en ese momento despertó de su sueño. Entonces se
dio cuenta de lo que había hecho: "Este hombre fue simplemente un loco, y
yo estuve de su parte". Por esto digo: incluso con los ojos completamente
abiertos puedes estar soñando. Soñaba y estuvo proyectando su sueño en Adolfo
Hitler, porque vio que este hombre tenía poder, podía impresionar a las masas,
cosa que Heidegger no podía hacer. No sabía ni pronunciar una sencilla conferencia;
la gente se iba. La forma en que hablaba, las cosas sobre las que hablaba, las
complicaciones que introducía... ¿quién iba a escucharle? No tenía poder sobre
las masas y vio a Hitler: fascinando las masas, dejándolas casi en estado de
hipnosis. De esta forma proyectó que este hombre podría convertir en realidad
sus sueños de cómo debería ser el mundo. Pero fue un tonto. No entendió que
este hombre tenía sus propias dementes ideas sobre lo que iba a hacer con el
mundo. No iba a escuchar a ningún filósofo. Martin Heidegger era infinitamente
superior. No podría haber tenido una conversación inteligible con él. Las
religiones han suministrado al hombre ficciones para vivir. Ahora estas
ficciones se han deshecho y el hombre ya no tiene nada para lo que vivir; de
ahí la angustia. La angustia no es un simple estado de ansiedad. La ansiedad se
centra siempre entorno a un problema. Si no tienes dinero, aparece la ansiedad;
si estás enfermo y no tienes medicinas, hay ansiedad. La ansiedad está
relacionada con un problema específico. La angustia no se centra en torno a un
problema. Simplemente el hecho de existir parece inútil, estéril. Sólo respirar
parece un esfuerzo innecesario, porque mañana ¿qué te espera? También ayer
pensabas que mañana pasaría algo... y hoy es el mañana del ayer, el mañana que
ha llegado como hoy... y no ha pasado nada. Y esto ha estado ocurriendo durante
años. Y sin embargo, sigues proyectando: ¡Mañana! Llega un momento en que
empiezas a darte cuenta de que no pasará nada. Y entonces surge la angustia...
En esa angustia parece existir sólo una idea: salir de este círculo de la vida
de la manera que sea. Y de ahí, el suicidio, el aumento del índice de
suicidios. Y de ahí el deseo inconsciente de la Humanidad de que ocurra la
Tercera Guerra Mundial: "No seré responsable de mi suicidio: la guerra
mundial matará a todo el mundo y a mí también". Toda esta situación puede
ser cambiada. Sólo hay que cambiar las premisas del viejo hombre; te has de
desembarazar de Dios, del cielo y del infierno; has de abandonar la idea de
obtener futuras recompensas y de que algún Mesías vendrá a redimirte de tus
sufrimientos. Deja ya de lado la idea de que otro es el responsable de tu
desgracia, de tu sufrimiento; abandona la idea de que alguien puede darle sentido
a tu vida. Dios no existe y con él desaparecen también el Espíritu Santo y el
Hijo. Dios es el punto crucial de toda esa fantasía. Al quitar la idea central
todo el castillo de naipes se desmorona. Basta con un pequeño soplo... Acepta
que estás solo y que morirás solo, y acepta también el hecho de que vives solo;
tal vez en la multitud, pero solo; tal vez con tu mujer, tu amiga, tu
compañero... ellos están solos en su soledad y tú estás solo en la tuya, y
estas soledades no se tocan, nunca se tocan... Podrás vivir con alguien durante
veinte, treinta o cincuenta años; no importa cuántos... seguiréis siendo
desconocidos. Siempre, por siempre seréis desconocidos. Acepta el hecho de que
somos desconocidos, de que no sé quién eres, de que no sabes quién soy. Ni yo
mismo sé quién soy, ¿cómo puedes saberlo tú? Pero la gente asume que la mujer
sabe quién es su marido; el marido asume que su mujer le conoce. Todos
funcionan como si pudieran leer la mente de los demás, creyendo que tu
compañero debería saber -antes de que se
lo digas- cuáles son tus necesidades, tus problemas. Él debería conocerlos,
ella debería conocerlos... y deberían hacer algo. Pues bien, todo esto es una
tontería. Nadie te conoce, ni siquiera tú, así que no esperes que nadie te
conozca. Es imposible, por la propia naturaleza de las cosas. Somos
desconocidos. Por casualidad nos hemos encontrado y estamos juntos, pero la
soledad está ahí. No lo olvides, porque sobre esto debes trabajar. Sólo de ahí
nace tu redención, tu salvación. Pero estás actuando exactamente al revés.
¿Cómo puedes olvidar tu soledad? El compañero, la compañera, el cine, el
partido de fútbol, perderse en la multitud, bailar en la discoteca, olvidarte
de ti mismo, tomar alcohol, drogas. Hay que hacer algo de manera que esa soledad
no llegue a tu consciencia. Sin embargo, ahí reside todo el secreto. Tienes que
aceptar tu soledad, no puedes eludirla de ninguna manera. Y no es posible
cambiar su naturaleza. Es tu realidad auténtica, eres tú. Y estás escapando de
ti mismo. Entonces, habrá sufrimiento, habrá problemas. Y al resolver un
problema, crearás diez más, y así sucesivamente. Pronto lo único que habrá a tu
alrededor serán problemas, y pronto te estarás ahogando en ellos. Y luego
exclamas: ¿por qué estoy cada vez más tenso? ¿Por qué sufro tanto? ¿Por qué hay
tanto dolor? Como si alguien pudiera responder a esto. Y en realidad alguien
puede: tú. Te lo digo con autoridad, porque yo he encontrado la respuesta
dentro de mí. La autoridad no se deriva de ningún Dios, de ningún Mesías, de
ningún Veda, Corán o Biblia. No, esta autoridad se deriva de mi experiencia.
Toda mi vida la he vivido en medio de millones de personas, pero ni por un
minuto he olvidado que estoy solo. Y mi soledad es inalcanzable; nadie puede
llegar a ella. Sólo está disponible para mí, porque eso soy yo. Así que, en
cuanto dejes de escapar de ti mismo, ahogándote en toda clase de drogas,
relaciones, religiones, servicios a la Humanidad... muchos lo están haciendo, y
no es más que una forma de escapar de sí mismos. Pero satisface sus egos: están
sirviendo a la Humanidad. Conozco a muchos de estos servidores -grandes
servidores- y al hablar con ellos y llevarles al punto central y romper sus
defensas, todos literalmente rompen a llorar diciendo: "Tal vez tengas
razón, estamos huyendo. Pensamos en servir a esta pobre gente, pero ni siquiera
hemos sido capaces de resolver nuestros propios problemas". A la gente eso
le parece un mejor escape. De esta forma puedes dejar tus problemas a un lado:
¿Cómo puedes ser tan egoísta ocupándote de tus problemas cuando toda la
Humanidad está sufriendo? Todos están sufriendo; ayúdales. De esta manera
puedes, con un bello gesto, dejar tus problemas a un lado. ¡Incluso pensar en
ellos es ser egoísta! Pero teniendo semejantes problemas ¿a quién ayudarás y
cómo? Sólo descargarás tus problemas en aquellos a los que pretendes servir. La
mujer los descarga en su marido, el marido en la mujer, los padres en los
hijos, los hijos en los padres... y todos descargan sus problemas en los demás,
sin ver que el otro está tratando de hacer lo mismo. ¡Deja de responsabilizar
de tus problemas a otro! Tú debes resolver tus problemas. Todos hemos de
hacerlo. Y los problemas no son tantos. Hay un sólo problema que no has
resuelto, uno que ha creado una cadena de problemas no resueltos. Y el problema
es: ¿cómo entrar en tu soledad sin miedo? Una vez que has entrado sin miedo en
tu soledad, la experiencia es tan hermosa y tan llena de gozo, que nada puede
comparársele. No es en absoluto un problema, sino la solución de todos tus
problemas. Pero tú lo has convertido en un problema porque has escuchado a los
demás y los has seguido; un ciego siguiendo a ciegos líderes y ciegos
sacerdotes. Todos se mueven en círculos, cada uno creyendo que quien le precede
es capaz de ver. Y lo mismo ocurre con el primero... se aferra al abrigo o a la
camisa de algún otro, creyendo que este otro sabe dónde va. Y todos siguen
moviéndose en círculos; nadie va a ningún lado. Los seguidores siguen al líder.
El líder sigue a sus seguidores. Debes detenerte y salir de éste estúpido juego
de líderes y seguidores. Basta con que seas tú mismo. Y recuerda que has nacido
solo. La soledad es por consiguiente tu realidad y morirás solo; ésta es tu
realidad. Y entre la vida y la muerte, entre estos dos puntos donde tú estás
completamente solo, ¿cómo puede ser la vida algo diferente? A cada momento
estás solo. Acéptalo con alegría. Entra en ello tanto como te sea posible,
tantas veces como puedas. Éste es el templo de mi religión. No está hecho de rocas
ni de mármol, sino de tu consciencia. Entra en él. Cuanto más profundamente
entres, más se alejarán los problemas. En el momento que toques el centro de tu
ser, habrás llegado a casa y desde este punto, sal y haz lo que se te ocurra.
Será una ayuda, será un servicio, será un compartir. No estarás descargando
nada sobre el otro. Por un lado, los curas te han suministrado el anhelo de
otro mundo, el deseo del otro mundo, del mañana. Por el otro, el político te
ofrece este mundo... puedes ser presidente; cualquiera en América puede ser
presidente, todos los ciudadanos son iguales. ¡Qué tontería! Ni siquiera dos
hombres son iguales y sólo el más astuto será el presidente; no todos. Al menos
no aquellos que podían haber ayudado a los demás. Sólo los ambiciosos llegan en
cualquier país al puesto político más alto. Y además es necesario ser
completamente ambicioso para jugárselo todo en esto. No te ha de importar lo
que hagas; sólo has de mantener un único objetivo en la mente y hacer lo que
sea necesario para alcanzarlo, esté bien o mal. Da igual. Si fracasas todo
estará mal. Si tienes éxito todo estará bien. El éxito está bien; el fracaso,
mal. Así es como los políticos nos han enseñado. Deshazte de todo lo que los políticos y curas
han introducido en ti, y cuando lo hagas empezarás a vislumbrar tu puro
ser. A esto lo llamo meditación. Una vez lo experimentas, te transforma para
siempre.
El Autor
La mayoría de nosotros vivimos
nuestras vidas en el mundo del tiempo, entre recuerdos del pasado y esperanzas
del futuro. Sólo rara vez tocamos la
dimensión intemporal del presente, en momentos de belleza repentina, o de
peligro repentino, al encontrarnos con una persona amada o con la sorpresa de
lo inesperado. Muy pocas personas salen
del mundo del tiempo y de la mente, de sus ambiciones y de su competitividad, y
se ponen a vivir en el mundo de lo intemporal.
Y muy pocas de las que así lo hacen han intentado compartir su
experiencia con los demás. La Tse,
Gautama Buda, Bodhidharma… o, más recientemente, George Gurdjieff, Ramana
Maharshi, J. Krishnamurti: sus contemporáneos los toman por excéntricos o por
locos; después de su muerte, los llaman “filósofos”. Y con el tiempo se hacen legendarios: dejan
de ser seres humanos de carne y hueso para convertirse quizás en
representaciones mitológicas de nuestro deseo colectivo de desarrollarnos
dejando atrás las cosas pequeñas y lo anecdótico, el absurdo de nuestras vidas
diarias. Osho ha descubierto la puerta
que le ha dado acceso a vivir su vida en la dimensión intemporal del presente,
ha dicho que es “un existencialista verdadero”, y ha dedicado su vida a incitar
a los demás a que encuentren esta misma puerta, a que salgan de este mundo del
pasado y del futuro y a que descubran por sí mismos el mundo de la eternidad. Osho nació en Kuchwada, Madhya Pradesh, en la
India, el 11 de diciembre de 1931. Desde
su primera infancia, el suyo fue un espíritu rebelde e independiente que
insistió en conocer la verdad por sí mismo en vez de adquirir el conocimiento y
las creencias que le transmitían los demás.
Después de su iluminación a los veintiún años de edad. Osho terminó sus estudios académicos y pasó
varios años enseñando filosofía en la Universidad de Jabalpur. Al mismo tiempo, viajaba por toda la India
pronunciando conferencias, desafiando a los líderes religiosos a mantener
debates públicos, discutiendo las creencias tradicionales y conociendo a
personas de todas las clases sociales.
Leía mucho, todo lo que llegaba a sus manos, para ampliar su comprensión
de los sistemas de creencias y de la psicología del hombre contemporáneo. A finales de la década de los 60, Osho había
empezado a desarrollar sus técnicas singulares de meditación dinámica. Dice que el hombre moderno está tan cargado
de las tradiciones desfasadas del pasado y de las angustias de la vida moderna
que debe pasar un proceso de limpieza profunda antes de tener la esperanza de
descubrir el estado relajado, libre de pensamientos, de la meditación. A lo largo de su labor, Osho ha hablado de
casi todos los aspectos del desarrollo de la conciencia humana. Ha destilado la esencia de todo lo que es
significativo para la búsqueda espiritual del hombre contemporáneo, sin basarse
en el análisis intelectual sino en su propia experiencia vital. No pertenece a ninguna tradición: “Soy el
comienzo de una conciencia religiosa totalmente nueva”, dice. “Os ruego que no
me conectéis con el pasado: ni siquiera vale la pena recordarlo”. Sus charlas dirigidas a discípulos y a
buscadores espirituales de todo el mundo se han publicado en más de seiscientos
volúmenes y se han traducido a más de treinta idiomas. Y él dice: “Mi mensaje no es una doctrina, no
es una filosofía. Mi mensaje es una
cierta alquimia, una ciencia de la transformación, de modo que sólo los que
están dispuestos a morir tal como son y a nacer de nuevo a algo tan nuevo que
ahora ni siquiera se lo pueden imaginar… sólo esas pocas personas valientes
estarán dispuestas a escuchar, porque escuchar será arriesgado. “Al haber escuchado, habéis dado el primer
paso hacia el renacer. De manera que
esta filosofía no podéis echárosla por encima como un abrigo para
presumir. No es una doctrina en la que
podráis encontrar el consuelo ante las
dudas que os atormenta. No, mi mensaje
no es ninguna comunicación oral. Es algo
mucho más arriesgado. Trata nada menos
que de la muerte y del renacer”. Osho
abandonó su cuerpo el 19 de enero de 1990.
Su enorme comuna en la India sigue siendo el mayor centro de desarrollo
espiritual del orbe y atrae a millares de visitantes de todo el mundo que
acuden para participar en sus programas de meditación, de terapia, de trabajo
con el cuerpo, o simplemente para conocer la experiencia de estar en un espacio
búdico.
OSHO COMMUNE
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